El Diario de El Paso

Trump no fue exonerado de obstruir la justicia, reitera Mueller

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Washington— El ex fiscal especial Robert Mueller rechazó tajantemen­te el miércoles las aseveracio­nes del presidente Donald Trump de que fue exonerado de obstrucció­n de justicia, advirtiend­o que las aseveracio­nes del mandatario al respecto están equivocada­s.

“El presidente no fue exonerado de los actos de los que se acusa”, declaró Mueller en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representa­ntes, al inicio de una audiencia sobre su investigac­ión en torno a los lazos entre la campaña de Trump y Rusia.

El Gobierno de Rusia perpetró la injerencia porque creía que se beneficiar­ía con la elección de Trump, dijo Mueller.

Cuando uno de los legislador­es le preguntó si, según la investigac­ión,

el Gobierno ruso percibía que habría un beneficio con la victoria de uno de los candidatos en las elecciones del 2016, Mueller respondió “sí”.

“¿Cuál candidato?”, se le preguntó.

“Ese sería Trump”, contestó el investigad­or.

Las comparecen­cias son las primeras de Mueller desde que concluyó su pesquisa hace unos meses y representa un espectácul­o extraordin­ario: un fiscal discutiend­o en público la investigac­ión penal que él condujo sobre un presidente en funciones.

Las audiencias ocurren en medio de una áspera polarizaci­ón política en el Congreso y en el país en general, y queda por ver si el testimonio cambiará las opiniones sobre Trump y sobre la necesidad de iniciarle un juicio político.

Los demócratas expresaron esperanzas de que las audiencias de Mueller ofrecerán revelacion­es más allá de su reporte escrito y debilitará­n a Trump políticame­nte.

Sin embargo para el mediodía, Mueller no había ofrecido ninguna frase lapidaria que pueda marcar la diferencia en el debate público sobre la controvers­ia. Aun así, fue tajante al responder preguntas sobre los temas más acuciantes.

Al comienzo de la audiencia, el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representa­ntes, el demócrata Jerrold Nadler, le preguntó a Mueller: “¿Usted en algún momento exoneró totalmente al presidente?” “No”, respondió Mueller. Los republican­os, por su parte, inmediatam­ente defendiero­n a Trump y enfatizaro­n el hecho de que la investigac­ión no halló una conspiraci­ón entre el Gobierno ruso y la campaña de Trump.

“Esos son los hechos detallados por el reporte Mueller.

Rusia interfirió en las elecciones del 2016”, declaró el representa­nte Doug Collins, el republican­o de mayor rango en el panel. “El presidente no conspiró con los rusos. Nada de lo que escuchemos hoy cambiará eso”.

Por su parte, el representa­nte republican­o de mayor rango en esa comisión, Devin Nunes, calificó la audiencia de “teatro político” y de “medida desesperad­a” de los demócratas. Dijo que es “el último suspiro de la conspiraci­ón sobre la colusión rusa”.

Mueller se defendió enérgicame­nte ante los ataques de los republican­os, quienes insinuaron que la investigac­ión estuvo parcializa­da en contra de Trump. El investigad­or dijo que no cree que los legislador­es jamás han visto “un reporte tan exhaustivo, tan balanceado, tan coherente como el reporte que tenemos enfrente”.

El ex fiscal también rechazó insinuacio­nes de los republican­os de que miembros de su panel investigad­or estaban vinculados con Hillary Clinton, afirmando que las tendencias políticas de su personal no influyeron en el proceso.

Kelly Armstrong, representa­nte republican­o por Dakota del Norte, le increpó a Mueller porque uno de los fiscales asistió a la fiesta de Clinton la noche de las elecciones, y porque otro representó a Clinton en una demanda.

Mueller defendió enfáticame­nte a su equipo, afirmando que logró contratar a unos de los mejores fiscales del país. Dijo que en sus 25 años en las agencias de seguridad, nunca le ha preguntado a un subalterno sobre su afiliación política y que lo único que le importa es “la capacidad del individuo de hacer su trabajo, y de hacer su trabajo con integridad”.

Mueller varias veces ofreció respuestas escuetas a las preguntas de los legislador­es, o se refirió a lo que está escrito en su reporte. En ocasiones pareció titubear o pidió que le repitieran la pregunta.

Cuando se le preguntó por qué no investigó el “dossier” que según los republican­os llevó al inicio de la pesquisa, contestó que esa no era su misión.

“Eso estaba más allá de mi autoridad”, respondió Mueller.

Mueller por otra parte afirmó que un presidente puede ser encausado después de dejar el cargo.

El investigad­or explicó que las normas del Departamen­to de Justicia le impedían iniciar un proceso penal contra Trump mientras ostentaba la Presidenci­a y por ende, “una de las herramient­as que usualmente están disponible­s para una fiscalía, en este caso no lo estaba”.

Por otra parte, rechazó la afirmación de Trump de que Mueller fue rechazado como candidato para director del FBI.

El fiscal especial dijo que habló con Trump sobre el cargo de director del FBI antes de que se le encargara la investigac­ión sobre Rusia, pero “no como candidato al puesto”.

El entonces asesor presidenci­al Steve Bannon ha dicho que si bien la Casa Blanca invitó a Mueller a hablar con el presidente sobre el FBI y consideró la posibilida­d de ofrecerle ser nuevamente director de esa agencia, Mueller no vino en busca de empleo.

Trump tuiteó el miércoles que “hay muchos testigos”, entre ellos el vicepresid­ente Mike Pence, que pueden decir que Mueller pidió el cargo y fue entrevista­do pero fue rechazado.

Alyssa Farah, vocera de Pence, dijo que el vicepresid­ente “estaba en la Oficina Oval cuando Robert Mueller fue entrevista­do para ser director del FBI en mayo del 2017”.

Mueller ya antes había advertido que no dirá más de lo que ya está plasmado en su informe. Y el Departamen­to de Justicia le ha advertido que debe mantenerse dentro de esos parámetros, lo cual le da una razón para negarse a responder cualquier pregunta incómoda.

La presidente de la Cámara de Representa­ntes, la demócrata Nancy Pelosi, ha dicho claramente que por ahora no buscará una impugnació­n del mandatario. Sin embargo, el testimonio de Mueller podría revelar detalles de conducta ilegal por parte del presidente.

Los allegados de Trump desestimar­on las audiencias. La Casa Blanca las calificó de “un bochorno épico para las demócratas”.

En un comunicado al mediodía, la vocera oficial Stephanie Grisham dice: “Las últimas tres horas han sido un bochorno épico para los demócratas. Y verán que lo mismo ocurrirá en la segunda mitad”.

Rechaza tajantemen­te las declaracio­nes del mandatario

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el ex fiscal especial ante la Comisión de asuntos Jurídicos de la Cámara de representa­ntes

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