El Diario de El Paso

Prohíben la entrada en restaurant­e a cliente racista

- Kristine Phillips/The Washington Post

Odessa, Texas – La cuenta fue de 108.73 dólares. Su propina: cero dólares. ¿Por qué cero? Los clientes aparenteme­nte se aseguraron de que Khalil Cavil se enterara.

Encerraron en un círculo su nombre impreso en el recibo y escribiero­n un recado: “No les damos propina a los terrorista­s”.

Cavil es un mesero de 20 años, mitad afroameric­ano, mitad anglosajón, que habla abiertamen­te de su fe cristiana y que planea hacer una carrera en teología. “Khalil” era el nombre de un amigo de su padre que murió en un accidente. Su

padre le guardaba cariño a su amigo, y le gustó el nombre, el cual significa “amigo” en árabe. Por lo que llamó a su hijo en su honor, de acuerdo con la madre de Cavil.

Quizás fue el nombre de su hijo, o su apariencia, o ambos, lo que ocasionó que los clientes acusaran a Cavil de ser un terrorista, dijo Jamie Swindle, pero no podía estar segura.

“No sé qué es lo que estas personas estaban pensando”, dijo al Washington Post. “Ellos miraron el nombre, lo vieron a él… no creo poder nunca entender por qué alguien haría una cosa así”.

Comensal deja nota a mesero diciendo “no doy propina a terrorista­s”

Cavil, un mesero de Odessa, dijo que el recado que recibió el sábado por la noche de una de sus mesas lo dejó sin palabras y “hasta enfermo del estómago”. El siguiente día, posteó una imagen del recado en Facebook, donde ha sido compartido unas 19 mil veces y ha amasado cerca de 8 mil comentario­s, la mayoría de los cuales positivos.

“Comparto esto porque quiero que la gente entienda que esto es racismo, y que este tipo de odio aún existe. Aunque esto no es nada nuevo, aún sigue siendo algo que pone a prueba nuestra fe”, según escribió Cavil, quien no respondió a una petición del Washington Post para dar un comentario.

No se sabe quiénes eran esos clientes (Cavil redactó la informació­n personal de la persona cuya tarjeta de crédito fue utilizada para pagar por la comida). Pero Terry Turney, jefe de operacione­s del Saltgrass Steakhouse, donde Cavil trabaja, dijo que dicho cliente ha sido vetado del restaurant­e.

“Nosotros defendemos y apoyamos a nuestro empleado”, dijo Turney en un comunicado. “El racismo, en cualquiera de sus formas, es inaceptabl­e”.

Algunos que lo apoyan han encontrado maneras de enviarle a Cavil dinero en compensaci­ón por la propina que no recibió. En un post de Facebook el miércoles, Cavil les dio las gracias a aquellos que le han enviado dinero.

Pero dijo que, “Quiero poner muy en claro que esto no tiene nada que ver con la propina ni con el dinero. Se trata de poner al racismo en tela de juicio y de compartir el amor de Jesús. Se trata de dar pie a una conversaci­ón debido a que yo creo que un verdadero cambio es posible cuando comencemos a hablar de este asunto y reconocer de que aún existe”.

Cavil pasó dos años en la Universida­d de Odessa y pronto se mudará a Dallas, donde buscará obtener un título en teología en la Universida­d Bautista de Dallas, según dijo su madre.

Varios incidentes similares han sido reportados en los últimos dos años. En agosto del 2016, por ejemplo, una mesera en Harrisonbu­rg, Virginia, dijo que ella no recibió una propina de parte de un cliente que le dejó un recado, el cual decía: “Sólo le damos propina a los ciudadanos”. Sadie Karina Elledge nació en Estados Unidos, pero tiene descendenc­ia hondureña y mexicana.

En marzo del 2017, cuatro clientas latinas dijeron que un mesero en un restaurant­e del sur de California se rehusó a darles servicio hasta que no le demostrara­n que eran residentes.

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el MensaJe, en el recibo de pago

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