NO SE DEJEN ENGAÑAR POR EL MERCADO BURSÁTIL
Nueva York— La fortaleza de la recuperación de los mercados de valores en el último par de meses aparejada con una inesperada recuperación en los empleos durante el mes de mayo podría provocar que sea muy fácil concluir que la economía de Estados Unidos no necesita más estímulos. Es muy probable que los participantes de ese mercado asuman que están por venir más estímulos económicos como debería de ser.
El punto de referencia del Índice Standard & Poor 500 se ha recuperado en un 42.8 por ciento desde su punto bajo el 23 de marzo, generando un avance de tan sólo 1.14 por ciento en el año, en medio de lo que el Fondo Monetario Internacional asegura que será la peor recesión desde la Gran Depresión. Esos fundamentos de la recuperación son claros.
La rápida respuesta de la Reserva Federal ante el cierre de la economía inducido por la pandemia eliminó de manera efectiva el riesgo de una crisis financiera, ya que el Congreso inyectó dinero a los hogares y empresas a través de una variedad de paquetes de apoyo fiscal. La información del gobierno muestra que los ingresos personales aumentaron en 10.5 por ciento en el mes de abril aun cuando los salarios cayeron en un 8 por ciento.
Por lo tanto, con el apoyo a la economía mientras se levantan los cierres, veremos que la actividad rápidamente se va a incrementar. El reporte de empleos de mayo demostró qué tan rápido puede suceder eso en la etapa inicial de la recuperación. En lugar de eliminarse 7.5 millones de empleos más como se había pronosticado, los empleadores agregaron 2.5 millones, aunque la tasa de desempleo cayó del 14.7 al 13.3 por ciento.
La estabilidad en los mercados financieros siempre depende de la habilidad que tienen los inversionistas de ver hacia el otro lado de esta crisis y pueden hacerlo con una creciente claridad. De hecho, aunque la estimación de las ganancias por acción para el 2020 del Índice Standard & Poor 500 se ha desplomado a aproximadamente 125 dólares respecto a los 175 dólares al inicio del mes de enero, los analistas estiman una recuperación que será de 162 dólares en el 2021, de acuerdo con la información que fue compilada por Bloomberg.
Aun así, la recuperación fue tan inesperada y ocurrió tan rápidamente que hasta el mercado alcista se está poniendo nervioso. Así que, aunque la actividad económica parece haber tocado fondo y ha mostrado una mejoría, sin tener fe en que más recursos federales van a llegar podría ser difícil justificar un continuo impulso al alza después de una recuperación inicial en los datos.
El desafío más obvio es que aun cuando la solicitud inicial de beneficios de desempleo está alejada de su punto más álgido, un punto de inflexión para le economía, siguen avanzando a un ritmo semanal de 1.88 millones de personas.
Esto se compara con el nivel más alto de reclamos de beneficios durante la pasada recesión que fue de 665 mil en marzo del 2009. Aun cuando la economía se está reabriendo, Bloomberg Economics estima que hasta seis millones de empleos podrían ser eliminados en los próximos meses.
Muchos empleos gubernamentales también están en riesgo. Los gobiernos estatales y locales recortaron a 571 mil empleados y va a haber más. Sin la ayuda federal, por ejemplo, New Jersey podría despedir a la mitad de sus 400 mil empleados.
También hay que hacer notar que aun cuando cayó el desempleo, el porcentaje de personas que estaban sin trabajo de manera temporal aumentó de un 11.1 a un 14.0 por ciento.
Esto significa que aun cuando algunos trabajadores están siendo recontratados, otros siguen siendo despedidos a un rápido ritmo en un mercado laboral que tiene tasas crecientes de desempleo permanente. Los desempleados recientes se darán cuenta que cada vez es más difícil obtener trabajo.
Aun cuando se reabra la economía, la segunda y tercera ronda de impactos de la afectación inicial seguirá pesando en el producto interno bruto.
Si continúa el apoyo fiscal, tal como ampliar los beneficios mejorados de desempleo y proporcionar ayuda a los gobiernos estatales y locales impulsará el ritmo de la recuperación e igualará más cercanamente el repunte en Wall Street.
Afortunadamente, la administración Trump sigue sopesando la idea de que se necesitará más gasto. En este punto, están diciendo que van a tratar de mantener ese tamaño del desembolso que estará por debajo del 1 trillón de dólares.
Eso está muy por debajo del paquete con valor de 3.5 trillones de dólares que ya fue aprobado por la Cámara. Si eso representa una postura de negociación inicial, el resultado actual podría colocarse entre medio de eso.
La Reserva Federal sigue representando también un papel de apoyo en la recuperación. Aunque es muy probable que el Banco Central no traiga nada nuevo a la mesa en esta semana, reiterará su intención de mantener las tasas de interés cerca de cero y seguirá comprando activos y con los programas de préstamos hasta que la economía se encuentre bien en su camino hacia la recuperación.
Aunque la Reserva Federal va a confirmar que está preparada para proporcionar un apoyo adicional si es necesario.
Los republicanos no están interesados en arriesgarse y dejar que la economía colapse debido a las elecciones del mes de noviembre. Aunque ese camino será más tumultuoso para los mercados que el mes pasado debido a que la lucha partidista podría detener el progreso del próximo paquete de gastos.
Un mercado valioso por su perfección es vulnerable ante el cambio de psicología, y el retraso que ha tenido el Congreso respecto al gasto podría provocar fácilmente ese cambio. Pero si el Congreso sigue los pasos de la Reserva Federal y se compromete con la recuperación, ese repunte en las acciones, aun cuando se extienda como parece que sucederá, tendrá más espacio para seguir avanzando.