El importante trabajo del programa de rastreo de contactos
En Nueva York más de 3 mil personas hacen llamadas, tocan a puertas y comprueban la salud de los contagiados
Nueva York— Joseph Ortiz se dirigía a la casa de un desconocido que había dado positivo en Covid19, sin saber cómo resultaría su inesperada visita.
La persona no había respondido a las llamadas del equipo de rastreo de contactos de la ciudad de Nueva York, un gran esfuerzo para frenar los contagios de coronavirus que requiere que los pacientes recién diagnosticados identifiquen a otros a los que puedan haber infectado, antes de que esas personas lo expandan aún más.
Ortiz había salido para intentar incluir a esa persona entre los casos controlados.
“Hay de todo. No sabes lo que vas a encontrar”, dijo Ortiz, de 30 años, mientras se acercaba este mes al apartamento de esa persona en Queens. “A veces tienes gente que lo agradece mucho.
Les gusta que estemos aquí intentando poner fin a la pandemia para que todo el mundo pueda volver a la normalidad”.
“Pero otras veces, puedes tener un cliente que cierra de un portazo”, señaló.
Así es la labor sobre el terreno para lo que parece ser el mayor programa de rastreo de contactos en una ciudad estadounidense. Más de 3 mil personas hacen llamadas, llaman a puertas y comprueban la salud y la reclusión de la gente.
El alcalde Bill de Blasio, que es demócrata, ha atribuido un “por ahora, enorme éxito” al programa. Tras un arranque irregular en junio, la ciudad dice haber alcanzado su objetivo de rastrear en torno al 90% de los nuevos pacientes y completar las entrevistas con el 75% de ellos.
Cuando la gente ha identificado a sus contactos, los rastreadores han completado las entrevistas con 6 de cada 10 de ellos, por debajo del objetivo. Las autoridades locales no han aclarado cómo de rápido están localizando a la gente ni cuáles parecen ser las posibles fuentes de contagios.
Resulta difícil comparar los programas de rastreo de ciudades y estados de Estados Unidos porque hay enormes diferencias en los datos que publican, pero algunos académicos de salud pública señalan que las cifras presentadas por Nueva York son prometedoras. Aun así, algunos expertos externos sugieren que Nueva York debería conseguir mejores resultados.
“Por lo que se oye de las estadísticas y el progreso descrito, es como si su trabajo hubiera terminado después de hacer estos contactos. Pero eso no es una misión cumplida en absoluto”, dijo el doctor Denis Nash, profesor de epidemiología de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Él cree que la ciudad está desaprovechando oportunidades para evaluar lo bien que se está aislando la gente y extrapolar patrones de exposición para aprender “dónde están los agujeros en la red de seguridad y cuán grandes son”.
El rastreo de contactos es una técnica consolidada de salud pública , pero la pandemia lo está poniendo a prueba en todo el mundo. Las apuestas son especialmente claras en la ciudad estadounidense con más muertes por Covid-19, y que logró contener relativamente su brote a finales de esta primavera.
Haciendo llamadas desde su apartamento en Harlem Este, la rastreadora Maryama Diaw dijo que se esfuerza por “ser sensible y compasiva y hablar de verdad a la persona como a un ser humano, en lugar de simplemente leer un guion”.
Cuando una mujer se mostró muy afectada al saber que había dado positivo, Diaw dejó a un lado por un momento sus preguntas planificadas y le dijo: “¿Está usted bien?”.
“Hablamos un poco, de persona a persona”, dijo Diaw, de 25 años y que estudia un grado de salud pública. “Eso fue muy satisfactorio porque de verdad ayudé a alguien en lo que podría haber sido un día muy difícil para ella, y sé que cuando dejó la llamada tenía los recursos que necesitaba”.
Los rastreadores neoyorquinos también ofrecen asistencia, que puede incluir entregas de comida o habitaciones gratis de hotel.
El director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha estimado que el país necesitará casi 100 mil rastreadores. Para finales de julio, el total era de algo más de 41 mil, según un sondeo de NPR y la Universidad Johns Hopkins con datos de 45 estados, sin contar algunos programas locales.
La ciudad ya tenía a un par de cientos de personas rastreando el VIH y otros patógenos infecciosos antes de la pandemia. Pero el Covid19 llevó esa labor a “una escala sin precedentes”, dijo el subcomisario de salud, el doctor Demetre Daskalakis.
La ciudad de Nueva York parece tener el mayor programa municipal de rastreo. En comparación, 2 mil 600 personas cubren el populoso condado de Los Ángeles.
El departamento de salud del Condado de Los Ángeles indicó que su programa “va bien”, completa las entrevistas con aproximadamente la mitad de los nuevos pacientes y con casi dos tercios de sus contactos, aunque en Nueva York los porcentajes son mayores cuando se tienen en cuenta variables como personas sin un número telefónico disponible.
El estado de Nueva York, que tiene 2 mil rastreadores trabajando fuera de la ciudad, ha contactado con casi el 90% de los nuevos pacientes y casi el 88% de sus contactos, indicó el funcionario estatal Larry Schwartz. No estaba claro qué porcentaje de esas persona completa las entrevistas.
El alcalde Bill de Blasio calificó como un éxito la respuesta que se ha dado con este proyecto