Paga EU millones por narcolíderes
Ofrecen tentadoras recompensas a delatores
Jalando maletas Samsonite en color oro, repletas de billetes de 100 dólares, dos agentes encubiertos de la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA) entraron a una habitación de un hotel en la Ciudad de México.
Minutos después, un narcotraficante de bajo nivel tocó a la puerta. Los agentes miraron cuando sacó paquetes de 10 mil dólares de las maletas, colocándolos uno por uno sobre la cama. La pila de dinero, dos millones de dólares en total, eventualmente fue esparcida sobre el colchón. Cuando terminó, el hombre firmó un recibo, tomó su dinero y se fue.
Era el año de 1994. La entrega, narrada por el ex agente de la DEA, Mike Vigil, podría parecer salida de un episodio de la serie Narcos. Pero en el mundo de los informantes ultravaliosos del narcotráfico, es una ilustración del desalentador cálculo que gobierna
el largo y fallido esfuerzo de Estados Unidos para frenar el flujo de narcóticos hacia un país lleno de ciudadanos hambrientos por las drogas.
Sin embargo, más reciente aún, el ritmo al que los narcotraficantes han estado traicionando a sus jefes a cambio de riquezas ha aumentado.
Una razón podría ser el renovado énfasis en un poco conocido programa del Departamento de Estado que ha estado distribuyendo millones de dólares a soplones por más de tres décadas.
Ricos de pronto
Explotar la tentación por convertirse en multimillonario de la noche a la mañana es de lo que el Programa de Recompensas de Narcóticos (NRP) se trata. En tan sólo los últimos cinco años, ha distribuido casi 32 millones de dólares a 33 personas, con algunas recibiendo hasta cinco millones de dólares, de acuerdo con el Buró de Asuntos Internacionales Policiacos y de Narcóticos del Departamento de Estado. El programa, según dice el Gobierno de Estados Unidos, ha resultado en el arresto de casi 70 “infractores extranjeros de alto perfil” desde que éste fue creado. Su precio total: 108 millones de dólares.
El mes pasado, la administración de Trump puso el NRP de vuelta bajo los reflectores cuando el ahora ex procurador general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció que la recompensa impuesta a Nemesio Oseguera Cervantes había sido duplicada a 10 millones de dólares. Cervantes, de 52 años, es el renombrado líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación. El grupo es supuestamente “responsable de traficar toneladas de cocaína, metanfetamina y heroína cubierta de fentanilo hacia Estados Unidos”, según el Departamento de Estado.
Ese último elemento es crucial para entender la oleada de narcóticos que se esparce por Norteamérica, y cómo la Policía espera que el NRP pueda ayudar a frenarla. La heroína barata y los opioides sintéticos han estado fluyendo hacia el Norte para reemplazar los una vez fáciles de conseguir analgésicos confeccionados por las compañías farmacéuticas. El resultado ha sido una epidemia nacional, una en la que las sobredosis se han disparado a niveles nunca antes alcanzados y la expectativa de vida de los estadounidenses parece ir en declive.
Advierten violencia
Los críticos del programa de recompensas del Gobierno advierten que las enormes recompensas de dinero en efectivo incrementan la violencia de los cárteles e instan a la corrupción entre el personal de la Policía estadounidense. Pero el éxito del programa no puede ser ignorado, según argumentan sus defensores.
Los objetivos del NRP son promocionados en un sitio web del Gobierno de Estados Unidos que parece una versión barata de Tinder con fotos de perfil, breves biografías, estatura, peso e incluso color de ojos. También se enlistan en el sitio los supuestos delitos que han cometido y cuánto dinero usted recibiría si los entrega a las autoridades.
Uno de esos hombres es Fausto Isidro Meza-Flores. Conocido por el apodo de “El Chapo Isidro”, es descrito por el FBI como el supuesto jefe de una importante organización del narcotráfico que tiene su sede en Sinaloa, México. Hay varias pandillas del narco ubicadas ahí, de acuerdo con el Gobierno, algunas de las cuales conforman lo que se conoce como el Cártel de Sinaloa. (Meza-Flores no debe ser confundido con otro más famoso Chapo, el ex alumno del NRP que actualmente está siendo enjuiciado en una Corte federal en Brooklyn, Nueva York. El supuesto socio de ese Chapo en México también está en la lista del NRP.)
Estados Unidos asevera que Meza-Flores, de 36 años, es responsable de la “posesión, distribución e importación de grandes cantidades de heroína, metanfetamina, cocaína y mariguana hacia el territorio estadounidense”. De acuerdo con el sitio web, si usted lo entrega a las autoridades, usted podría obtener hasta cinco millones de dólares. (Olivia Caerville/ Bloomberg)