CÓMPLICE FUTURISTA
La Toyota CH-R destaca por su personalidad futurista. Pareciera que fue enviada a nuestra era desde el futuro, por su estilo extrovertido que es una reinterpretación de lo que puede ser una camioneta.
Este diseño es lo que sucede cuando los serios diseñadores de Toyota se sueltan el pelo y se dan rienda suelta. El resultado es una grata sorpresa.
Pero CH-R no únicamente es futurista, sino que también es un cómplice de aventuras y su diseño urbano es adecuado para ir al club, pero con su altura adicional sobre el piso puede acompañar al campo a su dueño a montar bicicletas o hacer recorridos en kayak.
El techo es muy interesante, pues en su parte posterior pareciera flotar, mientras que la parte trasera tipo "fastback" le da un aspecto de auto deportivo que en una camioneta luce muy juvenil, aunque sacrifica algo de espacio para las cabezas de los usuarios del asiento trasero.
Toyota logró muy hábilmente darle aspecto de coupé a la CH-R, al combinar la inclinada línea del techo con ventanas bajas y dando un aspecto muy limpio a las puertas traseras que no muestran manijas para abrirlas, aunque en realidad las ocultó en la unión del final de las puertas, techo y ventana trasera.
Los costados tienen muy realzados los arcos de las ruedas y tienen complejas líneas de carácter. La Toyota CH-R es tan futurista que los espejos tienen generadores de vórtices para mejorar la aerodinámica del auto.
Las luces traseras son complejas y sus superficies son realzadas, aunque la iluminación no es mediante LEDs.
Es muy positivo que a pesar de su extrovertido y futurista diseño la CH-R es reconocible de inmediato como un miembro de la familia Toyota y esto es evidente en el diseño de faros, parrilla y fascia delantera.