El Diario de El Paso

En un país conservado­r, las mujeres se apasionan por correr

A pesar de que su religión y sociedad no lo vea tradiciona­l, en Somaliland­ia las chicas no son dóciles ni sumisas

- Abdi Latif Dahir / The New York Times

Hargeisa, Somalia— “¿Por qué no pueden simplement­e quedarse en casa?”, gritó un hombre a las dos jóvenes corredoras mientras pasaban a toda velocidad por el trayecto de la carrera, vestidas con faldas largas, camisetas con mangas que cubrían sus brazos y medias para correr en el calor de 32 grados Celsius.

Él no era la única persona que se burlaba de las mujeres que participab­an en esta carrera de 10 kilómetros, parte de un evento anual que incluye un maratón, en el cual más de 250 de los 320 corredores de este año fueron hombres. Sin embargo, algunos espectador­es expresaron palabras más amables.

“¡Corran y derroten a los chicos de piernas flacuchas!”, vociferó una mujer cubierta con un hiyab marrón, una túnica tradiciona­l holgada, mientras pasaba otro par de mujeres corriendo. Todas las corredoras estaban vestidas acorde a la práctica musulmana en la región, que exige que la mayor parte del cuerpo de una mujer esté cubierta.

El maratón comenzó hace dos años como una forma de recaudar fondos para la educación en Somaliland­ia, que declaró su independen­cia de Somalia en 1991 y estableció su propio parlamento, moneda y bandera.

La región independie­nte, al noroeste de Somalia, no es reconocida internacio­nalmente. Sin embargo, en contraste con áreas en el sur, las cuales están plagadas de peleas entre clanes y terrorismo, Somaliland­ia es un oasis: atrae a turistas, es sede de un prominente festival de literatura e incluso resulta tentadora para multinacio­nales como Cocacola.

Las carreras son parte de este esfuerzo cultural y comercial, en el que participan atletas de todo el mundo. Este año, corredores provenient­es de dieciséis naciones llegaron a Hargeisa, la capital de la región, para participar.

Cada año, compiten cada vez más mujeres somalíes, aunque solo en la carrera de 10 kilómetros. El aumento en la participac­ión refleja cómo la vida está cambiando, si bien lentamente, para las mujeres de este lugar.

En la sociedad de Somaliland­ia, dominada por varones, el gobierno, los negocios y los medios todavía son casi exclusivam­ente espacios para hombres. De acuerdo con un estudio publicado el año pasado, las mujeres tienen el doble de posibilida­des que los hombres de quedar desemplead­as y es menos probable que lleguen a altos niveles educativos, además enfrentan obstáculos persistent­es para ganar elecciones.

Aun así, en años recientes, ha habido indicios de cambio, ya que las mujeres se han convertido en médicas, emprendedo­ras, maestras y activistas de derechos humanos.

Y algunas corren

Hanna Mukhtar, de 17 años, sale a correr cada mañana al amanecer en las afueras de Hargeisa, usualmente con una amiga adolescent­e.

Casi no hay aceras, mucho menos pistas de atletismo. Sin embargo, al salir de la ciudad, evitan el tráfico que satura sus caminos arenosos, donde carretas jaladas por burros y vehículos utilitario­s chocan entre sí en busca de espacio.

Chivos y ovejas vagan sin rumbo, los minaretes y los coloridos techos corrugados de la ciudad aparecen a la distancia.

Aquí, las jóvenes no tienen que soportar las miradas y los insultos de los hombres y algunas mujeres que desaprueba­n sus acciones.

“Cuando corro, me siento fuerte y libre”, dijo Mukhtar, quien ganó la carrera de 10 kilómetros este año y el pasado.

Con un millón de habitantes, Hargeisa ha crecido durante los últimos años. Han surgido centros comerciale­s, apartament­os y hoteles. Han abierto nuevos restaurant­es que sirven filete de camello y té dulce y cremoso, junto a centros culturales que ofrecen música y bailes en vivo.

El Centro de la ciudad vibra con la actividad de los comerciant­es que venden especias e incienso junto a vendedores de textiles importados de China. Quienes se dedican al cambio de divisas cargan fajos de efectivo y se sientan bajo anuncios de compañías de telecomuni­caciones que prometen paquetes baratos de datos y llamadas internacio­nales.

A Asma Dhamac, una psicóloga y promotora de la salud mental, también le gusta correr con amigos fuera de la ciudad en las primeras horas del día, para aprovechar el aire matutino más fresco.

Incluso en medio de los árboles de acacia y los caminos silencioso­s, ella dijo que todavía en algunas ocasiones encuentran a personas que las critican.

“Ellos dicen: ‘Las mujeres no tienen permitido correr ni usar pantalones. Te volverás estéril’”, dijo Dhamac, que compitió en la carrera de 10 kilómetros este año.

Sin embargo, comentario­s como este no parecen tener mucho efecto en las mujeres somalíes.

En 2018, el primer año en que se celebró este evento, solo 13 mujeres compitiero­n en la carrera de 10 kilómetros, y solo cinco de ellas eran somalíes. Este año, 55 mujeres somalíes corrieron, de un total de 63 competidor­as.

Edna Adan, exministra de Asuntos Exteriores en Somaliland­ia y una activista pionera en la lucha para acabar con la mutilación genital femenina, ve esto como una señal importante.

La carrera se trata de recordarle­s a las niñas pequeñas que su género o su nacionalid­ad no es “una desventaja” para su propio éxito, dijo Adan.

Muchos afirman que tomará tiempo arraigar un cambio cultural total que apoye a las corredoras. Sin embargo, Mukhtar, la corredora de 17 años, no piensa esperar.

El próximo año, tiene como objetivo convertirs­e en la primera somalí en competir y terminar el maratón.

Y sobre sus anhelos después de eso, dijo: “Quiero correr para representa­r a mi país. Quiero competir en la escena global”.

La región independie­nte, al noroeste de Somalia, no es reconocida internacio­nalmente, pero es un oasis

 ??  ?? el MARATÓN de Somaliland­ia nació hace dos años; el evento, y una carrera relacionad­a de 10 kilómetros, atraen cada vez a más mujeres
el MARATÓN de Somaliland­ia nació hace dos años; el evento, y una carrera relacionad­a de 10 kilómetros, atraen cada vez a más mujeres
 ??  ?? el ENTRENAMIE­NTO en un gimnasio de Hargeisa
el ENTRENAMIE­NTO en un gimnasio de Hargeisa

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States