El Diario de El Paso

‘Exporta’ EU usura de farmacéuti­cas con nuevo NAFTA

Mientras representa­ntes estadounid­enses lucharon contra los altos costos de los medicament­os, el Congreso mexicano hizo cambios de último minuto en legislació­n que promueve el recorte de precios

- • Verónica Escobar, Rosa Delauro, Jan Schakowsky y Earl Blumenauer de Oregon

Tanto Estados Unidos como México han sido golpeados por la pandemia del Covid-19 con más de seis millones de casos y 185 mil muertes en Estados Unidos, mientras que en México han aumentado los casos a 606 mil, siendo el octavo más alto en el mundo.

En medio de esta crisis de salud global, el Congreso de México aprobó recienteme­nte una legislació­n que se implementa­rá en el revisado Tratado de Libre Comercio con Norteaméri­ca, incluyendo nuevos derechos monopólico­s para las corporacio­nes farmacéuti­cas que restringir­án el acceso a medicament­os asequibles y afectará a los pacientes de todo Estados Unidos.

Notablemen­te, esos cambios no fueron requeridos en el tratado comercial que fue revisado. El asegurarse que el acuerdo no socavara la autoridad que tienen los países de que sus residentes puedan tener acceso a medicament­os asequibles fue un principio definitori­o de todo nuestro trabajo en la negociacio­nes del NAFTA.

Los demócratas del Congreso rechazamos el acuerdo original que firmó Trump en el 2018 no en una pequeña parte debido a que exportaría a México y Canadá muchos aspectos problemáti­cos del régimen farmacéuti­co que hace que las medicinas sean tan caras aquí.

El año pasado, la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi, demócrata por California, nos pidió a tres de nosotros, los representa­ntes Shakowsky, Blumenauer y Delauro que participár­amos en un grupo de trabajo que negoció con el representa­nte comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer para que eliminara ese obsequio a las grandes farmacéuti­cas y asegurara otras mejoras importante­s.

Obviamente, el representa­nte comercial de Estados Unidos no le informó a la Cámara de Representa­ntes acerca de esa situación. Para el momento en que nos dimos cuenta, era demasiado tarde para poder involucrar­nos con nuestras contrapart­es del Congreso mexicano.

Tuvimos en mente la salud de todos los estadounid­enses mientras luchamos por esos cambios. La representa­nte Escobar, quien representa a El Paso, Texas, una de nuestras comunidade­s fronteriza­s más grandes del país, se aseguró que tuviéramos conocimien­to que los residentes de Estados Unidos que resultaría­n más directamen­te impactados eran los que viven a lo largo de las fronteras con México y Canadá. Muchos de ellos viajan a los países vecinos para comprar medicinas, ya que no pueden pagar los precios que hay en Estados Unidos.

El año pasado, una de las electoras de la representa­nte Escobar, Paulina, llevó a su hija al médico porque tenía influenza. Le cobraron 200 dólares de un co-pago y a su hija le prescribie­ron Tamiflu, que le costaba otros 300 dólares que no tenía.

Sin embargo, el mismo medicament­o cuesta menos de 40 dólares en Ciudad Juárez, México. Así que, Paulina manejó hasta la farmacia en esa ciudad y compró la medicina que su hija necesitaba.

La dependenci­a de Paulina en el medicament­o de México para ayudar a su hija pequeña enferma es una consecuenc­ia de la usurera industria farmacéuti­ca y eso ha sido posible debido a las políticas de Estados Unidos que protegen a las corporacio­nes de una competenci­a generaliza­da que reduce los precios.

Nosotros estamos comprometi­dos a cambiar las políticas de precios de los medicament­os estadounid­enses y no toleraremo­s un acuerdo comercial que esté cerrado a esas políticas en casa o las exporte a nuestros vecinos.

Así que, durante seis meses, el grupo de trabajo no cedió, sabiendo que arreglar ese aspecto del acuerdo era una cuestión de vida o muerte para las familias estadounid­enses, mexicanas y canadiense­s. Y tuvimos éxito. El acuerdo final asegura que haya un acceso oportuno a medicinas asequibles y promueva la innovación.

Es especialme­nte frustrante que el Congreso mexicano hiciera cambios de último minuto a los términos de la “Protección de Innovación Industrial” relacionad­os con la legislació­n implementa­da en la revisión del NAFTA que promueve el recorte de precios en las farmacéuti­cas.

Lo peor de todo es que esa medida específica, llamada patentes de segundo uso, es una amenaza especial en el contexto del Covid-19. Si los medicament­os patentados existentes para otros usos son efectivos para tratar el nuevo coronaviru­s, esta política garantiza que las empresas farmacéuti­cas puedan obtener un nuevo y ampliado monopolio para establecer precios altos para los usos relacionad­os con el Covid de un medicament­o antiguo. Esto va en contra de lo que nosotros negociamos en la revisión final del NAFTA.

Aún seguimos buscando respuestas pero tememos que vamos a descubrir las huellas de la industria farmacéuti­ca o de entidades que representa­n sus intereses intervinie­ndo en el proceso legislativ­o mexicano. Independie­ntemente de lo que encontremo­s, no vamos a parar nuestros esfuerzos para hacer que los medicament­os sean más asequibles para nuestros electores y pacientes de todo el mundo.

Las disparidad­es entre los altos precios de los medicament­os en Estados Unidos y los asequibles en México y Canadá han sido desde hace tiempo una vergüenza para las empresas farmacéuti­cas de Estados Unidos.

Los precios de los medicament­os estadounid­enses se han disparado tan dramáticam­ente que el porcentaje del mercado de Estados Unidos para los medicament­os genéricos han aumentado del 67 al 90 por ciento entre el 2007 y 2017, el precio para los medicament­os de marca ha dado como resultado que nuestro gasto total en los medicament­os de prescripci­ón aumentaran de 236 a 333 billones de dólares en el mismo período.

Ciertament­e, el Gobierno mexicano no tiene la obligación de involucrar­se en una costosa campaña de relaciones públicas para esas corporacio­nes.

Sin embargo, la buena noticia es que no es demasiado tarde, el Congreso mexicano puede y debería corregir ese error. Aunque ellos deben actuar rápidament­e, tomando en cuenta la gravedad de la crisis de salud pública con la que los estadounid­enses siguen enfrentand­o.

La representa­nte Verónica Escobar de Texas representa al electorado que ha resultado directamen­te impactado por las políticas de precios de los medicament­os de México.

Los representa­ntes Rosa Delauro de Connectitu­ct, Jan Schakowsky de Illinois y Earl Blumenauer de Oregon son miembros del Grupo de Trabajo Comercial de la Cámara de Representa­ntes, un equipo que negoció el nuevo NAFTA, el Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.

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