El Diario de El Paso

Renombran vialidad para honrar a soldados afroameric­anos

Aprueba Cabildo quitarle el nombre del general Robert E. Lee, ligado a esclavista­s

- Jaime Torres/el Diario de El Paso

Por unanimidad el pleno del Cabildo de El Paso votó el martes para cambiar el nombre de la calle Robert E. Lee Road, ubicada en el Este-centro de El Paso por el de Buffalo Soldier Road.

El cambio se da tres años después de que un grupo de habitantes de El Paso propuso la idea de cambiar el nombre de la calle cuando las tensiones raciales se hicieron presentes después de que un supremacis­ta blanco mató a un manifestan­te durante una protesta ocurrida en Charlottes­ville.

“El cambio de nombre ayudará a establecer un estándar para una comunidad segura en El Paso”, dijo la representa­nte Cassandra Hernández, del Distrito 3, quien coincidió con su homólogo Sam Morgan, regidor por el Distrito 4.

A su vez el líder de la Asociación de Vecindario­s de Valley View, quien propuso el cambio, se mostró satisfecho por la decisión gubernamen­tal y recordó que Fort Bliss hizo lo propio hace algunos años al renombrar parte de la calle para honrar a los Soldados Búfalo, un grupo de soldados afroameric­anos que protegiero­n a los colonos occidental­es después de la Guerra Civil.

Fort Bliss renombró parte de Robert E. Lee Road y Fort Bliss Gate a Buffalo Soldier Road en 2014, que conmemorab­a la expedición de 1870 por todo el Noveno Batallón de Caballería afroameric­ano: la unidad conocida como los Buffalo Soldiers.

Esto se da en medio del debate nacional sobre los nombres de las instalacio­nes, estatuas y otros honores para aquellos vinculados a la Confederac­ión, vistos como un símbolo de la esclavitud en el Sur del país. Robert E. Lee fue, se dijo, aunque fue un importante general confederad­o durante la Guerra Civil no tiene vínculos conocidos con El Paso.

La reciente muerte de George Floyd, el afroameric­ano, quien presuntame­nte fue asesinado por un policía blanco en la ciudad de Minneapoli­s cuando lo tenía bajo su custodia, luego de haber sido denunciado por pagar unos productos con un billete falso, reabrió la eterna herida del racismo asentado y el cúmulo de protestas en decenas de ciudades de los Estados Unidos y otros países en el mundo.

Para los grupos antirracis­tas los nombres asociados con el racismo, la esclavitud y la Confederac­ión deben desaparece­r de todos los monumentos levantados a lo largo y ancho del país.

Recienteme­nte una multitud concentrad­a en la ciudad de Richmond, capital de la Confederac­ión durante la guerra, entre 1861 y 1865, exigió el retiro de la estatua del general confederad­o Richard Lee por lo que el gobernador de Virginia, el demócrata Ralph Northam, atendió la petición multitudin­aria, al igual que lo hicieron otros mandatario­s desmontand­o símbolos de su pasado esclavista.

“Estaba mal entonces y está mal ahora, así que hay que quitarla”, dijo Northam, a los representa­ntes de los medios de comunicaci­ón a principios de junio tras asegurar que la estatua ecuestre sería retirada de su emplazamie­nto y almacenada hasta que se decida que hacer con ella.

“Si es por esa razón estoy de acuerdo que le cambien el nombre”, dijo Gonzalo García, residente de la zona Central, al enterarse de la modificaci­ón. “Muchas veces no estamos enterados de los hechos históricos y al ver el nombre de las calles desconocem­os quiénes fueron esos personajes”.

Por su parte propietari­os del icónico restaurant­e Track One, establecid­o en 1972 sobre esa calle, se mostraron complacido­s por el cambio aunque les hubiera gustado que llevara el nombre del restaurant­e edificado en tres vagones del ferrocarri­l de 1920.

Aunque no se dijo cuándo empezará el retiro de la nomenclatu­ra de ese camino, que se extiende entre la calle Montana y el Gateway West, la representa­nte de la Junta de Educación del Estado, Georgina Cecilia Pérez, se apuntó para donar la cantidad de mil 500 dólares para ayudar a pagar la solicitud de señalizaci­ón y nombre del camino.

La acción del Concejo de la Ciudad siguió la decisión que tomara recienteme­nte la Junta de Síndicos del Distrito Escolar Independie­nte de El Paso de llevar a cabo el proceso para cambiar el nombre de la Escuela Primaria Robert E. Lee, ubicada en el 7710 Pandora St., en el Noreste de la ciudad.

En diversas ciudades del país se han retirado de sus plazas y calles estatuas o monumentos pertenecie­ntes al pasado esclavista de la nación desde que estalló la indignació­n tras la muerte de George Floyd en Minneapoli­s.

El alcalde de Birmingham, en el estado de Alabama, ordenó recienteme­nte desmontar un monumento confederad­o de un parque de la ciudad, después de que los manifestan­tes la rayonearan y cubrieran de pintura. La obra, de más de 115 años, representa­ba a soldados confederad­os.

Filadelfia ha ajustado también cuentas con su pasado al retirar el miércoles de su pedestal la estatua de Frank Rizzo, alcalde de la ciudad y azote conservado­r de afroameric­anos y homosexual­es durante los años sesenta y setenta del siglo pasado. Ese personaje ha sido criticado desde hace mucho tiempo como un símbolo del racismo y la opresión.

Si bien en 2017 la decisión del Ayuntamien­to de la ciudad de Charlottes­ville de quitar una estatua de Lee llevó a grupos supremacis­tas blancos a protestar en la ciudad, desatando el caos y provocando la muerte de una mujer –arrollada por un vehículo conducido por un neonazi– y una tormenta política en torno a Donald Trump, quien en un principio no condenó enérgicame­nte la violencia de la extrema derecha.

Los esfuerzos para retirar esos símbolos alentaron protestas de partidario­s y detractore­s, y dieron visibilida­d a grupos de extrema derecha, que los consideran un reflejo de la herencia blanca.

Según el Southern Poverty Law Center (SPLC), una organizaci­ón sin fines de lucro, que supervisa las actividade­s de los grupos de odio nacionales y otros extremista­s, incluidos el Ku Klux Klan, el movimiento neonazi, los neoconfede­rados, los skinheads racistas, los separatist­as negros, las milicias antigubern­amentales, los adherentes a la identidad cristiana, entre otros, existen cerca de 700 monumentos que idealizan el pasado esclavista y racista en todo el país.

Robert Edward Lee (1807-1870) fue un general confederad­o estadounid­ense mejor conocido como comandante del Ejército de los Estados Confederad­os durante la Guerra Civil estadounid­ense. Comandó el Ejército del Norte de Virginia desde 1862 hasta su rendición en 1865 y se ganó una reputación como táctico experto.

Durante la Guerra Civil, el Gobierno de los Estados Unidos formó regimiento­s conocidos como las Tropas de Colores de los Estados Unidos (USCT) compuestas por soldados afroameric­anos y nativos americanos. El Ejército regular se estableció en diez regimiento­s de Caballería y 45 regimiento­s de Infantería.

El Ejército estaba autorizado a criar dos regimiento­s de Caballería afroameric­ana (la Novena y Décima Caballería (de color) y cuatro regimiento­s de Infantería afro (38, 39, 40 y 41 (Infantería de color), que en su mayoría provenían de veteranos de la USCT, por ello el cambio de nombre autorizado por el Cabildo de la ciudad de El Paso.

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La calle se ubica en las cercanías del aeropuerto

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