Les ‘matan’ la ilusión de graduarse de high school
Concluirán estudios sin ceremonia ni las tradicionales fiestas
La emergencia sanitaria que vive la comunidad paseña a causa de la propagación del Covid-19 no solamente ha paralizado las actividades comerciales, laborales y sociales sino que ha trastocado el ánimo y los corazones de miles de estudiantes que este año soñaban con su baile y graduación de fin de cursos.
La cancelación de las fiestas de graduación –prom party–, anunciada por los superintendentes de los diferentes distritos escolares, ha provocado una gran tristeza entre los miles de graduandos de la generación 2020, y ahora temen la cancelación de su graduación.
“Estoy muy triste porque yo como todas mis compañeras había platicado mucho sobre nuestra fiesta y ahora que nos enteramos de la cancelación, estamos devastadas”, dijo Roxy Flores, estudiante de último año de Ysleta HS.
Roxy, quien forma parte del grupo de bailarinas del plantel, estaba ilusionada con asistir a su fiesta y hacer su última participación como animadora.
Manifestó que dentro de las charlas habían planeado cómo ir esa noche y qué vestido comprar para lucir, sin embargo ahora todo quedó en una plática, de la cual nunca tendrán una experiencia similar en sus vidas.
Ella al igual que su madre, Karla Corral, y conscientes de la pandemia del coronavirus, esperan que al menos haya una ceremonia de graduación.
“Sabemos que la salud es primero pero lo que pedimos es que aunque sea tardía sí haya una ceremonia en la que podamos disfrutar con nuestros hijos de esa celebración especial”.
La afligida madre dijo que fueron muchos años pensando y soñando con la llegada de ese día y ahora ven con desconsuelo la situación que las embarga.
“Ya compramos el anillo, las invitaciones están en proceso y la toga y birrete que utilizó su hermano están listos. Ya estamos preparadas, sólo esperamos que nos den una fecha”, comentó consternada y entre lágrimas.
“La noticia de la extensión del cierre de escuelas hasta el 6 de mayo es algo que no esperábamos”, dijo la estudiante senior, quien sueña con ingresar y graduar de El Paso Community College (EPCC), para convertirse en una trabajadora social.
Para Mariel Bautista, maestra de Periodismo de Irvin HS, la fiesta de graduación representa una fecha muy especial para los alumnos que concluyen sus estudios.
“Destinan mucho tiempo a planear esa noche, trabajan por su cuenta y participan en muchas actividades para poder pagar el salón y gastan mucho dinero en comprar su vestuario para disfrutar de esa gran noche”, dijo la maestra, quien entiende la frustración que sienten los estudiantes.
Manifestó que en su caso conoce a muchos de estos jóvenes desde que cursaban el décimo grado, “veo cómo se emocionan por llegar a su año como ‘Senior’, el cual representa una meta más para ellos”.
Expresó que ahora que reiniciaron las clases vía ‘remota’ todos los alumnos tenían dudas sobre su graduación y fue frustrante no poder decirles que todo estará bien. “Sólo pude decirles que hay que esperar y que el Distrito decidirá qué es lo mejor”.
“Me siento muy decepcionada de no llegar a experimentar los eventos en los que había pensado como estudiante desde el primer año. Y a pesar de que el virus es una gran cosa que está pasando en el mundo, esto fue algo enorme no sólo para mí sino para muchos compañeros”, comentó Deborah Hill, alumna de Irvin HS.
La aspirante a ingresar a la Universidad de Texas en Austin, a la carrera de Periodismo Multimedia, manifestó que durante los últimos meses habían realizado una serie de actividades tendientes a recaudar fondos para su graduación logrando reunir ocho mil dólares.
Otra de las alumnas dijo que al principio del cierre de escuelas se emocionó al saber que tendrían dos semanas de vacaciones y pasaría más tiempo con su familia en México.
Sin embargo, cuando se enteró de que el plazo se había extendido hasta mayo y las clases serían en ‘línea’ fue algo que le causó pesadumbre.
“En ese momento cruzaron muchas cosas por mi mente, sentí que todo se había arruinado, y que el momento que tanto esperé en mi vida, después de 12 años se había esfumado, afirmó Laurie Guerra, quien sueña enrolarse en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) y convertirse en ingeniera civil.
Ella, al igual que su compañera Deborah, integrante del Distrito Escolar Independiente de El Paso (EPISD), consideró que esto representó un cambio tan drástico y justo en el último semestre de la preparatoria.
“No estoy enojada por lo que está pasando y por los cambios que tuvieron que hacer a último momento porque sólo tratan de cuidar nuestras vidas, pero sí me siento triste al saber que no tendremos baile por la noche con nuestros amigos, tampoco tendremos la oportunidad de experimentar cualquier otro evento divertido como otros que sí lo tuvieron”, dijo Guerra.
Hasta este punto, dijo sentir miedo al saber que también pueden cancelar la graduación y sólo entregarles su diploma, lo cual consideró injusto.
“Tanto yo como otros estudiantes hemos estudiado y luchado bastante partiéndonos la ‘madre’ día y noche para lograr alcanzar nuestras metas para que de la noche a la mañana nos digan que no vamos a caminar por el escenario y experimentar ese bonito sentimiento al saber que tu familia está orgullosa de ti”, externó visiblemente consternada la próxima ingeniera.
Roxy, Deborah y Laurie coincidieron en que si tuvieran la oportunidad de opinar y dar opciones de cómo manejar esta situación sugerirían que por el momento no sigan asustando a los estudiantes con que van a cancelar la graduación porque ello sólo los deprime y los deja desmotivados de continuar sus últimos meses de clases.
Ellas, al igual que los miles de estudiantes próximos a graduar, sólo piden que no se les niegue la oportunidad de cumplir ese sueño de saber lo que se siente cruzar por un escenario, como el auditorio Don Haskins de UTEP, y recibir el diploma en una ceremonia de graduación como debe de ser, aunque sea reprogramada.