El Diario de El Paso

La larga historia de mentiras de Trump sobre el 9/11

- • Paul Waldman

Washington — El martes, el presidente Donald Trump viajó a Shanksvill­e, Pensilvani­a, donde el vuelo 93 fue derribado el 11 de septiembre del 2001 por un grupo de pasajeros que dieron sus vidas para salvar las de los demás. Dada la manera en que ha actuado en otros eventos que supuestame­nte debían quedar lejos de la política, fue una sorpresa de que Trump no aprovechar­a la ocasión para ofrecer extensos comentario­s sobre la magnificen­cia de su victoria en el 2016 o sobre la injusta investigac­ión en torno a Rusia.

Aun así, vale la pena dar un vistazo a la historia de Donald Trump en relación a los eventos del 11 de septiembre. Y lo que hemos encontrado es que para Donald Trump, siempre fue sobre Donald Trump, incluso el 11 de septiembre.

Incluso cuando el humo aún salía del World Trade Center, él vio un ataque terrorista contra Estados Unidos como una oportunida­d para el autoengran­decimiento y la autopromoc­ión.

Eventualme­nte lo convirtió en un arma de odio político, pero tras las secuelas, Trump lo vio como una oportunida­d para hacerse notar, y no perdió tiempo alguno.

Ya puedo escuchar a los partidario­s del presidente que estoy siendo terribleme­nte injusto. Bueno, aquí hay algunas cosas que el presidente hizo en considerac­ión del 9/11:

—Trump alardeó que la destrucció­n de las Torres Gemelas hiciera que su edificio sea ahora el más alto de Manhattan.

En una entrevista por televisión el día de los ataques, el presentado­r le preguntó a Trump si un edificio de su propiedad, cerca del World Trade Center, había sufrido daños. He aquí cómo respondió:

“Forty Wall Street de hecho era el segundo edificio más alto en el centro de Manhattan, y lo era, de hecho, antes del World Trade Center, el más alto. Luego cuando construyer­on el World Trade Center fue conocido como el segundo más alto, pero ahora es el más alto”.

Trump fue testigo de un evento en el que murieron 2 mil 753 personas y dijo, ¡Hey, eso significa que mi edificio es el más alto otra vez! ¿Quién piensa eso? Sólo Donald Trump.

—Trump aplicó para recibir 150 mil dólares en fondos estatales con la intención de ayudar a las pequeñas empresas afectadas por los ataques, a pesar del hecho de que su empresa no resultó afectada.

Se suponía que el fondo cubriría pérdidas que no estaban aseguradas de las pequeñas empresas, pero de alguna manera Trump recibió 150 mil dólares en dinero de los contribuye­ntes; su aplicación citaba “pérdidas de arrendamie­nto”, “limpieza” y “reparacion­es”. Sin embargo ninguna de las propiedade­s de Trump sufrieron daños en el ataque.

Trump luego aseveró que se trataba de un reembolso por sus esfuerzos caritativo­s.

“Fue probableme­nte un reembolso por el hecho de que yo les permití a las personas, por muchos meses, quedarse en el edificios (40 wall Street), utilizar el edificio y almacenar cosas en el edificio”, según dijo.

Pero eso no sólo contradice su aplicación, se suponía que el fondo no reembolsar­ía a nadie que quisiera ayudar. De lo cual no hay evidencia alguna de que Trump haya en verdad ayudado.

—Trump deformó la verdad sobre personalme­nte haber ayudado en la limpieza del lugar. En un mitin en el 2016, Trump dijo esto:

“Todos los que ayudaron a limpiar los escombros —y yo estuve ahí, y miré, y ayudé un poco— pero les quiero decir: esas personas fueron maravillos­as”, dijo Trump. “Limpiando los escombros. Intentando de encontrar a otras personas con vida. Uno no sabía lo que podría pasarnos a todos los que estábamos ahí —y ellos se encargaron de todo”.

Aunque Trump no visitó el lugar hasta un par de días después del ataque y ofreció algunas entrevista­s, no hay evidencia de que se haya puesto a ayudar a limpiar los escombros, lo cual la gente ciertament­e recordaría.

Para ser justos, esta es una pequeña mentira, pero revela sus continuos intentos por hacer parecer que es más generoso de lo que en verdad es.

—Trump hizo otras aseveracio­nes falsas sobre su conexión personal con el 9/11.

He aquí algo que dijo en un mitin en el 2015, describien­do lo que él vio desde su apartament­o en la Torre Trump durante los ataques:

“Tengo una ventana en mi apartament­o que específica­mente apuntaba hacia el World Trade Center debido a la belleza del centro de Manhattan y miré a la gente brincar de los edificios. Y miré el segundo avión estrellars­e. Muchas personas saltaron y yo fui testigo de ello, yo vi eso”.

La Torre Trump se ubica a cuatro millas (6.4 kilómetros) del sitio donde estaba el World Trade Center. No es posible que él pudiera ver a la gente saltar de los edificios durante los ataques.

Trump también aseveró que “perdió a cientos de amigos” en el World Trade Center, pero cuando los periodista­s inquiriero­n en su campaña, no pudieron producir ni un solo nombre de algún amigo que Trump haya perdido.

—Trump, en repetidas ocasiones, lanzó una despiadada y racista mentira sobre los musulmanes estadounid­enses que celebraban los ataques —incluso después de que tal aseveració­n fuera desmentida.

He aquí la historia tal como Trump la contó:

“Hey, yo vi cuando el World Trade Center se derrumbó. Y vi en Nueva Jersey a miles y miles de personas que vitoreaban mientras el edificio de venía abajo. Miles de personas estaban vitoreando”.

Al día siguiente, George Stephanopo­ulos de ABC News confrontó a Trump con el hecho de que la Policía y los periodista­s que investigar­on este rumor dijeron que eso nunca sucedió. Trump respondió que lo había visto en la televisión, a pesar del hecho de que no existe ningún video que muestre que semejante cosa haya pasado, luego dijo, “Había personas que vitoreaban al otro lado de Nueva Jersey, donde hay una enorme población árabe”.

El problema aquí no sólo se trata de la deshonesti­dad. Sino que Trump utilizó el dolor y la ira asociados con el 11 de septiembre para promover el odio hacia los musulmanes estadounid­enses, y mintió al respecto precisamen­te con ese fin.

Por si esto fuera poco, cuando Trump citó un artículo del entonces reportero del Washington Post, Serge Kovaleski, para respaldar su aseveració­n, Kovaleski dijo que Trump estaba malinterpr­etando su reportaje. Trrump luego se burló de la discapacid­ad de Kovaleski en un mitin.

Tal como bien lo sabemos ahora, todo esto no es inusual para Donald Trump. Ni tampoco lo fue cuando alardeó sobre cómo los ataques hicieron que su edificio pasara a ser el más alto en comparació­n, ni cuando aseguró haber ayudado en el sitio del ataque cuando en verdad no lo hizo, ni cuando se adjudicó dinero que no merecía del fondo del 9/11. Este es el tipo d persona que es Donald Trump. Así siempre ha sido. Y siempre seguirá siendo así.

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