‘CLAUSURAN’ CENTRO DE DETENCIÓN MIGRATORIA
Cientos de fronterizos y visitantes de diversas comunidades a lo largo del país se unieron al movimiento organizado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, para hacer visible su inconformidad con las políticas de separación familiar y detención prolongada de migrantes.
Esta vez caminaron al Centro de Procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ubicado en el 8915 de Montana Ave., en donde bloquearon el acceso a las instalaciones federales, mediante el uso de pancartas, que al ser unidas creaban el mensaje de ‘CLOSED’ o cerrado, en una clausura simbólica de este lugar de detención.
La marcha se dio a dos días de otra movilización a gran escala en la región de Tornillo, en donde actualmente se está alojando de manera obligatoria a por lo menos 200 niños migrantes que fueron separados de sus padres bajo la implementación de la política de ‘cero tolerancia’.
“Esta es la segunda movilización en tres días demostrando qué tan absurda es la política del presidente Trump de encarcelar a niños. Estamos aquí demostrando que la comunidad no sólo está triste, sino que está verdaderamente enojada”, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza.
“Simbólicamente estamos cerrando el centro de detención el día de hoy. Esto ya fue suficiente, esta es la gota que derramó el vaso: primero destruyendo el sueño de nuestros ‘soñadores’, militarizando nuestra frontera, poniendo a la Policía local a actuar como agentes migratorios y ahora encarcelando a nuestros niños”, expresó García.
Además, la Red Fronteriza presentó una carta que fue enviada al fiscal general de los Estados Unidos, Jeff Sessions; a la secretaria Kristjen Nielsen del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
El mensaje le pide a estos funcionarios federales que detengan inmediatamente la detención y encarcelamiento de niños migrantes. Detener por completo la separación familiar, acabar con la práctica de obstaculizar a migrantes que están buscando asilo político en los puertos internacionales y acabar con la militarización de las comunidades fronterizas.
Carlos Eduardo Espina, residente de la ciudad de College Station, Texas, y originario de Uruguay, sintió una desesperación viendo todas las noticias del tema de separación familiar y decidió ser más activo y participar en esta manifestación.
“Me siento empoderado, más que nada para decirle a esta gente que no está sola. Muchas veces tenemos que sufrir el racismo y el sentimiento antiinmigrante solos, pero cuando nos unimos demostramos que juntos vamos a poder sobresalir y esto es temporal y al final del día nosotros vamos a ganar”, comentó.
Durante el bloqueo del centro, el monseñor Arturo Bañuelas, desacreditó la postura de algunos políticos y miembros de la administración Trump quienes han citado la Biblia para justificar estas acciones que impactan a familias migrantes.
“La separación de niños de sus padres está mal, es inmoral, injusta y cruel. Tenemos que decirle a los gobernantes que la Biblia no justifica el racismo o políticas antiinmigrantes y la opresión de la gente humilde. Lo que la Biblia sí dice es que para obtener la verdadera justicia se debe ser misericordioso uno al otro… uno debe de confiar en el extranjero y quererlo”, contó.
La vicepresidenta del Sindicato Nacional de Enfermeras Unidas, Katy Roemer, explicó que las enfermeras en Texas han estado viendo el efecto negativo que genera la separación familiar en los niños migrantes.
“Estos niños serán impactados para el resto de sus vidas, este tipo de separación causa un estrés tóxico que llevará a problemas de salud para el resto de sus vidas y sus familias. No podemos tolerar este nivel de barbaridad en nuestro país, esto no es lo que somos como comunidad y tenemos que detenerlo inmediatamente”, declaró.
Existen más marchas programadas a lo largo de la semana, algunas se encaminan a edificios federales u oficinas de agencias policiacas migratorias. Lo que todas estas reuniones tienen en común es la disposición de la gente fronteriza por dejar de ser espectadores pasivos y convertirse en voces activas.
“El mensaje clave de hoy es que la administración Trump puede actuar para acabar con el encarcelamiento de la comunidad migrante y dejar libres a estos niños el día de hoy”, concluyó García.