No sorprende a líderes del G7 posturas de Donald
La crucial reunión salió peor que cualquiera que hubieran visto los veteranos actores de política exterior
Washington— Al día siguiente de que la cumbre del Grupo de los Siete terminó de manera espectacular, con Trump insultando en la pista del aeropuerto a su anfitrión y repudiando el convenio que había hecho horas antes con líderes aliados, los mandatarios se encontraban indignados. Se hallaban desafiantes. Pero difícilmente se sorprendieron con los resultados de la crucial reunión global que salió peor que cualquiera que hubieran visto los veteranos actores de política exterior.
“No fue sorpresa”, dijo Norbert Röttgen, director del comité de asuntos exteriores del parlamento alemán. “El presidente actuó y reaccionó de la manera infantil que pudo haberse esperado”.
Para los aliados más cercanos de Estados Unidos, dicho patrón se ha vuelto inquietantemente familiar. Al abandonar Trump el acuerdo climático de París y el convenio nuclear de Irán y decidir imponer aranceles proteccionistas a los productos europeos de acero y de aluminio se ha establecido entre Estados Unidos y Europa un nivel de hostilidad que, en numerosos sentidos, supera inclusive la escisión por la Guerra de Irak.
La profundidad de la exasperación fue evidente el domingo por la tarde en el comunicado emitido por la presidencia de Francia.
“Los arranques de ira y los comentarios casuales no pueden dictar la cooperación internacional”, se lee en el comunicado. “Seamos serios y dignos de nuestro pueblo”.
Para muchos europeos, ahora la cuestión es cómo preservar mejor cualquier tipo de cooperación multilateral. Manejar los caprichos y cambios de parecer a última hora de Trump ha resultado una pesadilla estratégica.
Cómo tratar a Trump se ha vuelto uno de los temas que están confrontando a los aliados de Estados Unidos.
Röttgen señaló que han aprendido a esperar sus arrebatos y cambios de parecer, debiendo responder en consecuencia.
“Tenemos que ignorar su comportamiento y concentrarnos en lo que queda de la esencia de la relación trasatlántica”, dijo.
La relación entre Estados Unidos y sus aliados podría desgastarse aun más de intensificarse la guerra comercial.
Pero en el marco de la hostilidad, entre los frustrados mandatarios aliados hubo indicios de considerar a Trump y a su agenda de “Estados Unidos primero” como una anormalidad y no necesariamente algo que representa una realidad nueva.
El presidente francés Emmanuel Macron enfatizó creer que la visión que Trump tiene sobre Estados Unidos no encaja con los valores de dicho país.
“El presidente Trump vio que tenía ante sí un frente unido”, dijo Macron vía Twitter. “Encontrarse aislado en un conjunto de países va en contra a la historia estadounidense”.