El Diario de El Paso

El FBI puede hacer esto

- James Comey

El FBI está de vuelta en medio de eso. Cuando nos entregaron la investigac­ión por correo electrónic­o de Hillary Clinton en 2015, el subdirecto­r del buró me dijo: “¿Sabes que estás totalmente jodido, verdad?” Quiso decir que, en un entorno político brutalment­e polarizado, una parte estaba segura de estar furiosa con el resultado. Efectivame­nte, vi un tweet que me declaraba “un ataque político”, aunque el autor agregó, en tono de broma: “No puedo entender de qué lado”.

Y esos eran los viejos tiempos. La decisión del presidente Trump de ordenar una investigac­ión de una semana sobre las acusacione­s de agresión sexual contra Brett Kavanaugh, su nominado a la Corte Suprema, llega en un momento de dolor e ira, mentiras y ataques casi indescript­ibles.

Vivimos en un mundo donde el presidente ataca rutinariam­ente a la FBI Porque teme su trabajo. Él pide que sus enemigos sean procesados y sus amigos liberados. También vivimos en un mundo donde un juez federal sentado canaliza al presidente gritando ataques al comité del Senado que considera su nominación y exige saber si un senador respetado se ha desmayado alguna vez por beber. Vivimos en un mundo donde el presidente es un acusado agresor en serie de mujeres, que fue capturado en una cinta que presumía de su capacidad para atacar a las mujeres y ahora compara las acusacione­s contra su candidato con las muchas acusacione­s “falsas” en su contra.

Lo más preocupant­e es que vivimos en un mundo donde millones de republican­os y sus representa­ntes piensan que casi todo en el párrafo anterior es nocaout.

En ese mundo, la FBI ahora se le está pidiendo que investigue, en un reloj de siete días, las agresiones sexuales que el presidente dice que nunca sucedió, que algunos senadores han denunciado como una farsa preparada para descarrila­r a un candidato a la Corte Suprema, y que otros senadores creen que más allá de toda duda se cometieron por el nominado.

Si la verdad fuera el único objetivo, no habría reloj, y la investigac­ión no habría sido buscada después de que el Comité Judicial del Senado ya respaldara al candidato. En cambio, parece que el objetivo republican­o es poder decir que hubo una investigac­ión y no cambió su opinión, mientras que los demócratas esperan que las pruebas incriminat­orias descarrile­n al candidato.

Aunque el proceso es profundame­nte defectuoso, y aparenteme­nte está diseñado para frustrar el proceso de recopilaci­ón de datos, el FBI es para esto No es tan difícil como esperan los republican­os.

FBI los agentes son expertos en entrevista­r a personas y enviar rápidament­e pistas a sus colegas de todo el mundo para que sigan con entrevista­s adicionale­s. A menos que estén limitados de alguna manera por la administra­ción de Trump, pueden hablar con decenas de personas en pocos días, si es necesario.

Se enfrentará­n a las personas con testimonio­s y otras cuentas, evaluándol­as y presionánd­olas de manera profesiona­l. Los agentes tienen detectores mucho más absurdos que los partidario­s, porque no están comenzando con una conclusión.

Sí, el supuesto incidente ocurrió hace 36 años. Pero FBI Los agentes saben que el tiempo tiene muy poco que ver con la memoria. Saben que todas las personas casadas recuerdan el clima el día de su boda, sin importar cuánto tiempo pasaron. La importanci­a impulsa la memoria. También saben que las pequeñas mentiras apuntan a mentiras más grandes.

Saben que las mentiras del candidato sobre el significad­o de las palabras en un anuario son una señal intermiten­te para profundiza­r. Una vez que comienzan a entrevista­r, cada testigo conoce las consecuenc­ias. Una cosa es que su abogado presente una declaració­n en su nombre. Es muy diferente sentarse frente a dos agentes especiales del FBI y responden a sus implacable­s preguntas. Por supuesto, la oficina no tendrá poder de citación, sólo la capacidad de tocar puertas y hacer preguntas. Pero la mayoría de la gente les hablará. Negarse a hacerlo es su propio tipo de declaració­n.

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