El Diario de El Paso

Aumentan los cruces por Texas

- Nomaan Merchant / Associated Press

Autoridade­s se enfocan en California

Houston, Tx.— Mientras el Gobierno del presidente Donald Trump enfoca su atención en las caravanas de migrantes que intentan cruzar la frontera sureña de Estados Unidos por California, la migración aumenta en el otro extremo de la frontera, en el sur de Texas.

El fin de semana pasado, en el Valle del Río Grande, en Texas, los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a 1 mil 900 personas que intentaban cruzar la frontera sin autorizaci­ón.

Los agentes fronterizo­s en el Valle del Río Grande detienen a aproximada­mente 680 personas al día, comparados con los 145 arrestos en San Diego, limítrofe con Tijuana, México, en donde se calcula que unas 6 mil personas esperan cruzar.

Raúl Ortiz, subjefe de la Patrulla Fronteriza para el sector del Valle del Río Grande, dijo que menos de una docena de personas han dicho que son parte de una caravana de migrantes.

Alrededor de 380 personas por día son adultos con niños, que la Patrulla Fronteriza clasifica como “unidades familiares”. Cerca de 75 menores no acompañado­s son capturados diariament­e. Principalm­ente provienen de Guatemala ú Honduras, países devastados por la violencia de pandillas y la pobreza.

La Patrulla Fronteriza detuvo a más de 50 mil personas en la frontera sur en octubre, el número mensual más alto este año. Ortiz dijo que el tráfico de migrantes se ha mantenido en gran medida consistent­e hasta noviembre.

Muchos migrantes son llevados al Valle del Río Grande, el corredor más transitado por cruces ilegales, por contraband­istas de personas conocidas como “coyotes” que cobran miles de dólares por cabeza.

Cerca de 2 mil 600 soldados fueron enviados al sur de Texas por el presidente Donald Trump, quien ordenó un despliegue militar en servicio activo en respuesta a las caravanas. Los soldados establecie­ron un campamento cerca del cruce de la frontera en Donna, Texas, y colocaron alambradas cerca de varios de los puentes que cruzan el Río Bravo, el río que separa los Estados Unidos y México.

Los soldados han permanecid­o en Texas a pesar de que las caravanas se dirigieron hacia el oeste. Ortiz dijo que el despliegue y una misión anterior de la Guardia Nacional habían ayudado a liberar a los agentes de la Patrulla Fronteriza para detener a los migrantes.

Pero las incautacio­nes de drogas han disminuido ligerament­e en el Valle del Río Grande, dijo Ortiz. Parte de la razón por la cual, dijo, es “la cantidad de energía que tiene que gastar la Patrulla Fronteriza” en la detención de grandes cantidades de migrantes.

La ola de migracione­s no ha disminuido pero sí ha traído a un creciente número de adultos y niños detenidos. Un centro de detención temporal para niños en Tornillo, Texas, ha continuado expandiénd­ose, con señales de que el centro se está volviendo más permanente.

La hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande, dijo que el refugio que supervisa recibe a entre 100 y 200 familias diariament­e.

“La gente viene en gran número, y no se han detenido”, dijo.

Pimentel dijo que una vez le preguntó a un grupo de migrantes por qué seguían arriesgand­o el viaje sabiendo lo difícil que sería permanecer en los Estados Unidos una vez que llegaran.

“Dijeron: ‘Tengo que venir porque es peor si me quedo en casa. Es más peligroso’”, dijo.

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