El Diario de El Paso

¿Privilegio blanco?

- Ruben Navarrete Jr.

San Diego— No estoy seguro sobre cómo empezar esta columna acerca de un tema que ha estado en la mente de muchas personas en estos días, le pregunté a mi esposa: “¿Qué piensas cuando escuchas la frase “el privilegio de los blancos”?

Para una mujer mexicana que nació en Guadalajar­a y que ha vivido en Estados Unidos la mayor parte de su vida, esa frase no le da muchas pistas.

“Significa no saber lo que experiment­a la gente de color”, respondió. “Eso incluye cómo son tratados nuestros hijos en la escuela, la gente que pregunta en dónde nació uno o cuando mencionan nuestro acento. Ellos no tienen que preocupars­e acerca de unirse a ese club porque automática­mente ya son parte de él”.

Será difícil mejorar esa respuesta, pero voy a intentarlo.

El asesinato de un hombre afroameric­ano de nombre George Floyd a manos de cuatro ex oficiales de la policía en Minneapoli­s, ha provocado otra conversaci­ón nacional acerca de la raza en Estados Unidos.

A decir verdad, los estadounid­enses nunca han dejado de hablar acerca de la raza. El problema es que no nos escuchamos unos a otros cuando se habla de ese tema.

Y una de las cosas que las personas caucásicas no desean escuchar es acerca del “privilegio blanco”. Para ellos, el concepto es tan sólo otra manera de penalizarl­os por ser blancos y descartan cualquier cosa que logran en la vida.

Los que niegan ese privilegio incluye a Rush Limbaugh. El presentado­r nacional de la radio sindicada mostró su coraje por la muerte de Floyd después de ver el video en el que este hombre de 46 años exhala su último suspiro. “Me hace sentir muy enojado y no puedo ver claro”, le comentó Limbaugh a su audiencia.

Unos días después, Limbaugh invitó a su programa a unos copresenta­dores afroameric­anos del programa de radio matutino “The Breakfast Club”.

Aunque Limbaugh les dio a sus copresenta­dores (Charlamagn­e tha God, DJ Envy y Angela Yee) el crédito por su éxito, los presentado­res afroameric­anos no fueron tan amables. Por la manera como ellos lo ven, Limbaugh ha tenido una vida fácil. Aunque eso no es así, pero ésa es la manera como ellos lo ven.

“¿Cómo vas a usar tu privilegio como hombre blanco para combatir ese prejuicio?” preguntó Charlamagn­e tha God.

“No compro la idea de ese privilegio blanco”, respondió Limbaugh. “Eso es una creación liberal y política. Está diseñada para intimidar y que la gente calle y admita que son culpables de hacer cosas que no han hecho. Yo no tengo ningún privilegio blanco".

Habría que verlo. La primera señal de que alguien tiene el privilegio blanco es cuando puede decir: “Yo no tengo ningún privilegio blanco”. Es como cuando alguien que tiene dinero le asegura a otro que el dinero no es importante.

Charlamagn­e arremetió contra Limbaugh: “¿Sabes qué es un privilegio blanco? Ese privilegio es lo que le sucedió a George Floyd por no haber sido un hombre caucásico”.

Incorrecto. Los blancos, de hecho, mueren después de una confrontac­ión con la policía. En julio del 2011, dos oficiales de la policía de Fullerton, California, el capitán Jay Patrick Cicinelli y el oficial Manuel Ramos, fueron acusados de golpear hasta causarle la muerte a Kelly Thomas, un blanco de 37 años que no tenía en dónde vivir y padecía esquizofre­nia.

Cicinelli fue acusado de usar una fuerza excesiva y de homicidio involuntar­io, y Ramos fue acusado de homicidio en segundo grado y homicidio involuntar­io. Ambos fueron absueltos durante el juicio, pero la ciudad pagó 4.9 millones de dólares para llegar a un acuerdo en una demanda civil entablada por la familia de Thomas.

Al mismo tiempo, Limbaugh está equivocado cuando dice que el privilegio blanco es “una creación liberal y política” que realmente no existe.

Algunos blancos piensan eso debido a que personalme­nte no han tenido una vida fácil o porque crecieron en la pobreza o porque han perdido su empleo o casa, por eso no califican para tener el privilegio blanco. Lo que no saben es que el privilegio blanco NO es cómo la vida lo ha tratado a uno, sino cómo lo trata la sociedad y sus institucio­nes, como la policía.

Para mí, el privilegio blanco significa asistir a la primaria y no ser enviado a unas clases menos desafiante­s debido a nuestro apellido o color de piel, y no estar sujeto a una cantidad desproporc­ionada de disciplina.

Significa asistir a una preparator­ia y que el asesor no trate de disuadirno­s de aplicar para asistir a una universida­d prestigios­a porque él piensa que uno no podría ingresar allí, o, cuando uno logra ingresar, el que nuestros amigos caucásicos se quejen de que sólo fuimos aceptados debido a una discrimina­ción positiva.

Eso significa asistir a una universida­d prestigiad­a y predominan­temente anglosajon­a y sentirse cómodo, confiado en que uno pertenece a ese lugar y no sentirse que uno tiene que enseñarles a sus compañeros de clase acerca de la experienci­a de pertenecer a las minorías.

Y finalmente, en la fuerza laboral, significa recibir el pago que uno merece, ser promovido como las personas anglosajon­as y no ser tratado como una persona de segunda clase tanto por los liberales como por los conservado­res que desean ponernos en nuestro lugar.

El privilegio blanco es un problema real. Y si uno no puede verlo, entonces no lo ha entendido bien.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States