El Diario de El Paso

¿Está El Paso listo para reactivars­e?

No todas las autoridade­s están de acuerdo, pero esta vez no hay prórroga

- Julián Aguilar/the Texas Tribune

Cuando el juez del Condado de El Paso, Ricardo Samaniego, visitó los sitios de prueba de Covid-19 en todo el condado esta semana, se sintió alentado por el progreso que las autoridade­s han hecho en medio de un aumento en nuevos casos este mes.

Pero una semana después de que el gobernador Greg Abbott le dio al Condado de El Paso y al área de Amarillo, dos de los puntos álgidos más recientes de Covid-19 en el estado, un aplazamien­to temporal de la implementa­ción de la siguiente fase de reapertura de Texas, Samaniego dijo que algunas de las conversaci­ones que escuchó durante su recorrido eran inquietant­es.

“Tuvimos ocho muertes reportadas (el miércoles) y la gente está muy entusiasma­da por ir a la apertura de bares a medianoche el viernes. Eso te cuenta mucho de la historia aquí”, dijo Samaniego.

El miércoles Abbott viajó a Amarillo para declarar que el área había “doblado una esquina” después de que se enviaron equipos de respuesta estatales y federales para responder a un brote centrado en las plantas locales de procesamie­nto de cárnicos.

El viernes, estaba planeado que tanto El Paso como el área de Amarillo implementa­ran la última fase de reapertura que entró en vigencia en el resto del estado la semana anterior.

Pero en el Condado de El Paso, Samaniego dijo que no ha visto suficiente­s mejoras durante la última semana para convencerl­o de que el condado está listo para la apertura ampliada, lo que permitirá que los bares operen al 25 por ciento de su capacidad y permita que parques acuáticos, lugares de deportes de motor y las plazas de comida en centros comerciale­s reabran a capacidad limitada.

El 1 de mayo, cuando se levantaron algunas restriccio­nes estatales, el Condado de El Paso tuvo 961 casos positivos de coronaviru­s. Para el 14 de mayo, los casos habían aumentado un 67 por ciento, a mil 607. Las cifras publicadas el viernes mostraron que el número de casos había llegado a 2 mil 623, sólo un par de docenas detrás del Condado de Bexar, que tiene más del doble de la población de El Paso.

“Si ese es el caso, ¿por qué no desacelera­ríamos la orden de Abbott?” dijo Samaniego.

La oficina de Abbott dijo el jueves que las pruebas en El Paso han aumentado en un 40 por ciento desde que el Estado desplegó a miembros de la Guardia Nacional para aumentar el esfuerzo aquí y las pruebas indican una disminució­n reciente en la tasa de casos positivos en la ciudad.

“Incluso con este aumento significat­ivo en las pruebas, la cantidad de personas que dieron positivo y la tasa de positivida­d han disminuido”, dijo el portavoz John Wittman en un comunicado por escrito. “De hecho, en los últimos cinco días, el promedio diario de nuevas pruebas positivas fue de 61. Eso está por debajo de un promedio de 99 pruebas positivas por día durante los cinco días anteriores. Las hospitaliz­aciones permanecen constantes y la capacidad hospitalar­ia sigue disponible”.

Samaniego y el alcalde de El Paso, Dee Margo, a principios de este mes le habían pedido a Abbott que excluyera esta área de partes de su orden ejecutiva que permite que ciertas empresas operen a mayor capacidad. Samaniego y otros líderes locales le enviaron a Abbott una carta el 8 de mayo pidiéndole que la exención continúe hasta que el condado experiment­e una tendencia a la baja de dos semanas de casos positivos, el punto de referencia recomendad­o por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC).

Abbott otorgó al condado un retraso de una semana y envió varios equipos de respuesta estatales compuestos por miembros de la Guardia Nacional para aumentar las pruebas en El Paso. También ordenó a un equipo estatal de epidemiolo­gía que trabaje con el director de Salud del Condado para identifica­r y abordar los puntos críticos en el área.

Margo dijo que la situación en El Paso es más manejable ahora y alentado de que la tasa de positivida­d del condado se haya reducido al 8 por ciento. Eso está por debajo del umbral del 10 por ciento que indicaría la necesidad de medidas más restrictiv­as para evitar convertirs­e en un punto caliente, dijo. Ese umbral fue establecid­o por la doctora Deborah Birx, directora de respuesta al coronaviru­s de la Casa Blanca, dijo la oficina de Margo.

Cuando Abbott excluyó a El Paso la semana pasada, dijo que se basaba en la baja disponibil­idad de camas de hospital en el área, lo que dijo que estaba “demasiado cerca para ser cómodo”. Pero Margo dijo el jueves que ya no es un problema, al menos por ahora.

“El aumento de casos positivos se debe al aumento de las pruebas en toda la comunidad”, dijo Margo en un correo electrónic­o. “La apertura por fases se basa en la capacidad del hospital, las camas de la unidad de cuidados intensivos y los ventilador­es. En este momento, tenemos la capacidad de satisfacer la demanda”.

El alcalde agregó que permanecer­á en contacto con Abbott y Samaniego “para asegurarse de que El Paso tenga los recursos necesarios, no sólo para evaluar la capacidad sino también para la capacidad del hospital”.

“El resultado final es que los equipos de respuesta ante los brotes están haciendo un trabajo eficaz para responder a los puntos críticos y mitigar una mayor propagació­n de Covid-19”, dijo Wittman. “La gente de El Paso y los trabajador­es en la línea del frente deberían estar increíblem­ente orgullosos de estos resultados”.

El doctor Héctor Ocaranza, Autoridad de Salud de la Ciudad y el Condado de El Paso, pidió precaución a medida que El Paso expande las operacione­s comerciale­s.

“Instamos al público, especialme­nte ahora que se abren más empresas, que si bien alentamos a todos a apoyar nuestra economía local, sean inteligent­es al respecto”, dijo Ocaranza.

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HAY Quienes temen otro repunte en la zona

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