SU META: EDUCACIÓN ACCESIBLE EN UTEP
En su primer Discurso del Estado de la Universidad como presidenta de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), Heather Wilson se dijo comprometida por mantener costos bajos en las colegiaturas, y de encontrar la manera de ofrecer libros de texto gratuitos o de bajo costo.
Wilson tomó posesión de su cargo al iniciar el año escolar 20192020, precedida de una serie de ávidas protestas del sector estudiantil y del profesorado, sin embargo, en su primer “State of the University
Lo que era suficiente para nuestros padres y abuelos, no es suficiente para nuestros hijos y nietos’
Address”, la presidenta de UTEP se mostró preocupada por mantener la excelencia educativa en la máxima casa de estudios de El Paso.
“Centraremos nuestros primeros esfuerzos en los extensos cursos de primero y segundo año de Física, donde un libro de texto cuesta más de 300 dólares”, apuntó Wilson en el evento llevado a cabo en el Centro Fox de Bellas Artes de UTEP.
“300 dólares es el salario semanal de un estudiante que gana un poco más que el salario mínimo”, señaló la presidenta de UTEP.
“Mantendremos la universidad al alcance de los ‘hijos e hijas - del trabajo arduo’”, afirmó.
Los asistentes respondieron con un discreto aplauso a las palabras de la funcionaria, quien al iniciar su intervención hizo referencia a los primeros días de la Escuela de Minas de El Paso (ahora UTEP), así como a la oportuna intervención del doctor C. L. Sonnichsen para llevar la enseñanza a los hijos de los trabajadores.
“Como la mayoría de las universidades públicas estadounidenses establecidas a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, esta (UTEP) comenzó con una base sólida para enseñar una materia práctica: la minería”, sostuvo Wilson ante la actividad predominante en la región.
La llegada de Sonnichsen en 1931 a El Paso, quien planeaba impartir clases de inglés, fue la piedra angular para transformar la Escuela de Minas en el plantel de educación superior que es ahora.
“La tendencia hacia un nuevo tipo de educación superior comenzó con las Leyes Morrill Land Grant y continuó con la Ley GI posterior a la Segunda Guerra Mundial. Enseñando. No solo para los hijos de los ricos y privilegiados de prepararlos para el clero, la ley o la medicina, estas universidades debían ser “accesibles para todos, sino especialmente para los hijos del trabajo arduo”, parafreaseó entonces Wilson a Justin Smith Morrill, senador de Vermont.
“UTEP es una universidad pública de investigación integral que está aumentando el acceso a una excelente educación superior”, señaló Wilson.
La presidenta de la universidad paseña se dijo confiada en el avance que UTEP tiene en la percepción pública, además del impacto positivo que se mantiene en “la salud, la cultura, la educación y la economía de la comunidad a la que servimos”.
“Somos una universidad del siglo XXI… Me siento honrada de ser parte de esto”, sostuvo.
Además de reconocer la labor de los profesores Denisse Luján, directora del departamento de matemáticas del desarrollo, y de Martine Ceberio, profesor asociado de ciencias de la computación, Wilson se dijo satisfecha de la oferta educativa que se brinda en UTEP.
“Más de 70 de nuestros profesores han sido honrados por la Junta de Regentes de la Universidad de Texas desde 2009, al otorgarles el Premio a la Enseñanza Excepcional de los Regentes.
“Este año, dos miembros más de la facultad recibirán el Premio a la Enseñanza Excepcional de la Junta de Regentes y me gustaría reconocerlos por sus logros”, dijo Wilson sobre Luján y Ceberio.
Wilson tomó posesión de su oficina el pasado 15 de agosto, para convertirse en la presidente número 11 de UTEP, tres meses después de haber renunciado a su cargo como Secretaria de la Fuerza Aérea, tras ser nominada por el presidente Donald Trump.