Agradece y alimenta al Segundo Barrio
Por 15 años, el Jalisco Café ha realizado un banquete gratuito de Thanksgiving
Para compartir un poco de lo mucho que Dios le ha dado el propietario del restaurante Jalisco Café, ubicado en el Segundo Barrio recibió a cientos de comensales que acudieron a disfrutar de un platillo de comida gratis para celebrar el Día de Acción de Gracias.
“Me siento feliz al ver que la gente saborea su comida aquí o lleva sus platillos a casa”, afirmó Héctor Chávez, mientras observaba y escuchaba a su amigo Tony cantar y tocar la guitarra, quien amenizó la tarde con música en vivo.
Durante la mañana y tarde familias enteras acudieron a disfrutar del platillo de pavo tradicional servido con todas sus porciones –elote, puré, gravy, ejotes, pan y una bebida refrescante-.
“Venimos a comer porque Héctor siempre nos invita y compartir los alimentos con nuestros semejantes”, comentó el sacerdote George Jorgueti, capellán de Casa Vida, una organización que atiende a personas con problemas con el alcohol y drogas.
Resaltó que la acción emprendida por el propietario del comedor es maravillosa porque comparte lo que Dios le ha dado y predica lo establecido en la Biblia ‘brindar ayuda al necesitado’.
“Hay gente que cree que no tiene nada o que le falta, pero todos tenemos lo necesario, solo hay que saber administrar y compartir lo que se tiene”, expresó el párroco.
Tradición
Y es que en los últimos 15 años lo que inició como una reunión familiar este hombre que dice estar bendecido por Dios, decidió compartir su tiempo, dinero y comida a los que menos tienen.
Manifestó que con la ayuda de su personal y voluntarios en esta ocasión cocinó 45 pavos para continuar con la tradición de poder servir un platillo a las personas que no tienen este día.
“Empezamos desde el lunes y terminamos esta mañana, y aunque hay cansancio me siento feliz cada vez que se abre la puerta y ver llegar a la gente. Hoy celebramos un día de gracias por todos lo que nos da el Señor”.
La señora Fernández, una de las voluntarias, acudió con su familia para sumarse a esta buena causa. “Quise que vieran mis hijos lo hermoso que es servir a los demás y sobre todo que ellos mismos participaran”, señaló visiblemente emocionada al recordar su niñez de cuando vivía en el cruce de Séptima y Hills de ese barrio que le trae grandes recuerdos.