Anuncia posible Alzheimer primera juez en Suprema Corte
Washington— Nacida en El Paso en 1931, Sandra Day O’Connor, la primera mujer en la Suprema Corte, anunció el martes en una carta, franca y personal, que fue diagnosticada de padecer “las primeras fases de demencia, y probablemente de la enfermedad de Alzheimer”.
La carta de O’Connor, de
88 años, estaba dirigida a sus “amigos y compatriotas estadounidenses”. Fue una especie de despedida de parte de una mujer que no sólo fue pionera para las mujeres en la práctica del derecho, sino también, por el cuarto de siglo que sirvió en la Suprema Corte, fungió como un voto importante en asuntos centrales de la vida estadounidense.
Sandra Day nació en El Paso, Texas; es hija de Harry Alfred Day, un ganadero, y Ada Mae (Wilkey). Creció en un rancho ganadero de 198 mil acres cerca de Duncan, Arizona. El rancho se ubicaba a unas nueve millas (14.4 kilómetros) de la carretera pavimentada más cercana. Por la mayor parte de sus primeros años en la escuela, O’Connor vivió en El Paso con su abuela materna, y asistió a la escuela privada Radford para Mujeres. Se graduó como la sexta mejor de su generación de la Austin High School en El Paso en 1946.
O’Connor dijo que los doctores la diagnosticaron hace tiempo, y que su condición había progresado al grado que ya no le permite “participar en la vida pública”. Después de su jubilación en el 2006 de la Corte Suprema, O’Connor tuvo varias presentaciones por todo el país abogando por una organización educativa que ella fundó y sirvió como juez visitante en la Corte de apelaciones, entre otras actividades. Pero dejó de dar discursos en público hace más de dos años.
“Aunque el último capítulo de mi vida lidiando con la demencia ha sido muy difícil, nada ha disminuido mi gratitud y mi profunda apreciación por las incontables bendiciones en mi vida”, según escribió. Luego agregó: “Siendo una joven vaquera del desierto de Arizona, nunca me imaginé que un día me convertiría en la primera mujer juez de la Suprema Corte de Estados Unidos”.
La revelación de O’Connor sobre su diagnóstico tuvo lugar un día después de que se publicara un artículo en el que su hijo, Jay O’Connor, dijo que su madre había comenzado a tener dificultades con su memoria a corto plazo. En el artículo se señalaba que O’Connor había dejado de hacer presentaciones en público y que recientemente había entregado una oficina que tenía en la Suprema Corte al recién retirado juez Anthony Kennedy. Jay O’Connor también dijo que debido a problemas en la cadera, su madre ahora utilizaba una silla de ruedas y que procuraba quedarse en su casa en Phoenix.
O’Connor escribió que debido a que “muchas personas habían preguntado sobre su actual estatus y actividades” ella quiso ser “abierta sobre estos cambios”.
O’Connor fungió como juez estatal antes de ser nominada a la Suprema Corte en 1981 por el presidente Ronald Reagan, quien cumplió con una promesa de campaña de nominar a una mujer a la Corte Suprema. La carta de O’Connor, dada a conocer el martes, resultó ser reminiscente de la carta de Reagan de 1994, en la que anunciaba que padecía de la enfermedad de Alzheimer. El ex mandatario murió en el 2004.
Durante más de dos décadas que O’Connor estuvo en la Corte, ella fue por lo regular el voto decisivo en casos importantes, emitiendo ese crucial quinto voto cuando la Corte llegó a dividirse 5 a 4. En la Suprema Corte, sus votos fueron votos clave en casos en torno al aborto, la acción afirmativa y el financiamiento de campañas, así como también la decisión en el caso de Bush contra Gore, resolviendo efectivamente las elecciones del año 2000 a favor de George W. Bush.
La salida de O’Connor y su reemplazo por el juez Samuel Alito inclinaron la balanza de la Corte hacia la derecha, y O’Connor nunca estuvo feliz con la dirección que la Corte tomó después de que ella se jubilara.
Sandra Day O’Connor nació en El Paso, en 1931