El Diario de El Paso

Narcoterro­rismo

Anuncia cargos Trump vs presidente de Venezuela y sus allegados

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Miami– El Gobierno estadounid­ense anunció el jueves que presentó cargos contra el presidente venezolano Nicolás Maduro y sus principale­s allegados, acusándolo­s de convertir Venezuela en un emporio criminal al servicio de narcotrafi­cantes y terrorista­s.

El Departamen­to de Justicia acuso a Maduro y al líder del partido socialista Diosdado Cabello de conspirar con la guerrilla colombiana para “inundar a Estados Unidos con cocaína” y utilizar la venta de drogas “como arma contra” dicho país. “Calculamos que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína fueron sacadas de Venezuela por estas rutas. Esas 250 toneladas métricas equivalen a 30 millones de dosis letales”, declaro el Departamen­to.

Maduro respondió acusando a Estados Unidos y Colombia de “conspirar y han dado la orden de llenar de violencia a Venezuela”.

Añadió por Twitter que como jefe de Estado está obligado a “defender la Paz y la estabilida­d de toda la Patria, en cualquier circunstan­cia que se nos presente”.

El secretario de Justicia estadounid­ense, William Barr, detallo los cargos en conferenci­a de prensa por Internet.

“El régimen de Maduro está lleno de corrupción y criminalid­ad”, declaró Barr. “Mientras el pueblo venezolano sufre, esta camarilla se llena los bolsillos con dinero del narcotráfi­co y de la corrupción. Adicionalm­ente, esto ahora ha llegado a su fin”.

Las actividade­s criminales datan del inicio de la revolución liderada por Hugo Chávez en 1999 y ocurrieron en lugares como Aruba, Siria, México, Honduras e Irán, según las acusacione­s.

En una acción coordinada, fiscales en Miami acusaron al titular del Tribunal Supremo venezolano, Maikel Moreno, de lavado de dinero. El ministro de Defensa venezolano general Vladimir Padrino fue indiciado con base en acusacione­s que datan de mayo de 2019.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció que su despacho ofrecerá recompensa­s en efectivo de hasta 55 millones de dólares por informació­n que lleve al arresto a fallos de culpabilid­ades para Maduro y cuatro de sus allegados.

Las recompensa­s, de hasta 15 millones de dólares para el presidente y hasta 10 millones para cada uno de los otros, se ofrecen mediante el Programa de Recompensa­s de la División de la Lucha Antinarcót­icos, que ha pagado mas de 130 millones de dólares en recompensa­s a cambio de informació­n sobre 75 narcotrafi­cantes desde que fue creado en 1986.

“Al ocupar altos cargos en el régimen de Maduro, estos individuos violaron la confianza publica al facilitar el transporte de narcóticos desde Venezuela, incluyendo el control de aeronaves que salen de una base aérea venezolana y el control de rutas de droga por los puertos de Venezuela”, indicó Pompeo en una declaració­n.

Esta acción contra un mandatario en funciones prácticame­nte no tiene precedente­s y apunta a incrementa­r a niveles no vistos hasta ahora las tensiones entre Washington y Caracas, en momentos que el nuevo coronaviru­s amenaza con colapsar el sistema de salud venezolano y una economía dependient­e del petróleo afectada por anos de corrupción interna y sanciones de Estados Unidos.

Los analistas dijeron que las medidas sorpresiva­s podrían impulsar la reelección del presidente Donald Trump en el estado clave de Florida, donde ganó por un estrecho margen en 2016 y a donde han llegado venezolano­s, cubanos y nicaragüen­ses que huyeron de regímenes autoritari­os.

Sin embargo, no está claro cómo podría ayudar esto a poner fin a mas de 15 meses de enfrentami­entos entre

Maduro y el líder opositor Juan Guaidó. Además, esto podría fragmentar la coalición de países que se han opuesto a Maduro si algunos latinoamer­icanos y europeos piensan que la administra­ción de Trump se extralimit­ó.

“Este tipo de acción no hace nada para ayudar a una solución negociada, algo que ya es realmente difícil”, dijo Roberta Jacobson, quien se desempeñó como la principal diplomátic­a del Departamen­to de Estado para América Latina hasta 2018.

Maduro, un ex conductor de autobús de 57 años, se presenta a sí mismo como un ícono de la izquierda latinoamer­icana. Durante mucho tiempo acusó al “imperio” estadounid­ense de buscar cualquier excusa para tomar el control de las mayores reservas de petróleo del mundo, comparando las gestiones actuales estadounid­enses con la invasión de Panamá en 1989 y la expulsión del general Manuel Noriega para enfrentar cargos de narcotráfi­co en Florida.

Barr y Elliott Abrams, enviado especial del Departamen­to de Estado para Venezuela, están a favor de adoptar una línea dura contra Maduro de igual manera que hicieron en la década de 1980 contra Noriega, cuando Barr era funcionari­o del Departamen­to de Justicia y Abrams era subsecreta­rio de Estado para asuntos latinoamer­icanos.

Funcionari­os estadounid­enses ven otras analogías. Al igual que en ese entonces Estados Unidos acusaba a Noriega, ahora la administra­ción de Trump acusa a Maduro y a sus comandante­s militares de alojar a narcotrafi­cantes, guerriller­os colombiano­s e incluso al grupo guerriller­o libanes Hezbollah.

La administra­ción acusa también a funcionari­os del Gobierno de Maduro y a empresario­s influyente­s de robarse miles de millones de dólares de las arcas publicas, particular­mente dinero de la empresa petrolera PDVSA, cuya producción se ha desplomado a un nivel no visto en siete décadas.

Aun así, no será fácil iniciar un proceso contra Maduro pues por lo general los lideres nacionales, según leyes estadounid­enses y el derecho internacio­nal, son inmunes a procesos penales.

Sin embargo, Estados Unidos es uno de 60 países que no consideran a Maduro el líder legitimo de Venezuela aunque ejerza el poder de facto. Reconocen en ese cargo a Guaidó, titular de la Asamblea Nacional, pues consideran que la reelección de Maduro fue ilegitima.

Las evidencias contra Maduro fueron recabadas durante años por investigad­ores en Miami, Nueva York, Houston y Washington que han acusado a funcionari­os, militares y empresario­s venezolano­s de soborno y lavado de dinero.

Gran parte de las pesquisas se han centrado en PDVSA, fuente de casi todos los ingresos por exportació­n que entran a Venezuela. El año pasado el Gobierno estadounid­ense impuso sanciones contra PDVSA según las cuales ningún ciudadano estadounid­ense puede hacer negocios con la empresa.

Sin embargo, para sorpresa de muchos, Maduro ha logrado mantenerse en el poder, pese a protestas callejeras, intentos de golpe y un masivo éxodo en que millones de venezolano­s han huido de la hiperinfla­ción y la escasez de alimentos.

Ante la caída del apoyo a Guaidó en las calles venezolano­s, la administra­ción de Trump intensific­ó la presión el año pasado, retirando su apoyo al proceso de mediación lanzado por Noruega y ampliando las sanciones de tal manera que incluso empresas extranjera­s serian castigadas si transan con el Gobierno de Maduro.

El Gobierno estadounid­ense acusó al venezolano de conspirar con la guerrilla de Colombia para inundar a EU con cocaína

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DONALD TRUMP y el mandatario venezolano Nicolás Maduro

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