El nuevo Mazda 3, en sus dos versiones, es el primer modelo de producción que adopta dicha evolución
Este es el modelo que lo redefine todo. La nueva generación del Mazda 3 lleva la reinterpretación del diseño japonés KODO a una nueva era de sofisticación.
Introducido por primera vez en 2010, KODO es el alma de la marca y emula los trazos y sensaciones de la energía de un ser vivo: el de un jinete que monta su caballo o la elegancia de un animal salvaje durante la caza.
El nuevo Mazda 3, en sus dos versiones, es el primer modelo de producción que adopta dicha evolución de diseño.
En el hatchback, los diseñadores se deshicieron de las líneas de carácter a los costados para resaltar sus curvaturas y hacerlo lucir como una sola pieza esculpida.
En tanto, el sedán dejó atrás la separación entre maletero, cabina y cofre para presumir una sola línea.
En ambas carrocerías, la luz juega un papel fundamental, pues al combinarse con las líneas exteriores y el brillo de la pintura, crea sombras y reflejos que dan una sensación de movimiento.
Los interiores también sufrieron cambios.
Bajo el lema "menos es más", la cabina está centrada en la experiencia de manejo y comodidad, con cada elemento posicionado en perfecta simetría horizontal.
El panel fue creado con una capa negra grabada en láser a la que se sobrepone una capa transparente que también se beneficia de la luz para darle un aspecto de movimiento y deportividad.
Además, la palanca de velocidades fue empujada hacia adelante para mejorar la experiencia de manejo; las bocinas fueron reposicionadas en el tablero para llegar específicamente al oído de cada ocupante, y la posición de los asientos fue cambiada para mantener la curva natural de la columna vertebral.