Vandalizan escultura del conquistador Juan de Oñate
Las autoridades municipales mantienen especial vigilancia en los diferentes monumentos históricos asentados en la ciudad luego del vandalismo que sufriera a mediados de semana la estatua ‘The Equestrian’, de Don Juan de Oñate, ubicada a la entrada del Aeropuerto Internacional de El Paso.
Aunque no sufrió daños severos, la escultura fue rayada con pintura en aerosol al plasmar la leyenda “Tu Dios no es mi Dios” junto a unas frases obscenas.
Se dijo que el ataque, el cual se dio justo durante la ola de protestas realizadas por el movimiento ‘Black Lives Matter’ a nivel nacional, fue aprovechado por personas que consideran que este tipo de obras deben ser destruidas por representar un pasaje negro de la historia de los Estados Unidos.
Martha Vera, cónsul honoraria de España en El Paso, tras lamentar la destrucción dijo: “Me entristece mucho ver que nuestras estatuas, que nuestra historia está siendo desfigurada”.
La representante del Gobierno español en esta ciudad resaltó que la presencia de Don Juan de Oñate trajo prosperidad y desarrollo a esta región, “sin él aquí, no habría hispanos, ni católicos. Quién sabe si incluso hubiéramos tenido a una ciudad como El Paso”, dijo orgullosa de las hazañas de Oñate.
Visiblemente consternada la funcionaria realizó un recorrido por la plaza donde se erige la estatua que da la bienvenida a los miles de viajeros que llegan a la ciudad de diferentes partes del mundo.
Al mismo tiempo un grupo de empleados municipales apoyados con maquinaria especial retiraron las pintas colocadas en la base del monumento y en una de las patas del caballo que monta el legendario Oñate.
Al igual que este monumento, otras estatuas como la de Cristóbal Colón sufrieron pintas, daños, y hasta derribamientos en ciudades de Virginia y en Boston a manos de los manifestantes.
A decir de los protestantes, quienes se autoproclaman como defensores de los pueblos indígenas, tanto Oñate como Colón fueron exploradores que trajeron muerte y destrucción en contra de las comunidades indias durante su paso por la supuesta colonización.
A través de la historia ambos personajes, calificados como ‘polémicos’ por algunos grupos de manifestantes que cuestionan su obra en este país, recobran notoriedad cuando se produce un ajuste de cuentas raciales, como el de George Floyd, presuntamente asesinado por un policía blanco al momento de su detención en la ciudad de Minneapolis.
Especialistas en la historia norteamericana, como el profesor asistente de Comunicaciones de UTEP, Frank Pérez, afirman que la idea de que se tenga una deuda de gratitud a Oñate por fundar la ciudad es bastante errónea.
“No podemos darle un pase a Oñate. Él es responsable de la muerte de más de 800 indios Acoma, incluidas 300 mujeres y niños”, dijo el autor del libro “Deconstruyendo las narrativas eurocéntricas de turismo y patrimonio en las comunidades mexicoamericanas. Juan de Oñate como un ícono del Oeste de Texas”.
En este ejemplar el escritor intenta desmantelar la visión eurocéntrica infundada de los pueblos mexicanos inmigrantes y nacidos en los Estados Unidos, que agrupa las identidades de latinos, chicanos y otros pueblos indígenas en hispanos cuyas contribuciones al desarrollo cultural, histórico y social del Suroeste están marginadas o se hacen inexistentes.
Para Al Borrego, presidente de la Sociedad Genealógica e Histórica de San Elizario, quien desde hace 29 años celebra la Conferencia Anual de la llegada del conquistador español a la zona en 1598, queda claro que Juan de Oñate fue un hombre que convivió con las comunidades indígenas y que las ayudó a salir adelante.
“Es muy importante porque nos convirtió en el lugar de nacimiento del Suroeste de Estados Unidos”, comentó tras rechazar los señalamientos de violencia contra las comunidades indígenas.
Manifestó que a su llegada a San Elizario arribó con 120 soldados como parte de su expedición y un grupo numeroso de personas que ayudaron y enseñaron a los indígenas asentados en ese tiempo en estas tierras nuevas técnicas de sobrevivencia, ganado, siembra y tecnología, incluyendo la fe.
Negó categóricamente el que se haya perpetrado la llamada matanza de indios Acoma en el Condado San Vicente, en Nuevo México. Los soldados no aniquilaban gente, eran como la policía preservando el orden.
Para él este tipo de manifestaciones, las cuales no se hacían desde hace varios años, han exagerado la historia por parte de estos grupos que cuestionan la actuación de los colonizadores españoles en la región, quienes nombraron esta tierra como Nuevo México.
“La mala fama de Oñate, es que los españoles llegaron aquí –y de eso hay muchos escritos que han tergiversado la historia–, arrasando y matando a los indígenas, sin tomar en cuenta la logística, el sentido común de lo que sucedió en esos años y ahora quieren aplicarlo al día de hoy y a las leyes tribales y eso no es posible”.
Explicó que estos grupos intentan cambiar la historia al hacer pensar a la gente que los españoles llegaron a matar a todos los nativos con sus espadas, por ello el término de ‘conquistador’, que en Estados Unidos tiene un significado diferente a como se conoce en México.
El historiador manifestó que lo ocurrido en el peñón de Acoma fue muy diferente a lo que se intenta difundir puesto que en ese lugar nunca hubo una batalla contra los indios sino que ahí fueron asesinados nueve soldados y uno de los sobrinos de Oñate, quienes intentaban integrarlos al nuevo plan de colonización en julio de 1598.
En su caminar y en diciembre de ese año después de consultar al Virreinato, Oñate envió a otro grupo de soldados armados con un pequeño cañónparahacerjusticia.ahícapturaron a varios guerreros de arriba de 25 años e hicieron valer la ley cortándoles uno de los pies como castigo, práctica que se aplicaba en ese entonces por el Gobierno español.
“Desde entonces grupos de protestantes siempre se han manifestado acusando a Oñate de asesino de indígenas cuando la verdad no ocurrió así, prueba de ello es la presencia actual de decenas de tribus en el país. Son gente que trata de sacar su frustración por las cosas que no pudieron ni pueden hacer”.
Expresó que la historia más bonita de Oñate, nacido en Pánuco, Zacatecas, era su esposa Isabel de Tolosa, de origen azteca: nieta de Hernán Cortés y de la princesa Isabel Moctezuma, una de las hijas del emperador Moctezuma II. “Esa es la historia de nosotros los mestizos y por ello estamos aquí”.
Agregó que aquí en El Paso desde la colocación de la estatua de Oñate, instalada en terrenos del aeropuerto en 2007 para honrar la influencia de Oñate sobre El Paso y la región Suroeste, levantó controversia por lo que para acallar las voces disidentes se le cambió el nombre a ‘El Ecuestre’, una palabra de origen inglés.
Borrego recordó que en aquel año –1598– Juan de Oñate estuvo en el área durante 10 días previo a la celebración de la expedición, posteriormente siguió la ruta, la cual se convirtió luego en el Camino Real de Tierra Adentro, la ruta comercial entre la Ciudad de México y San Juan Pueblo, Nuevo México.