Separación de familias desata desprecio global
Ex primera dama compara detención de menores con campos de concentración; protestan gobiernos extranjeros
Desprecio, incluso entre los miembros del Partido Republicano, además del reclamo de gobiernos extranjeros, ex primeras damas y el malestar de su propia hija.
Todo esto es lo que ha cosechado la última medida disuasoria de Donald Trump como parte de su política de inmigración de “cero tolerancia”: separar a los menores indocumentados de sus padres.
“Nuestro Gobierno no debería estar en el negocio de almacenar niños en edificios de tiendas adaptados o planear resguardarlos en tiendas de campaña en el desierto afuera de El Paso”, señaló la ex primera dama Laura Bush en un artículo publicado por The Washington Post.
“Estas imágenes nos recuerdan los campos de internamiento de los japoneses-americanos en la Segunda Guerra Mundial, uno de los episodios más vergonzosos de la historia de EU”, agregó la nativa de Texas.
Para Tony Payán, director del Centro México del Instituto Baker de la Universidad Rice, la administración Trump convierte todas las acciones en una forma de ‘extorsión política’ al Congreso y, al Partido Republicano.
““Estamos a sólo 4 meses y medio de las elecciones en noviembre, todo esto tiene un propósito mediático, político y disuasivo propio de la administración Trump”, declaró en entrevista con El Diario de El Paso.
El hecho de que los estadounidenses salgan a votar en noviembre, inconformes con las decisiones ‘de abuso infantil y de separación de familias’, ha logrado poner a los republicanos en un estado de pánico, agregó Payán.
La cantidad de niños arrebatados de sus padres que cruzan la frontera y puestos bajo custodia del Gobierno ha ascendido a casi 2 mil con muchos de los niños siendo almacenados en albergues gubernamentales en Texas, incluyendo tiendas de campaña recientemente abiertas a las afueras de El Paso.
El martes, el Gobierno de México condenó la separación de familias migrantes por autoridades de EU y consideró que es el resultado de una política “cruel e inhumana”.
El canciller Luis Videgaray informó que el Gobierno mexicano ya envió una nota diplomática con sus reclamos.
“No podemos ser indiferentes ante un hecho que claramente representa una violación a los derechos humanos y que pone en situación de vulnerabilidad a niños menores”, señaló.
Los Gobiernos de El Salvador y Honduras exigieron también el martes no separar a familias inmigrantes. En un comunicado, la Cancillería de El Salvador expresó su preocupación por el plan de “cero tolerancia”, que expone “a los niños y niñas a condiciones sumamente adversas”.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, indicó que defienden la no separación de las familias tras reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Republicanos en contra
Mientras los demócratas están predeciblemente horrorizados por la política, un creciente número de republicanos también se opone a ella. Ted Cruz, el senador federal junior por Texas, presentó el lunes una legislación de emergencia para mantener unidas a las familias mientras esperan las audiencias judiciales. El senador texano John Cornyn dijo que presentará un proyecto de ley similar.
El Texas Tribune contactó a todos los miembros de la delegación del Congreso de Texas, más el gobernador, el vicegobernador y otros funcionarios estatales, para preguntarles si apoyan la política de la administración Trump. La mayoría de los republicanos se manifestó en contra.
En una reunión con legisladores republicanos el martes por la tarde, Trump dijo –de acuerdo con participantes en el encuentro– que su hija Ivanka había catalogado como “terribles” las imágenes de familias separadas en la frontera.