Desata júbilo entre clientes regreso de Chico’s Tacos
Después de más de dos meses de haber permanecido cerrada al público, debido a la ordenanza impuesta por las autoridades para evitar la propagación del coronavirus, la clásica cadena de restaurantes Chico’s Tacos reabrió las puertas en dos de sus cuatro sucursales en la ciudad.
La decisión de sus directivos –avalada por las nuevas reglas de reactivación económica en Texas– causó júbilo entre los comensales amantes de los tradicionales tacos de maíz enrollados bañados con salsa de tomate y queso.
“Estoy feliz porque ya tenía mucho antojo de comerlos”, dijo Laura Esquivel, quien a temprana hora arribó a la sucursal ubicada en el 1365 George Dieter, en el Este.
Cientos de personas y familias enteras acudieron para saborear la tradicional comida, que forma parte de la memoria colectiva de El Paso.
Días previos a la reapertura los paseños empezaron a organizarse, aunque sabían que tenían que hacer línea de espera e ir cubiertos con mascarillas.
“Desde que llegué vi lleno el estacionamiento por lo que pensé que tendría que esperar buen rato en la fila”, dijo Esteban Prado, quien fue acompañado por sus hermanos.
Tanto la sucursal de Dyer, en el Noreste de la ciudad, como de la George Dieter, en El Este, se han mantenido a su capacidad máxima del 50 por ciento permitido por las autoridades, desde el viernes por la noche.
La firma restaurantera, fundada el 4 de julio de 1953 por el promotor de box Joe Mora, nunca había cerrado sus puertas desde la apertura de su primer local, ubicado en el 4320 Alameda, el cual permanece cerrado.
Sin embargo, la aparición de la pandemia del nuevo coronavirus obligó a sus ahora propietarios, hijos del finado fundador, a cerrar sus locales a raíz de la aparición del Covid-19.
Durante más de cinco décadas la cadena local de restaurantes Chico’s Tacos prácticamente se ha convertido en una leyenda viviente de la franja fronteriza por sus tacos enrollados en esa salsa especial de tomate.
Viajeros de diferentes ciudades del país como Fernando González, residente de Albuquerque, Nuevo México, es uno de los muchos comensales que extraña el sabor y sazón de este restaurante y cada vez que visita la ciudad acude a una de las sucursales.
“Vengo con mi esposa, pero llegué a este local que está aquí en la Alameda y me encuentro que está cerrado. No es posible”, dijo visiblemente triste, luego de mirar el letrero y las sillas arriba de las mesas.
No obstante, llamó a otra de las sucursales y para su fortuna le informaron que la sucursal Dyer estaba abierta. “Ya iban a ser dos veces que vengo y encuentro cerrado”. comentó.
Gabriel Vargas, fue otra de las personas que fue sorprendida al pensar que todas las sucursales estaban abiertas. “Es que dijeron que todas estaban abiertas pero nunca me enteré que ésta no”. Vargas comentó que esta comida la saborea desde que era niño, de cuando sus padres lo traían a comer, por lo que ahora pasó la tradición a su familia.