Ruda y equipada
La Ford Ranger incluye transmisión automática y tracción 4x4 con reductora
Cuando se busca un aliado para el trabajo, normalmente hay dos temas que no se pueden descuidar: capacidad de carga y rendimiento de combustible. Y si hay una pickup que destaca en estas categorías, es Ford Ranger.
Además, como sus competidoras de Nissan, Toyota y Volkswagen, Ranger incluye transmisión automática y tracción 4x4 con reductora.
Pero, a pesar de lo que podría pensarse, no solo es ruda, también está bien equipada, pues tiene características de lujo inesperadas como rines de aluminio, estribos y acabado cromado para espejos, parrilla, manijas de puertas y defensa trasera de escalón.
El motor turbodiesel de 3.2 litros es único en su categoría por su configuración de cinco cilindros en línea.
Su exterior no luce austero: la ventana trasera tiene desempañador, mientras que, la caja y su tapa, tienen protector, aunque el mismo no es rociado. Un punto positivo es que la tapa de la batea tiene cerradura con llave. En tanto, los faros principales sobresalen por incorporar ajuste de altura y los espejos son retraíbles.
Aunque tiene siete bolsas de aire, extrañamente, no tiene control de tracción y estabilidad.
Su tamaño mediano es una ventaja enorme en la ciudad, pues es considerablemente más fácil de maniobrar que una pickup grande, además de que tiene mayor capacidad de carga, una cabina más espaciosa y un rendimiento de combustible que no se compara con el de un V8, de hecho, tuvimos 11 kilómetros por litro.
La entrega de poder es rápida y generosa, además de que emite un sonido ronco y áspero característico de los 5 cilindros pero que no llega a ser molesto.