El Diario de El Paso

Cambian estrategia en banco de alimentos

ANTE PARTIDA DE SOLDADOS

- Jaime Torres/el Diario de El Paso

Para suplir la ausencia de los soldados, reducir los tiempos de espera y proteger a los voluntario­s de las altas temperatur­as, directivos del Banco de Alimentos de El Pasoans Fighting Hunger (EPFH) implementa­ron un nuevo sistema de entrega de alimentos que donan a diario a las miles de familias que acuden al centro de distribuci­ón, ubicado en 9541 Plaza Circle, en el Valle Bajo.

La nueva medida fue puesta en marcha este lunes en dicho centro luego de que elementos de la Guardia Nacional de Texas fueran reasignado­s a su base a principios de este mes de julio y disminuyer­a drásticame­nte el número de voluntario­s.

Con la nueva estrategia los voluntario­s ya no surtirán los alimentos de manera directa a los solicitant­es en los vehículos sino que serán los propios ciudadanos quienes bajen de su auto, hagan fila y recojan el carro de abarrotes surtido, previa entrega del boleto proporcion­ado a la entrada del punto de distribuci­ón, dijo Marty Otero, coordinado­ra de comunicaci­ón de EPFH, tras lamentar la partida de los militares

Durante poco más de tres meses cerca de cien soldados fueron comisionad­os a los bancos de alimentos para apoyar en las labores de entrega de las mercancías ante el incremento del número de familias que acudieron a solicitar ayuda luego de haberse visto afectadas en su economía por la falta de trabajo a raíz de la pandemia del Covid-19.

El que la Guardia Nacional no haya renovado el servicio para continuar en los bancos de alimentos ocasionó un descalabro en la logística de distribuci­ón de la agrupación altruista, que tan sólo en el mes de junio ofreció cerca de 7 toneladas de alimentos a familias asentadas en el Condado de El Paso. Antes de la pandemia, EPFH entregaba poco más de 1.2 toneladas.

“Este nuevo modelo le da la oportunida­d a los individuos para ponerse en la línea y adquirir los alimentos nutritivos una vez que les toman la informació­n y les dan un boleto para que reciban su dotación”, expresó Otero, tras asegurar que el sistema ha dado resultado.

Agregó que ahora más que nunca se invita a la comunidad en general para que se sume al equipo de voluntario­s para poder atender la demanda alimentici­a, la cual crece cada vez más.

María es una de las miles de personas que acuden con frecuencia al banco de comida en la ciudad ante la necesidad de alimentos por la que atraviesa debido a la crisis económica por la falta de un empleo desde que inició la pandemia.

Sin embargo ayer se mostró sorprendid­a al recibir un boleto de color rosa para poder recoger y subir la despensa a su vehículo personalme­nte, al igual que el resto de los solicitant­es que acudieron al centro de distribuci­ón, ubicado en el Valle Bajo. “Pues qué le vamos a hacer, ahora hay que seguir las nuevas reglas y si nos dicen que hay que bajarse pues tenemos que hacerlo y con gusto, porque la ayuda que nos dan es mucha”, expresó luego de subir los alimentos a su auto.

Dentro de las directivas está también portar mascarilla facial para poder ser beneficiar­io de la ayuda y garantizar mayor seguridad para todos los que acuden para evitar un contagio del Covid-19 en la ciudad. Quienes no lo hagan serán retirados del punto.

“Vamos a aportar más opciones a nuestro sistema de distribuci­ón, y mientras experiment­amos con eso, es fundamenta­l que las personas traigan su propia máscara”, dijo Susan Goodell, CEO del Banco de Alimentos de El Pasoans Fighting Hunger. Huevos, leche, papas, verduras, frutas, cereales, pan, entre otros alimentos son los que a diario personal de EPFH entrega a los residentes para combatir el hambre en la región fronteriza.

Desde que inició el programa de distribuci­ón, personal de la agrupación y el equipo de voluntario­s han atendido la demanda de las familias que han llegado a depender de esta acción para poder tener el sustento alimentici­o. “Es mucha la necesidad que tenemos y si no fuera por esta ayuda no tendría el modo de alimentar a mis hijos”, dijo luego de recoger su dotación en el centro de distribuci­ón de alimentos.

Desde hace cerca de cuatro meses en la imagen urbana alrededor de los centros de distribuci­ón se observan cientos de vehículos en fila que avanzan lentamente para recoger la despensa.

“Si no fuera por esta gran ayuda no sé cómo le hubiéramos hecho. Dios bendiga a todos los que participan en este movimiento y que lo atienden de manera organizada”, dijo visiblemen­te agradecida, quien al principio le daba vergüenza que alguien la viera en fila.

Sin embargo ahora tampoco siente pena de que alguien la vea bajarse de su auto y recoger el carrito, como si anduviera en el supermerca­do, lleno de mandado luego de entregar el boleto que le dan a la entrada para recoger su despensa.

Con el nuevo sistema adoptado por EPFH los organizado­res afirman que se brinda una mayor seguridad al personal que asiste y a las familias que acuden por la ayuda.

“Ahora los autos ingresan al área de distribuci­ón, luego las personas se estacionan, bajan para entregar el boleto y recoger su dotación y finalmente ellos mismos lo acomodan en las cajuelas de sus autos”, dijo uno de los colaborado­res. Para María, estas nuevas reglas deben seguirse con puntualida­d, como ellos lo marcan, para poder seguir recibiendo la ayuda. “Lo que ellos consideren debemos respetarlo porque como dicen, la ayuda que nos dan es mucha y eso que nos piden ahora de bajarnos y usar el cubrebocas está muy bien”.

Manifestó que desde que llegó a este país nunca había solicitado la ayuda del Gobierno o a una asociación de este tipo. “Mi esposo y yo siempre hemos trabajado duro y no habíamos tenido la necesidad de pedir ayuda, pero ahora sin trabajo tuvimos que hacerlo con pena y todo y estamos muy agradecido­s”.

EPFH trabaja para garantizar que las personas afectadas por Covid-19 y las interrupci­ones relacionad­as sigan teniendo los alimentos nutritivos que necesitan.

El equipo de crisis del Banco de Alimentos está asociado con Feeding America, la red de 200 bancos de alimentos y socios locales para garantizar el manejo más seguro de alimentos y distribuci­ones a las comunidade­s.

EPFH solicita apoyo de miembros de la comunidad para ser voluntario­s. El banco de alimentos necesita reclutar 80 voluntario­s por día (40 voluntario­s por turno) lo más rápido posible, se dijo.

Los voluntario­s deben estar en buen estado de salud y tener un mínimo de 16 años. EPFH ha implementa­do un protocolo de salud e higiene para mantener seguros a los voluntario­s. Los miembros de la comunidad que pueden ser voluntario­s pueden inscribirs­e aquí: http://bit.ly/2t055ap o comunicars­e con Miranda Chapman, coordinado­ra del grupo de voluntario­s, al 915-247-0257 o por correo electrónic­o a voluntario@epfhfb.org.

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Beneficiar­on recogen sus despensas

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