El Diario de El Paso

¿Ted Cruz o Beto O’Rourke?

- Ross Ramsey

Un nuevo sondeo asegura que el republican­o Ted Cruz y el demócrata Beto O’Rourke están a cuatro puntos porcentual­es de diferencia en su competenci­a por el Senado de Estados Unidos.

Le siguen una serie de encuestas con diferencia­s de un solo dígito entre el actual ocupante del escaño y su contrincan­te lo cual ha acumulado varias alertas que tienen asustados a algunos republican­os y soñando a algunos demócratas.

Abby Livingston de The Texas Tribune escribió sobre los detalles del nuevo sondeo realizado por NBC News y Marist Poll, mientras que Alex Samuels del Tribune consultó una serie de sondeos realizados enTexas y le preguntó a algunos expertos qué significan todos ellos.

Aunque no se trata de las encuestas, sino de lo cerrada que podría estar la competenci­a.

Texas está decidido a deshacerse de la opción de votar directamen­te por todos los candidatos de un solo partido en el 2020, aunque aún estará disponible para los electores en este mes de noviembre.

En los 10 condados más grandes del estado, casi dos terceras partes de los electores emiten su voto a favor del candidato importante de un partido en lugar de analizar a los demás que aparecen en la boleta, competenci­a por competenci­a.

Eso significa que en una competenci­a cerrada la llamada competenci­a estelar a la que los votantes están poniéndole atención podría producir un efecto de favoritism­o diferente a lo que podría lograr una competenci­a dispareja.

Se trata de la idea “el oleaje levanta a todos los botes”. Si un partido tiene un resultado desigual en un lugar, como en Texas, con el voto directo por todos los candidatos de un partido, los demás candidatos pueden beneficiar­se de las actuacione­s de sus candidatos estelares.

Pero aun cuando los candidatos principale­s queden cortos si sus derrotas son lo suficiente­mente estrechas pueden favorecer a los demás candidatos.

Eso sucede, hasta cierto punto, aun en elecciones en las que no hay una votación directa por todos los candidatos de un partido, los partidos de muchos presidente­s anteriores han sufrido derrotas en las elecciones de medio término como ésta, debido a que los votantes le querían enviar un mensaje al que estuviera en la Casa Blanca.

Las competenci­as gubernamen­tales que están en la cima pueden tener una falla. En 1998, George W. Bush superó al demócrata Garry Mauro, con el 68 por ciento de la votación, contra el 31 por ciento de Mauro. Eso dejó por lo menos a dos candidatos demócratas estatales John Sharp y Paul Hobby preguntánd­ose qué fue lo que pasó.

Sharp concluyó con 68 mil 731 votos de los 3.7 millones de votos que se sufragaron detrás de Ricky Perry en la competenci­a para sub-gobernador. La derrota de Hobby para el puesto de contralor fue aún más pequeña, justo 20 mil 223 votos lo separaron de la ganadora, Carole Keeton Rylander.

¿Qué hubiera pasado si Bush no hubiera aportado esa considerab­le ventaja?

Cuatro años antes, Bush derrotó a Ann Richards, quien estaba en funciones, por menos de ocho puntos porcentual­es. Los demócratas ganaron las siguientes cinco competenci­as estatales en las urnas.

Desde entonces, los republican­os han dominado la política de Texas, usualmente por grandes márgenes. Sin embargo, los sondeos sobre la competenci­a para el Senado de Estados Unidos de este año, alientan la especulaci­ón.

Aun si los republican­os continúan su racha ganadora, una victoria por cinco puntos podría jugar de manera diferente en la boleta, que una victoria más típica de 20 puntos.

Un congresist­a republican­o de un distrito indeciso Will Hurd de Helotes o de un distrito que está muy reñido el grupo que incluye a Pete Sessions de Dallas, John Culberson de Houston y, tal vez, John Carter de Georgetown podrían estar en peligro por la delgada capa que cubre la competenci­a al Senado.

Hurd está en un verdadero distrito indeciso, que ha sigo ganado por candidatos de los dos partidos. De manera notable, está solo entre los republican­os de la delegación congresist­a de Texas, que podría arrojar cierta luz entre él y la administra­ción Trump.

También obtuvo la mitad de los seguidores de Facebook, junto con O’Rourke durante el año pasado, cuando los dos recorriero­n el país para hablar de política.

Si la carrera al Senado es cerrada por encima de él, todo eso podría ser una importante protección contra la demócrata Gina Ortíz Jones y el libertario Rubén Corvalan.

Sessions y Culberson están en un territorio diferente, defendiend­o históricam­ente distritos seguros republican­os en contra de los vigorosos desafíos de los demócratas que están bien financiado­s.

Los contrincan­tes de Sessions son el demócrata Colin Allred y la libertaria Melina Baker, Culberson enfrentará a la demócrata Lizzie Pannill Fletcher en noviembre.

Los resultados dependerán de muchas variables: quien atraerá a los votantes, cuál publicidad será más efectiva, la popularida­d de Trump, y demás cosas. La competenci­a que esté por encima de ellos es otra causa.

Por supuesto que los demócratas quieren que O’Rourke gane la competenci­a principal ya que son demócratas.

Pero si pierde, por lo menos quieren que sea una competenci­a cerrada.

Eso podría generar algunas victorias para los candidatos que estarán más abajo en la boleta y darle a los especulado­res políticos algo de qué hablar.

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