Dictan 15 años de cárcel a oficial que mató a adolescente
El incidente ocurrió en abril de 2017, en un suburbio de Dallas
D allas, Tx.— Un ex policía blanco fue sentenciado a 15 años de prisión el miércoles por la noche después de ser declarado culpable, el día anterior, de asesinato de un menor desarmado de 15 años, luego que disparó contra un automóvil lleno de adolescentes afroamericanos que salían de una fiesta casera en los suburbios de Dallas.
La condena a Roy Oliver por la muerte de Jordan Edwards en abril de 2017 fue dictada por el mismo jurado que emitió el veredicto. También fue multado con 10 mil dólares. Los fiscales buscaban un mínimo de 60 años en prisión.
La familia de Edwards elogió a los fiscales y al veredicto, pero dijo que la sentencia era demasiado indulgente.
Charmaine Edwards, la madrastra de Jordan, dijo de Oliver que “en realidad puede volver a ver la vida después de 15 años y eso no es suficiente porque Jordan no puede volver a ver la vida”.
El grupo Mothers Against Police Brutality, con sede en Dallas, expresó su descontento con la sentencia y dijo en un comunicado que lo que Oliver recibió “no guarda proporción con su crimen”.
El equipo de defensa de Oliver dijo que ya había comenzado el proceso de apelación. Sus abogados dijeron que sería elegible para libertad condicional después de 7 años y medio, pero también dijeron que estaban preocupados por su seguridad en prisión y que las autoridades tomarán precauciones adicionales para protegerlo.
El veredicto marcó una condena de asesinato extremadamente rara en casos de tiroteos que involucraron a oficiales de Policía en servicio. Daryl Washington, un abogado del padre de Edwards, dijo que aunque podría haber sido más larga, la sentencia todavía envía un mensaje.
“Sabemos que hay padres en todo el país a quienes les encantaría ver a la persona que segó la vida de su hijo pasar los próximos 15 años en prisión”, dijo.
Oliver era un oficial de Policía en la comunidad de Balch Springs cuando él y su compañero respondieron a reportes de presunto consumo de alcohol en la fiesta. Oliver disparó contra un automóvil que transportaba a Edwards y sus amigos, y luego dijo que temía que el vehículo avanzara y pusiera en peligro a su pareja policiaca. Edwards, que estaba en el asiento del acompañante, recibió un disparo.
El jurado deliberó a última hora de la noche antes de decidirse por una sentencia de prisión. Anteriormente, escucharon a la madre de Oliver, Linda, quien dijo que su hijo era un buen hombre y un padre devoto y le pidió al jurado una sentencia de cinco años, diciendo que su pequeño nieto necesita el apoyo de su padre.
“Necesita el amor de su padre. Necesita los ingresos de su padre. Necesita la guía de su padre”, dijo.
La esposa de Oliver también testificó y dijo en español a través de un intérprete que estaba preocupada por su hijo de 3 años, que es autista. Pero la media hermana del ex oficial se puso en contra de él, diciendo que se sintió obligada a hacerlo luego de escuchar testimonios durante el juicio y que esperaba que “consiguiera lo que se merece”.
El miércoles, el fiscal del distrito de Dallas, Faith Johnson, dijo que Oliver era un “asesino en uniforme azul” y les dijo a los integrantes del jurado que podrían enviar un mensaje de que los malos oficiales no serán tolerados.
Inicialmente, la Policía dijo que el vehículo retrocedió hacia los oficiales “de manera agresiva”, pero luego admitió que el video de la cámara corporal mostraba que el vehículo avanzaba a medida que los agentes se aproximaban. El compañero de Oliver le dijo al jurado que no creía que su vida estuviera en peligro.
Los investigadores dijeron que no se encontraron armas en el vehículo. Oliver fue despedido del Departamento de Policía de Balch Springs días después del tiroteo.
El jurado, que contó con dos afroamericanos de un total de 12 jurados y dos suplentes, absolvió a Oliver por dos cargos menores de ataque agravado derivados del tiroteo.
Es extremadamente raro que los agentes de Policía sean juzgados y condenados por asesinato por disparar mientras están de servicio. Sólo seis policías no federales han sido condenados por asesinato en tales casos –y cuatro de esas condenas fueron anuladas– desde 2005, según datos compilados por el criminólogo y profesor de Bowling Green State University, Phil Stinson.
El padre de Edwards también ha presentado una demanda civil en relación con el tiroteo. La decisión del jurado no se trata sólo de Jordan Edwards, sino de todos los hombres y mujeres afroamericanos que han sido asesinados y no han recibido justicia, dijo Washington, el abogado del padre del adolescente.