El Diario de El Paso

Es complicada la crisis de la caravana en la frontera

- Ruben Navarrete Jr.

San Diego – Hola desde la fila de enfrente de la crisis de la caravana. La frontera entre Estados Unidos y México está a tan sólo 17 millas de la Ciudad Más Bonita de Estados Unidos.

Así que, aquí están 17 observacio­nes:

Desde sus oficinas en Nueva York y Washington, los medios liberales de comunicaci­ón demostraro­n nuevamente lo poco que saben acerca de la inmigració­n, ya que algunos comentaris­tas afirmaron, después de la elección, que la caravana era una noticia falsa. Pero ya está aquí.

Los conservado­res están ansiosos por descartar la idea de que esas personas que llegaron de Centroamér­ica están solicitand­o asilo y se alteran cada vez que uno de ellos dice en una entrevista que en realidad vienen a trabajar. ¿Recuerdan cuando los de la derecha acostumbra­ban a decir que querían inmigrante­s para que trabajaran?

Cuando se llega a un país extranjero, hay que hacerlo con un poco de humildad. Muchos de los refugiados se han comportado de la mejor manera. Otros han lanzado piedras y les han aventado los botes de gas lacrimógen­o con los que los rociaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza. Nosotros ya tenemos la suficiente arrogancia, beligeranc­ia y privilegio­s en Estados Unidos, no necesitamo­s importar más de esas cosas.

¿Quién sabía que los halcones en la frontera se podían distraer fácilmente con asuntos de poca importanci­a? Muchas personas están obsesionad­as con el hecho de que muchos integrante­s de la caravana no son mujeres ni niños sino hombres jóvenes. ¿Y eso qué? ¿Eso significa que tienen menos necesidad de buscar refugio?

No es buena idea que los defensores de los inmigrante­s le resten importanci­a a los alegatos de que estuvieron lanzando piedras. Eso es un verdadero acto de violencia y una verdadera amenaza que durante años ha dado como resultado que los agentes de la Patrulla Fronteriza resultaran lesionados y en algunos casos quedaran permanente­mente ciegos por culpa de los que cruzan la frontera.

No es productivo para las fuerzas antiinmigr­antes que culpen a los padres de los migrantes por poner a sus hijos en peligro. Por el contrario, ¿quieren que sus hijos sean dañados o matados si se quedan en Honduras, Guatemala o El Salvador?

De acuerdo a los reportes de los medios de comunicaci­ón, existe un argumento en la Casa Blanca sobre si se debe permitir que las tropas de Estados Unidos que están en la frontera utilicen una “fuerza letal”. Los que se oponen son: la secretaria de Seguridad Interna Kirstjen Nielsen y su predecesor, el jefe de gabinete John Kelly. Esto es, personas que entienden la frontera.

La amenaza del presidente Trump de “cerrar la frontera” si México no controla a los centroamer­icanos que están al sur del Río Grande es una fanfarrona­da. No hay que olvidar que cerrar las casi 2 mil millas de frontera podría ser ilegal. Lo cierto es que no es posible.

Tampoco es práctico irse al otro extremo y mantener una frontera abierta. Agentes federales de inmigració­n tienen que detener a los que traten de tirar la puerta. Ése es su trabajo y deben sentirse libres de hacerlo.

Eso no significa que los agentes de la Patrulla Fronteriza no deben hacerse responsabl­es de sus acciones. Tienen que hacerlo. El rociar a los migrantes con gas lacrimógen­o, incluyendo a mujeres y niños, provocó asombro hace unas semanas en la frontera entre México y Guatemala. Y nuevamente está causando asombro lo que está sucediendo en la frontera entre Estados Unidos y México.

Los de la derecha enloquecie­ron cuando la representa­nte electa Alexandria Ocasio Cortez, demócrata por Nueva York, dijo que buscar refugio “no era un delito” para los centroamer­icanos más de lo que fue para las “familias judías que huyeron de Alemania”. Ella no estaba haciendo comparacio­nes. Ella estaba diciendo algo importante: los estadounid­enses pueden cambiar de parecer dependiend­o de quién se trate.

Hablando de racistas, en todo lo que ellos se fijan es en el color. Como cuando Ron Colburn, presidente de la Fundación de la Patrulla Fronteriza, le comentó a Fox News que los agentes de la Patrulla Fronteriza estaban frenando a los migrantes con gas pimienta de una manera tan natural que “uno puede ponerle a los nachos y comérselos”.

La hostilidad que los centroamer­icanos están enfrentand­o en México no es racismo. Se trata de otros ismos – que no son nada mejor: elitismo y clasismo. Es preocupant­e que los mexicanos – que esperan ser tratados bien por sus vecinos del norte --- traten pésimo a sus vecinos del sur.

Tan mal como esta administra­ción ha tratado a la inmigració­n, los demócratas no son la excepción. No tienen ideas, ni integridad ni credibilid­ad con los activistas que están a favor de los inmigrante­s, tomando en cuenta que frecuentem­ente tratan de sobre-compensar las deportacio­nes y aplicación de la ley como si tuvieran que demostrar que no son débiles en lo referente a la seguridad fronteriza.

Al parecer, existe un verdadero acuerdo entre Estados Unidos y México para que éste último país albergue a las personas que buscan asilo en su lado de la frontera mientras son considerad­as sus solicitude­s por Estados Unidos. Ésa no es una solución. Es tan sólo una manera de crear más problemas.

La foto de una niña pequeña de la caravana, sonriendo y ondeando una bandera estadounid­ense teniendo como fondo unas tiendas de campaña improvisad­as es inquietant­e y a la vez poético. ¿Es a esas personas a las que se supone debemos temer?

Muchas de esas personas son exactament­e el tipo que queremos en este país: gente valiente que saben tomar riesgos y que caminan cientos de millas y que literalmen­te se arrastran por debajo de alambre de púas para probar lo que muchos estadounid­enses nativos dan por hecho.

Este es un problema complicado – y recurrente. ¿Por qué la gente de Centroamér­ica sigue viniendo a Estados Unidos? Porque durante años los hemos contratado a ellos y a sus familiares. Vienen porque conocen el camino.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States