Reconoce Trump que perdió las elecciones
Aunque la cobertura de noticias retrató a Trump como quien efectivamente había concedido, él trató de afirmar en las redes sociales que no se rendía.
-Intentó robar la elección por una puerta trasera.
Este esfuerzo probablemente sea ilegal y ciertamente antidemocrático. Pero a medida que los desafíos legales de Trump se desmoronan con bastante rapidez en los tribunales, en la última semana más o menos, cambió de marcha a una táctica mucho más descarada.
Ha estado tratando de convencer a los legisladores republicanos locales en estados clave para que le roben las elecciones al declarar que hay demasiado fraude potencial para certificar los resultados de las elecciones, y luego votando para darle electores. La puerta se abrió para él en Michigan la semana pasada, cuando al menos tres funcionarios electorales republicanos se opusieron a certificar los resultados. Trump sintió una apertura y se reunió con los legisladores republicanos de Michigan en la Casa Blanca.
Pero sus esfuerzos fracasaron. Las juntas estatales y del condado certificaron los resultados, y estos legisladores salieron de su reunión con Trump diciendo que no tenían intención de anular los resultados y darle electores.
Desde entonces, Trump ha apuntado a Pensilvania, otro estado que perdió controlado por legisladores republicanos. El jueves, dijo que su equipo se había reunido con algunos en la legislatura y aparentemente presentó sus reclamos de fraude. Según el relato de Trump, parecían receptivos. “Hemos tenido excelentes reuniones con senadores de Pensilvania, senadores republicanos y otros”, dijo, “y están viendo cosas. Sabían que era deshonesto, pero no sabían que era tan deshonesto”.
Pero esta puerta probablemente también esté cerrada con llave. Los legisladores de Pensilvania no han hablado sobre la reunión. Los principales legisladores republicanos de Pensilvania han dicho anteriormente que no cambiarían electores. Y Pensilvania ya certificó sus resultados y concluyó que Biden ganó los electores del estado.
-Sus desafíos legales se han convertido en su mayoría en empujes y tweets de relaciones públicas.
Trump sigue prometiendo que se avecinan importantes revelaciones sobre cómo se llevaron a cabo las elecciones. “Vas a encontrar un fraude de cientos de miles de votos por estado”, dijo el Día de Acción de Gracias.
Un periodista le preguntó cuándo presentaría tal evidencia en la corte. No es que la campaña de Trump no lo haya intentado. Han tenido semanas desde las elecciones para hacerlo, celebrando ansiosas conferencias de prensa donde sus aliados prometen que “esta elección está lejos de terminar”.
Pero cuando llega el momento de comparecer ante el tribunal, se alejan de las denuncias de fraude que están haciendo en la televisión, o los jueces los expulsan del tribunal por presentar alegaciones tan infundadas en primer lugar.
Los abogados de Trump han comenzado a abandonarlo. Han perdido casi todos los casos judiciales que han intentado entablar en estados indecisos. No se ha revocado ni un solo voto.
Entonces, en lugar de presentar casos legales nuevos y más estrictos, esta semana sus abogados asistieron a una audiencia celebrada por legisladores republicanos en Pensilvania sobre un presunto fraude electoral. No se revelaron muchas novedades.
El Philadelphia Inquirer informa que “se desarrolló como un mitin de campaña, con discursos ardientes de legisladores republicanos y vítores de docenas de simpatizantes”. Y cuando Trump llamó a través de un teléfono celular frente a un micrófono, arrojó falsedades electorales que los tribunales ya han rechazado.
El feed de Twitter de Trump es muy parecido.
Esta probablemente sea una forma eficiente de mantener leales a la base de Trump y a los legisladores republicanos. Pero repetir las mismas cosas falsas una y otra vez en realidad no anulará la elección.
Trump no tiene opciones y cada semana comienza a hablar más y más como si supiera que está perdido.