Enfrenta serios retos el Censo en El Paso
Preparan estrategias para contar población transitoria y sin hogar
En el Condado de El Paso, así como en el resto del país, el Departamento del Censo de los Estados Unidos se prepara para llevar a cabo el conteo de población, mismo que enfrenta diferentes retos, entre ellos el de contabilizar a aquellas personas que no tienen un domicilio fijo.
El “Día del Censo” –el 1 de abril de 2020–, los encuestadores realizarán un esfuerzo extra para contar a la población transitoria y difícil de enumerar, ya sea personas que se encuentran en hoteles, hospitales, y con especial atención a los indigentes, también llamados “homeless”.
“Debido a que la población de indigentes es altamente transitoria, el Centro de Oportunidad para Personas Sin Hogar (Opportunity Center for the Homeless), está trabajando en coordinación con representantes de la Oficina del Censo local para implementar estrategias de conteo preciso y lograr un mejor retrato de la población”, sostuvo John Martin, subdirector del albergue localizado en El Paso.
Dicho albergue, es sólo uno de docenas que se encuentran en la región y que brindan apoyo a personas que no tienen un hogar fijo.
Se estima que 7 de cada 10 hispanos no son incluidos en el conteo de población por lo que es muy importante la participación de todas las personas.
Un conteo adecuado determinará la distribución equitativa entre estados y comunidades de alrededor de 800 mil millones de dólares en fondos federales que podrán ser invertidos en programas educativos y de cobertura médica, vialidades e infraestructura, oportunidades de empleo y muchas cosas más.
El Censo iniciará el 1 de abril del 2020, y los habitantes de casahabitación recibirán por correo un cuestionario que podrán contestar por medio de Internet, teléfono, por escrito, o por medio de los encuestadores o censistas que visitarán aquellos domicilios donde no se hayan obtenido respuestas en un primer acercamiento.
El Censo 2020 consta de un cuestionario que incluye 12 preguntas en las que el participante deberá responder el número de personas que habitan en su casa, si la residencia es propia o alquilada, nombre, número de teléfono, sexo, edad, fecha de nacimiento, origen, raza de los habitantes.
Sin embargo, esta fórmula de recopilación de datos enfrenta un gran reto frente a las personas que no tienen un domicilio, y que habitan los albergues.
“Dentro de la población indigente hay muchas personas que desconfían de las iniciativas de Gobierno y se rehúsan a dar información referente a su situación, sin embargo, en los albergues estamos siendo pro activos y educando a la población sobre la importancia de su participación para que los recursos que son necesarios lleguen a esta comunidad”, señaló Martin.
El Departamento del Censo enfatiza su interés en que la mayor cantidad de personas debe participar en el conteo que se lleva a cabo cada 10 años, con el fin de “determinar los fondos federales asignados a estados y condados, así como para redistribuir distritos electorales a nivel federal”, sostiene la dependencia federal.
“Es muy importante que eduquemos a los indigentes con anticipación al conteo para que tengan la confianza de hablar con los encuestadores y participen en el Censo, eso permitirá que los recursos que se necesitan para su sustento lleguen hasta esta ciudad y mejore su situación en el futuro”, afirmó el subdirector del Homeless Opportunity Center.
Para poder cumplir la meta, el albergue prepara reunir a un grupo de encuestadores con los habitantes del albergue, quienes serán motivados a asistir dada la relevancia del conteo, que sucede cada década.
El Centro de Oportunidades es el albergue más grande de la ciudad, y brinda servicio a más de 1 mil 700 personas únicas por año, de las cuales el 40 por ciento utilizan sus servicios de forma transitoria.