Conviértase en héroe y colabore con los maestros
Chicago— Hay un último momento en cada rutina de la vida de los padres: La última vez que carga a su hijo apoyado en su cadera, la última vez que le lee una historia a la hora de dormir, la última vez que le hace una fiesta infantil.
Esta semana marca un importante hito para mí: Será el primer mes de agosto que no tendré que comprar útiles escolares para mis hijos.
¡Lo cual me fascinó!
Mi hijo más pequeño cursa el último grado en la preparatoria y solamente tomó un par de folders, un bolígrafo y un cuaderno de un gabinete y se fue a la escuela.
Ya no tendré que buscar la mochila adecuada, no más batallas acerca de si el nuevo iPhone debe ser considerado como un “útil escolar”, ya estoy fuera de eso.
La Federación Nacional de Tiendas al Detalle estima que las familias gastarán un promedio de 684.79 dólares en las compras para el regreso a la escuela de este año.
Esa cifra es todavía más alta para los latinos: se espera que los padres de alumnos hispanos en Estados Unidos van a gastar 148 dólares más, o sea un total de 833 dólares, en los útiles escolares.
Todas esas cantidades ascienden a un total de 27.5 billones de dólares e incluyen desde ropa y zapatos nuevos hasta calculadoras de gráficas, loncheras y una tonelada métrica de pegamento.
Pero no se preocupen, la economía no se verá afectada en este año porque me quedaré en casa y no participaré en las ventas de regreso a clases: porque soy maestra. Aún conservo un suministro de pañuelos desechables, decoraciones para el salón, marcadores lavables, lápices y una gran cantidad de papel autoadhesivo para notas.
Un impactante 94 por ciento de los maestros de las escuelas públicas tradicionales, no en las charters, invierten su propio dinero en adquirir suministros para el salón de clases, de acuerdo al Centro Nacional para las Estadísticas de Educación, NCES por sus siglas en inglés.
Los maestros de primaria tienen ligeramente más probabilidades que los maestros de preparatoria de gastar para el beneficio de sus alumnos.
Tampoco es algo insignificante: el NCES estima que los maestros que acostumbran gastar su propio dinero para adquirir artículos de papelería para su salón de clase y que no le es reembolsado, gastaron un promedio de 479 dólares durante el año escolar 2014-15.
Los maestros de los distritos escolares urbanos pagaron un poco más, 526 dólares, y los maestros rurales desembolsaron un poco menos, 442 dólares: aunque sigue siendo una cantidad importante.
Mi esposo también es maestro, y el año escolar pasado, gastamos mucho más que el promedio nacional debido a que estuve trabajando en una escuela con pocos recursos en donde más del 90 por ciento de los estudiantes provenían de familias de bajos recursos.
No sólo compré materiales como tarjetas educativas, libros y juegos de mesa para propósitos educativos, sino que también pagué de mi bolsillo un desarrollo extra profesional.
Además, también compré algunas colaciones para mis hambrientos estudiantes y útiles escolares adicionales para los niños que nunca habían tenido lápices ni borradores, un día, le di literalmente a una estudiante una prenda de ropa que traía sobre mi espalda porque ella la necesitaba más que yo.
Los maestros que tienen alumnos necesitados tienen una gran cantidad de historias lacrimógenas. Aunque de vez en cuando se convierten en historias felices que se hacen virales.
Un buen samaritano de Pensacola, Florida, le dio recientemente 40 dólares a una maestra de Inglés que se encontró en Walmart con un carrito lleno de útiles escolares para sus alumnos. También le agradeció que estuviera comprometida con su trabajo.
Otra maestra de Chicago, recibió donativos en efectivo por un total de 530 dólares, después que sus compañeros pasajeros de un vuelo a Florida la escucharon hablar acerca de cuántos de sus alumnos de primer grado provenían de familias tan pobres que usualmente asistían a la escuela con hambre, y muchas veces tampoco tenían una casa en dónde vivir.
En el mes de julio, las tiendas Target les otorgaron a los maestros un 15 por ciento de descuento en los útiles escolares. Esto deja de manifiesto el hecho de que, con la excepción de unos cuantos maestros que tienen suerte con la generosidad de extraños –ya sea que hayan estado en el lugar correcto en el momento correcto o hayan recaudado el dinero en plataformas de financiamiento público para la educación como el sitio DonorsChoose.org– la mayoría de los maestros absorben el costo para proporcionarles a sus alumnos la mejor experiencia escolar posible.
¿Cómo le hacen para hacer ese desembolso, si sabemos que todos los maestros del país no están bien pagados en comparación con la cantidad de educación que necesitan para obtener una certificación para ser educadores?
Durante el año escolar del 2015-16, el 18 por ciento de los profesores tuvieron un empleo fuera del sistema escolar y otro 20 por ciento impartieron clases de verano con el fin de obtener unos ingresos extras para sus estudiantes.
El inicio del año escolar es un momento para colaborar. Si va a reunirse con los maestros de sus hijos, conviértase en un héroe y pregúnteles si puede ayudarlos con los útiles escolares.
Lo mejor sería que les enviara unas cuantas cajas de pañuelos desechables o una botella de desinfectante para las manos. Sólo le costará unos cuantos dólares y le garantizo que los maestros de sus hijos se lo agradecerán mucho.