BANNON Y SUS SOCIOS SE APROVECHARON DE TRUMP Y SU MURO Los hombres ya antes habían monetizado otras causas conservadoras
Juntos vendieron la iniciativa de We Build the Wall; estafaron a los donantes con 25 millones de dólares
Washington— Todos tenían antecedentes vistosos, pero no necesariamente del tipo que inspira confianza inmediata. También compartían la devoción por el presidente Donald Trump.
Brian Kolfage, un veterano condecorado de la guerra de Irak y conferencista motivacional, había creado una serie de sitios web a favor de Trump usando historias falsas para atraer clics y vender anuncios. Timothy Shea vendía una bebida energética con temática de Trump y mencionaba en su publicidad que contenía “lágrimas de liberales”. Andrew Badolato tenía un historial de negocios fallidos, deudas fiscales sin pagar y acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Unieron fuerzas a principios del año pasado con un proyecto atesorado, construir el muro, fronterizo que Trump había prometido y postergado desde hace mucho tiempo, y simpatizantes influyentes para promocionarlo, entre ellos Stephen Bannon, uno de los arquitectos de la victoria de Trump en 2016 y exestratega de la Casa Blanca. Juntos, los cuatro hombres vendieron la iniciativa de We Build the Wall (Construimos el muro) como una manera de que los estadounidenses preocupados por la seguridad fronteriza evadieran el bloqueo del Congreso y construyeran al menos 160 kilómetros de barreras con dinero privado.
Sin embargo, según la acusación federal revelada el 20 de agosto, los hombres estafaron a los donantes y trataron los más de 25 millones de dólares que recaudaron como una alcancía privada. A través de una organización anónima sin fines de lucro, Bannon recibió más de un millón de dólares del grupo, de acuerdo con los documentos judiciales. Kolfage obtuvo un total de 350 mil dólares que gastó en “renovaciones para el hogar, pagos a cuenta de un barco, un vehículo utilitario deportivo, un carrito de golf, joyas, cirugías plásticas, pagos de impuestos personales y deudas de tarjeta de crédito”, afirmaba la acusación. Los demás acumularon cientos de miles de dólares para sus gastos personales, según los fiscales. Bannon se declaró no culpable en el caso.
Kolfage, el rostro público de la iniciativa, garantizó a los donantes en repetidas ocasiones que el cien por ciento del dinero se destinaría a la construcción del muro. “Es hipócrita e irónico”, aseguró Javier Perea, alcalde de Sunland Park, Nuevo México, donde comenzaron las labores de construcción del muro privado. “Estos individuos vendieron la idea de hacer cumplir las leyes estadounidenses y hacer cumplir nuestras reglas, pero, si los alegatos son ciertos, ellos mismos fueron los que engañaron a la sociedad estadounidense sobre sus intenciones”.
Hasta hoy, se han construido poco menos de ocho kilómetros del muro privado, de acuerdo con el sitio web de la empresa. Cuando los expertos dijeron hace poco que la decisión del grupo de construir a lo largo de la orilla del río Bravo en el sur de Texas podría provocar que las barreras se caigan al río, hasta Trump criticó el proyecto.
No obstante, la iniciativa había suscitado elogios de funcionarios de Seguridad Nacional y de la Patrulla
Fronteriza, así como del hijo del presidente, Donald Trump Jr. Un elenco de partidarios de Trump trabajó en el consejo administrativo de We Build the Wall, entre ellos Kris Kobach, ex secretario estatal de Kansas; Erik Prince, contratista del Departamento de Defensa; Tom Tancredo, exmiembro del Congreso por Colorado; así como los defensores frecuentes de Trump David Alexander Clarke Jr., exalguacil de Wisconsin, y Curt Schilling, exlanzador de los Medias Rojas de Boston.
Aún el 19 de agosto el proyecto seguía en marcha, pues Kolfage estuvo ese día en el pódcast de Bannon, War Room, para promocionar una iniciativa de recaudación de fondos para otra causa cercana, aunque imprecisa, a la retórica del presidente: un fondo “para las víctimas de Black Lives Matter”.
Los operadores de We Build the Wall vincularon sus identidades y sus fortunas a la era de Trump y a la marca personal y política del presidente, con desprecio por los demócratas y la burocracia federal. Kolfage, que perdió sus dos piernas y un brazo en Irak como miembro de la Fuerza Aérea, ha publicado varios videos en Twitter burlándose de los esfuerzos de control fronterizo del expresidente Barack Obama y elogiando los de Trump.