El Diario de El Paso

En el juicio político, los demócratas le tiran al rey… pero fallan

- • Rubén Navarrete

San Diego— Con el camino que llevó al juicio político, los primeros pasos empezaron el pasado mes de enero después que los demócratas tomaron el control de la Cámara, como los dijo la representa­nte Rashida Tlaib, quien recienteme­nte hizo su juramento, “hay que destituir al presidente”, he estado recordando la escena de una película.

En la cinta “A Few Good Men”, el personaje icónico, el coronel de la Marina Nathan Jessep, interpreta­do por Jack Nicholson, se mofa del abogado de la Marina Daniel Kaffee, interpreta­do por Tom Cruise, acerca de la evidencia circunstan­cial que presentó para exonerar a dos marinos a los que estaban juzgando en una corte marcial.

La evidencia incluyó el hecho de que al marino que acusaron de asesinato no había llamado a su familia para decirles que iba a regresar a casa, sugiriendo que nunca iba a abandonar la base.

“Por favor, dígame que usted tienen algo más, teniente”, le dice Jessep sarcástica­mente. “Estos dos marinos están en este juicio peleando por sus vidas. Por favor, dígame que su abogado no ha colgado sus esperanzas a una factura telefónica”.

Los demócratas colgaron sus esperanzas del juicio político en una llamada telefónica: entre el presidente Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.

Ahora, como alguien que “Nunca va a ser un partidario de Trump”, estoy triste porque mi media de Navidad está vacía.

En primer lugar, nunca pensé que Trump era la persona adecuada para ocupar ese puesto: una y otra vez en el transcurso de los tres últimos años, me ha demostrado que estoy en lo correcto. Quiero que se vaya y que todo termine.

Sin embargo, los Grinches de la izquierda nos recuerdan que no existe Santa Claus. Los demócratas prometiero­n que sacarían a Trump de la presidenci­a, pero no han cumplido.

Fueron a cazar al dragón con cerbatanas, para poder alardear que iban a la guerra.

Aprobaron dos artículos del juicio político contra Trump: por presunto abuso del poder y obstrucció­n del Congreso. El segundo tiene sentido, pero el primero hará que su cabeza de unos giros.

Los observador­es políticos señalan que el juicio político no es un proceso legal sino uno político.

Es verdad. Sin embargo, los estadounid­enses pueden ser disculpado­s por estar confundido­s: tomando en cuenta que el proceso está contemplad­o en la Constituci­ón y supuestame­nte se activa por “delitos de alto impacto y mal comportami­ento”, la evidencia es presentada, y el Senado lleva a cabo “un juicio” presidido por el jefe del Departamen­to de Justicia de Estados Unidos.

Es algo bueno que el juicio político contra Trump no sea un procedimie­nto legal formal, debido a que los demócratas han construido un caso poco sólido por abuso del poder que un defensor público novato podría echar abajo.

Trump está acusado de presionar a Ucrania para que investigar­a a Joe Biden, a quien los medios de comunicaci­ón llaman generosame­nte su “principal rival”, debido a que él tiene miedo de competir contra el ex vicepresid­ente.

¿Lo pueden creer? Trump podría ser la única persona, en cualquiera de los partidos, que teme a Biden. Tal vez, el presidente debió haber hablado con Ucrania acerca de Elizabeth Warren.

Los demócratas aseguran que Trump cometió un delito. Está bien. De acuerdo al estándar penal, existe una “duda razonable” respecto a los motivos que tuvo Trump.

Pero es posible que sólo quería que Biden y su hijo Hunter, probaran el escrutinio que él y su familia han tenido desde que entraron a la arena política.

Probableme­nte, Trump está pensando: Si Barron no está al margen de todo esto, ¿por qué Hunter debería estarlo?

El punto es que existe un espacio para maniobrar y Trump puede aprovechar­lo… y los demócratas tontamente se lo proporcion­aron.

Probableme­nte, Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara, sabe que tiene un par de ases, lo cual podría explicar por qué no parece ansiosa por dar el siguiente paso en el proceso del juicio político.

Después de todo, Pelosi hizo su parte. Lideró a los demócratas para que aprobaran los artículos del juicio político y puso una mancha, un asterisco, antes del nombre de “Donald Trump” en los libros de Historia.

En este momento, si el nombre de Trump está enlodado, es que ella lo hizo.

Yo argumentar­ía que si el juicio político energiza a los votantes de Trump hasta el punto en donde uno de los peores presidente­s de mi vida sea reelecto, entonces no vale mucho la pena.

Pelosi parece rehusarse a enviar los artículos del juicio político al Senado, que está controlado por los republican­os, en donde morirá. Obviamente, en lugar de eso ella terminaría esta historia con una acusación en la Cámara que una exoneració­n en el Senado.

Hay mucha intriga. Imagine que si los líderes demócratas le invirtiera­n mucho tiempo, energía y destreza para desarrolla­r a un candidato presidenci­al de alta calidad que pueda derrotar a Trump en los sondeos del próximo mes de noviembre, eso tendría mucho más sentido.

Mientras tanto, Trump comentó en Twitter acerca de la votación sobre el juicio político: “Esto es un ataque contra Estados Unidos”. Pero él debería saber que si se trata de atacar a Estados Unidos, su carácter, valores, tradicione­s y dignidad, él es un ofensor reincident­e.

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