MANIFESTANTES PINTAN MURAL DE FLOYD CERCA DE LA CASA BLANCA
El alcalde dijo que el mural busca enviar un mensaje de apoyo y solidaridad a los estadounidenses indignados por el asesinato de George Floyd
Washington–la ciudad de Washington culminó ayer casi una semana de manifestaciones contra la brutalidad policial pintando las palabras Black Lives Matter en enormes letras amarillas brillantes en la calle que conduce a la Casa Blanca, una muestra muy visible del respaldo del gobierno local a un movimiento de protesta que lo ha puesto aún más en desacuerdo con el presidente Donald Trump.
La alcaldesa Muriel Bowser dijo que la pintura, hecha por trabajadores de la ciudad y artistas locales y que abarca dos cuadras, tiene la intención de enviar un mensaje de apoyo y solidaridad a los estadounidenses indignados por el asesinato de George Floyd por la policía en Minneapolis.
El hecho se produce al tiempo que la alcaldesa ha discutido con Trump sobre la respuesta a las protestas y mientras DC se preparaba para una manifestación hoy que se esperaba que atrajera a decenas de miles de personas a una ciudad que aún está bajo restricciones por el coronavirus.
“Sabemos lo que está pasando en nuestro país. Hay mucha ira. Hay mucha desconfianza de la policía y el gobierno”, dijo Bowser en una conferencia de prensa. “Hay personas que anhelan ser escuchadas y vistas y que se reconozca su humanidad. Tuvimos la oportunidad de enviar ese mensaje alto y claro en una calle muy importante de nuestra ciudad”.
Las letras y una imagen de la bandera de la ciudad se extienden por todo el ancho de la calle 16 al norte de Lafayette Square. El mural termina cerca de la Iglesia Episcopal de San Juan, donde Trump organizó una sesión de fotos el lunes después de que los oficiales con equipo antidisturbios dispararon gases lacrimógenos y amenazaron a los manifestantes para dar paso al presidente y su séquito.
Un letrero ahora identifica esa sección de la calle 16 cerca de la Casa Blanca como “Black Lives Matter Plaza”.
Bowser se ha quejado de la respuesta federal a las protestas calificándola de mano dura y ha pedido el retiro de las tropas de la Guardia Nacional del estado.
Ella dice que las diferencias con la administración Trump resaltan la necesidad de que el Distrito de Columbia sea un estado y tenga más control sobre sus asuntos. También pueden reflejar el hecho de que Trump es profundamente impopular en el distrito, donde Hillary Clinton ganó alrededor del 90% de los votos en las elecciones presidenciales de 2016.
Sin abordar el tema del mural, Trump continuó sus ataques contra Bowser en tuits el viernes.
“La incompetente alcaldesa de Washington, DC, @Mayorbowser, cuyo presupuesto está totalmente fuera de control y constantemente regresa a nosotros para recibir ‘dádivas’, ahora está peleando con la Guardia Nacional, que la salvó de una gran vergüenza las últimas noches”, tuiteó. “¡Si ella no trata bien a estos hombres y mujeres, entonces traeremos un grupo diferente de hombres y mujeres!”
Ella hizo caso omiso de sus críticas. “Sabes eso del comal y la olla”, dijo en una conferencia de prensa.
El capítulo local de Black Lives Matter dijo que no apoyaba pintar la calle y se pronunció contra Bowser, de quien dicen, no ha apoyado lo suficiente sus esfuerzos para combatir los abusos de la policía.
“Esto es espectáculo y una distracción de su administración contraria a nuestras demandas de disminuir el presupuesto policial e invertir en la comunidad”, dijo en Twitter.
Los funcionarios de DC tienen quejas de larga data contra el Gobierno federal.
Bowser y el Consejo de DC han resentido durante mucho tiempo al Congreso, que se reserva el derecho de alterar e incluso revertir cualquier ley de la ciudad. Fue el Congreso, no Trump, quien le costó al Distrito de Columbia más de $ 700 millones en fondos federales a principios de este año al clasificarlo como un territorio en lugar de un estado en el primer gran paquete de alivio de coronavirus.
Pero con Trump en el cargo, las relaciones de Bowser con la Casa Blanca parecen haberse erosionado constantemente en los últimos años, convirtiéndose finalmente en una abierta antipatía pública por el manejo de las protestas actuales.
Trump criticó a Bowser y al Departamento de Policía Metropolitana de Washington por tomar un toque suave con los manifestantes. Advirtió después de la primera noche de protestas que el Servicio Secreto estaba listo para desatar “los perros más bravos y las armas más siniestras que he visto” si los manifestantes intentaban romper la valla de seguridad alrededor de la Casa Blanca.
Bowser calificó los comentarios de Trump de “groseros” y dijo que la referencia a los perros de ataque evoca los peores recuerdos de la lucha de la nación contra la segregación.
La disputa pública se ha intensificado desde allí, con Trump esencialmente usurpando la autoridad de Bowser al ordenar que varias agencias federales y todo el contingente de la Guardia Nacional de DC de mil 700 miembros salga a las calles.
El jueves, mientras las protestas seguían siendo pacíficas, Bowser puso fin al toque de queda impuesto después de que las personas dañaran edificios y entraran en negocios durante el fin de semana pasado y el lunes.