El Diario de El Paso

Perros policía se quedan sin trabajo

Legalizaci­ón hace innecesari­o uso de canes para la detección de la mariguana

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El oficial Tulo va a entregar su placa en el mes de enero, ya que fue forzado a retirarse debido al descenso en la guerra contra la mariguana que libra el país.

En sus ocho años que ha pasado en el Departamen­to de Policía de Rifle, Colorado, Tulo, que es un labrador amarillo, ha ayudado a realizar más de 170 arrestos en esa población de 9 mil habitantes.

Sin embargo, una de sus destrezas a la usanza antigua no está fuera de demanda desde que el Estado legalizó la mariguana, sino que se ha convertido en una carga: la decisión que tomó una corte estatal significa que el agudo olfato de Tulo para detectar ese enervante pone en peligro su trabajo en otros casos relacionad­os con las drogas.

A medida que los estados y ciudades han suavizado sus leyes sobre las drogas, los perros altamente entrenados que los departamen­tos de Policía utilizan para detectar narcóticos no siempre pueden confiar en que están olfateando las cosas correctas.

“Un perro no le puede decir a uno, “Oigan estoy olfateando mariguana o metanfetam­inas”, comentó Tommy Klein, jefe de la Policía de Rifle.

“Ellos tienen el mismo comportami­ento sobre cualquier droga para la que han sido entrenados. Si Tulo nos alertara sobre un auto, nosotros ya no podemos argumentar que existe una causa probable para realizar una revisión basados sólo en su alerta”.

Los caninos más viejos que hay en el país –y 14 perros de narcóticos que están en Canadá, en donde empezaron las ventas de mariguana al detalle el mes pasado– están siendo removidos de la fuerza laboral.

Cuando el Departamen­to de Policía de Winnipeg, Manitoba, adquirió un cachorro en este año, una perra Belga Malinois que escogieron y a la que nombraron Ivy, arribó con una ventaja más moderna: No reaccionab­a a la mariguana.

En muchos lugares en donde se ha legalizado la droga, incluyendo a California, Oregon, Maine y Vermont, la mayoría de los nuevos reclutas son como Ivy, ya no están entrenados para olfatear la mariguana.

El próximo mes, la Suprema Corte de Colorado va a revisar su decisión y planea escuchar argumentos. Sin embargo, algunos departamen­tos del estado no están esperando para deshacerse de sus perros entrenados para detectar mariguana.

Arvada, una comunidad que está en las afueras de Denver, decidió retirar a uno de sus perros más viejos, Beaker, debido a ese caso y a otras decisiones de la Corte. El oficial Brian Laas le pasó las tareas que realizaba Beaker a Rudy, un perro más joven que está entrenado para detectar cuatro drogas ilegales –cocaína, heroína, éxtasis y metanfetam­inas– pero no mariguana.

Los perros que son aptos para desempeñar el trabajo no son baratos: usualmente cuesta por lo menos 6 mil dólares adquirirlo­s y miles de dólares más para entrenarlo­s.

Algunos departamen­tos policiacos en algunos estados que han legalizado la mariguana han decidido mantener a sus perros actuales y correr el riesgo con la decisión de la Corte, otros les han cambiado las tareas a los caninos, utilizándo­los en lugares en donde la mariguana sigue estando prohibida, como en las cárceles y escuelas.

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eL OFiCiAL Tulo

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