Acechan plagiarios a menores ‘separados’
Delincuencia complica reunificación familiar, advierte diplomático
La vida, ya en Estados Unidos, de los menores separados de sus familias al cruzar la frontera no es fácil.
La delincuencia organizada no da tregua a los cientos de menores migrantes centroamericanos que aún se encuentran bajo custodia del Gobierno de Estados Unidos. Incluso pone en riesgo la reunificación.
“Existen muchas personas que se hacen pasar como sus padres o familiares, pero no es así. Hay ‘coyotes’, extorsionadores que buscan secuestrar a los niños para pedir dinero a sus familias en Guatemala”, comentó Pablo César García Sáinz, viceministro guatemalteco de Relaciones Exteriores.
A la incertidumbre que enfrentan los menores –sobre si podrán reunirse con sus padres– se suma el acecho de los presuntos plagiarios, señaló el diplomático durante una visita realizada a los diferentes albergues de menores migrantes en el Condado de El Paso.
El embajador García acompañó en su recorrido a la primera dama de Guatemala, Patricia de Morales, quien viajó de manera expresa a la frontera para garantizar el bienestar de los menores detenidos.
Les guio en el recorrido Tekandi Paniagua, cónsul guatemalteco en Del Río, Texas, con circunscripción en El Paso.
“Muchas veces cuando los niños están en los albergues, aparecen personas que se comunican con las familias en Guatemala y se hacen pasar por funcionarios migratorios de Estados Unidos o de diferentes consulados”, ahondó Paniagua.
“Entonces piden dinero para reunificar a los niños o para obtener algún alivio migratorio”, dijo.
Se trata de nuevas modalidades de extorsión a migrantes, en palabras de Paniagua. “Y están sorprendiendo a muchas familias”, agregó.
Esta modalidad delictiva complica las reunificaciones familiares, y ha obligado a las autoridades consulares a agilizar los procesos que garanticen el parentesco de los niños con quienes los reclaman.
“La labor es constatar que realmente se le está entregando el niño a sus familiares, por medio de entrevistas personales, evidencias legales, información en el Gobierno de Guatemala y en algunos casos muy extremos la aplicación de una prueba de ADN”, dijo el embajador García, entrevistado por El Diario de El Paso.
Señaló que por eso piden cautela a los propios menores detenidos en albergues de El Paso, para evitar que ellos o sus parientes se conviertan en víctimas de los delincuentes.
Largo recorrido
El lunes, la primera dama guatemalteca y el viceministro García, visitaron los refugios Upbring, Casa El Paso y el campamento temporal en Tornillo, en un primer día de gira por la frontera.
“El objetivo es garantizar el bienestar de los menores, saber de primera mano la atención que han recibido, cada uno de los procesos que están afrontando y seguir con el trabajo de reunirlos con sus familias”, dijo García.
Guatemala es uno de los países de Centroamérica con más afluencia de menores no acompañados que llegan al país buscando asilo político o aventurándose a cruzar la frontera de forma ilegal.
“Nos hemos dado cuenta que los niños están siendo tratados bien, se encuentran en buen estado físico y anímico. Están esperanzados de pronto reunirse con la familia que tienen aquí en los Estados Unidos”, expresó el viceministro.
Los menores oscilan entre los 13 y 17 años, en la mayoría de los refugios, empero, en el refugio Casa El Paso residen menores que van desde los cinco a los 12 años, informaron.
“Los pequeños cuentan con papelería pendiente, situaciones como que sus papás tengan casos pendientes o continúan en detención”, dijo Paniagua.