Pide brasileña asilo y la detienen aquí 11 meses
La sudamericana tras ser liberada se reunirá con su nieto, quien registra problemas de salud
E
l Paso — Una mujer de Brasil que fue detenida y separada de su nieto discapacitado tras pedir asilo político en un puerto de entrada el año pasado, fue liberada el jueves tras permanecer bajo custodia federal por 11 meses, según lo confirmó su abogado.
María Vandelice de Bastos y su nieto Matheus da Silva Bastos solicitaron refugio en agosto del año pasado después de que un policía, fuera de servicio, la amenazara a ella y a su nieto luego de que ella recurriera a la prensa para denunciar las horribles condiciones en la escuela de Matheus, de acuerdo con su solicitud de asilo político.
A pesar de que se determinó que tenía temor creíble de regresar a su país de origen, ella estuvo detenida en El Paso desde entonces, mientras que su nieto, quien padece de severa epilepsia y autismo, fue transferido a un centro de detención en Chicago y posteriormente a un centro estatal en Connecticut debido a que necesita de cuidado constante.
Vandelice de Bastos fue liberada después de que se le otorgara la libertad condicional humanitaria por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y de inmediato salió de El Paso para ver a su nieto, según dijo su abogado, Eduardo Beckett.
“Ella dijo que la primera cosa que haría el sábado era ir a verlo, y estaba muy emocionada de poder hacerlo”, dijo Beckett.
A pesar de su liberación, el proceso de asilo político de Vandelice de Bastos aún no termina. El juez de inmigración en El Paso, William Abbott, desestimó su solicitud de asilo político y Beckett dijo que ahora deben averiguar si le piden al juez que reconsidere el caso o pedirle al Consejo de Apelaciones Migratorias a que haga una revisión.
“Normalmente apelaríamos de manera automática, pero en este caso encontramos más evidencia hacia el final que no fue presentada al juez”, dijo. “Pero ella estará libre bajo fianza durante todo el tiempo que el caso permanezca pendiente”, dijo.
Los solicitantes de asilo político deben demostrar que tienen temor a la persecución en sus países de origen debido a su “raza, religión, nacionalidad, membresía a un grupo social en particular, u opinión política”.
Beckett dijo que debido a que Vandelice de Bastos habló en contra de la escuela y la administración, weso podría considerarse un acto de expresión política, y dijo que el hecho de que fue amenazada por la Policía significa que ellos no tienen la capacidad de protegerla.
Pero el juez determinó que el oficial fuera de servicio estaba actuando en apego a su capacidad privada, y no en su papel de oficial de la Policía, por lo que desestimó la solicitud.
Aún no se sabe por qué Vandelice de Bastos y su nieto fueron detenidos y luego separados. Ellos pidieron asilo político en el puerto de entrada —lo cual según la administración de Trump es la forma correcta de pedir asilo político— en lugar de cruzar la frontera de manera ilegal evitando los puertos de entrada, y fueron separados meses antes de que se implementara la política de “cero tolerancia” del presidente Trump, la cual separó a miles de familias inmigrantes.
Vandelice de Bastos sí había sido deportada con anterioridad del país: Beckett dijo que ella visitaba Estados Unidos con frecuencia utilizando una visa válida por años hasta que oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza la detuvieron en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York en el 2007.
Fue entonces que Beckett dijo que ella había admitido haber estado trabajando como niñera de manera informal, de acuerdo con sus documentos en el expediente de su caso. Al final se le prohibió volver a entrar a Estados Unidos y firmó una notificación en la que se le prohibía “entrar, intentar entrar, o quedarse en Estados Unidos” por un período de cinco años.
Tampoco se sabe si Vandelice de Bastos tendrá la custodia total de Matheus una vez que se reúnan en Connecticut, debido a que él se encuentra actualmente bajo el cuidado de una dependencia estatal, según Beckett. Ella tiene la custodia legal de su nieto por medio de un tribunal brasileño.
“Ella tendrá que ir a Corte, tendrá que presentar evidencia y tendrá que convencer al tribunal que ese es el mejor interés para su nieto”, dijo.
Pero al menos por ahora, dijo Beckett, ella finalmente podrá ir a verlo.
“Ella está muy feliz de poder hacer eso”, dijo Beckett.