Advierten a maquilas recesión a causa de ‘El Donald’
Incluso estacionado y con el motor apagado el Cadillac CTS V-Series luce amenazante con su cofre de fibra de carbón y spoiler en la tapa de la cajuela
Con su mejor traje y la musculatura asomando debajo, el Cadillac CTS V-Series llegó con toda la artillería para desafiar a europeos como el Audi RS7, BMW M5 y Mercedes E63 AMG.
Incluso estacionado y con el motor apagado luce amenazante con su cofre de fibra de carbón y spoiler en la tapa de la cajuela.
Sin embargo, una vez que su corazón V8 supercargado se enciende todo se magnifica empezando por su gruñido de bestia enjaulada deseosa de salir corriendo.
No sólo son sus 640 caballos de fuerza capaces de llevarlo del 0 a 100 en 3.7 segundos; a diferencia de sus competidores alemanes, tiene tracción trasera que demanda mayor habilidad de su conductor y da la sensación de haber sido disparado desde un cañón.
Y las emociones no terminan ni siquiera al frenar, pues al hundir el pie en el pedal los enormes frenos Brembo dan la impresión de que se soltó un ancla que levantó el pavimento detrás del auto.
Pero toda esta bestialidad no significa falta de sofisticación, pues hay una obsesiva atención al detalle con las manijas exteriores iluminadas, rines forjados, asientos Recaro con ajustes de 16 vías y adornos en fibra de carbón.
Si hay algo que reclamarle es la interfaz del sistema de infoentretenimiento, pues aunque los controles son táctiles, se sienten antiguos y poco intuitivos.