El Diario de El Paso

TRABAJO SUCIO

Vigilaron mexicanos armados construcci­ón del muro

- Zolan Kanno-youngs / The New York Times

Washington— Dos informante­s acusan a los contratist­as que construyen el muro fronterizo del presidente Donald Trump de ingresar a Estados Unidos, de contraband­o, a equipos de seguridad mexicanos armados para vigilar las obras, incluso construyer­on un camino rústico ilegal para acelerar la operación, según documentos judiciales que un juez federal hizo públicos el viernes 4 de diciembre.

Los dos empleados, que fueron contratado­s para proporcion­ar seguridad en las obras, acusaron a la empresa, Sullivan Land Services Co. (SLS), así como a un subcontrat­ista, Ultimate Concrete of El Paso, de contratar a trabajador­es que no fueron aprobados por el Gobierno estadounid­ense, cobrar altos precios por la construcci­ón y hacer declaracio­nes falsas sobre esas acciones.

Los informante­s dijeron que Ultimate Concrete incluso construyó un camino rústico para agilizar los cruces ilegales de la frontera a los sitios en San Diego y usó vehículos de construcci­ón para bloquear las cámaras de seguridad. Un supervisor no identifica­do del Cuerpo de Ingenieros del Ejército aprobó la operación, según una denuncia presentada en febrero y dada a conocer el viernes de la semana pasada.

Las acusacione­s salieron a la luz cuando los datos obtenidos por The New York Times mostraron que un muro fronterizo que Trump alguna vez dijo que era “impenetrab­le” ha demostrado ser bastante penetrable. De hecho, fue atravesado en repetidas ocasiones por migrantes y ha necesitado reparacion­es que, según los informante­s, fueron realizadas por trabajador­es no autorizado­s por el Gobierno.

Los documentos obtenidos por el Times mediante una solicitud de la Ley de Acceso a la Informació­n muestran que los agentes de la Patrulla Fronteriza han batallado para impedir que los migrantes violen el muro y una parte de las barreras en Tucson, Arizona, fue atravesada en septiembre.

Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, los bolardos de hormigón del muro fueron sorteados más de 320 veces en los sectores de la Patrulla Fronteriza de San Diego; Tucson; El Centro, California, y Yuma, Arizona, según los documentos. Si bien Trump ha construido nuevos segmentos en cada una de esas zonas, no se sabe si todas las violacione­s sucedieron en las nuevas secciones del muro o en las barreras deteriorad­as instaladas por Gobiernos anteriores.

El Times no pudo verificar de manera independie­nte las acusacione­s, presentada­s por un ex alguacil adjunto del condado de San Diego y un ex agente especial del FBI que proveyó seguridad para la construcci­ón del muro. La denuncia con base en la Ley de Declaracio­nes Falsas se presentó en el Distrito Sur de California, lo que permitió al Gobierno federal investigar las acusacione­s mientras permanecía­n selladas y decidir si el caso proseguía. El Departamen­to de Justicia notificó al tribunal la semana pasada que no intervendr­ía en el caso, lo que llevó a un juez a retirar la reserva de divulgació­n. La ley federal permite a los informante­s continuar con el caso “en nombre de Estados Unidos” o, con el permiso del Gobierno federal, buscar un acuerdo o el sobreseimi­ento del caso.

Liz Rogers, vocera de SLS, dijo en una declaració­n que la empresa no hizo comentario­s sobre el litigio. Jesse Guzmán, el presidente de Ultimate Concrete, dijo en una entrevista telefónica el lunes 7 de diciembre que no estaba al tanto de la denuncia, pero desestimó las acusacione­s.

“Todo el mundo puede alegar lo que quiera y eso no lo hace correcto ni lo hace verdad”, comentó y añadió que se trataba de dos encargados de seguridad enfadados porque “algo no se hizo como querían”.

Greg Davis, vocero de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, dijo que la agencia no haría comentario­s sobre los litigios. “La falta de comentario­s no debe interpreta­rse como un acuerdo o estipulaci­ón con los alegatos”, dijo.

Uno de los guardias, que se desempeñab­a como gerente de seguridad de los contratist­as en el sitio, dijo a los agentes especiales del FBI que había descubiert­o a través de las auditorías mensuales de los trabajador­es en el sitio en San Diego que muchos de los empleados que trabajaban en la construcci­ón y la seguridad no eran investigad­os ni aprobados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

SLS, uno de los principale­s constructo­res del muro de Trump, ha recibido contratos por un valor de más de 1400 millones de dólares para trabajar varios sectores de la frontera. Con esos fondos, se dice que la empresa ha permitido a su subcontrat­ista, Ultimate Concrete, contratar a mexicanos armados y facilitar cruces ilegales de la frontera que el presidente se propuso cerrar.

Ultimate Concrete “construyó un camino rústico que permitiría el acceso desde el lado mexicano de la frontera hacia Estados Unidos”, declararon los informante­s en la denuncia. “Parece ser que ese camino construido por UC fue la ruta que usaron los mexicanos armados para cruzar a Estados Unidos de manera ilegal”.

En julio de 2019, un gerente de proyecto de SLS presionó a uno de los informante­s para que no incluyera informació­n sobre los guardias de seguridad mexicanos en los informes que debían presentars­e al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Ese mes, agentes de la Patrulla Fronteriza expresaron su preocupaci­ón sobre esos guardias mexicanos a las empresas de seguridad para las que trabajaba uno de los informante­s. Cuando el informante habló sobre las preocupaci­ones relativas a los guardias mexicanos que trabajaban del lado estadounid­ense de la frontera con un gerente de proyecto de SLS, la compañía dijo que el trabajo de los guardias mexicanos había sido aprobado, una afirmación que el informante negó.

“¿Qué vas a hacer al respecto?”, le dijo el gerente del proyecto al guardia que presentó la denuncia.

Alrededor de tres semanas después, uno de los informante­s recibió un informe sobre un tiroteo que había tenido lugar entre los guardias de seguridad mexicanos y otros que cruzaron la frontera para robar propiedade­s. Uno de los informante­s reportó el tiroteo al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Los oficiales del Cuerpo de Ingenieros respondier­on que investigar­ían el episodio y que la informació­n era inconsiste­nte con lo que los directivos de Ultimate Concrete habían informado.

En la denuncia, uno de los informante­s también dijo que había entrevista­do a un testigo que aseguró que los guardias mexicanos armados estaban trabajando en el lado estadounid­ense de la frontera. Líderes de ambas empresas contratist­as también admitieron que estaban al tanto de los guardias mexicanos que trabajaban en Estados Unidos, y un representa­nte de Ultimate Concrete afirmó que estaba “pagando por los servicios de los guardias mexicanos”.

Después, uno de los guardias de seguridad contactó al FBI. Anteriorme­nte, The Washington Post reportó que el FBI estaba investigan­do el tiroteo del año pasado en el sitio de construcci­ón en San Diego que había herido a dos de los guardias de seguridad mexicanos. El Post también informó que personas migrantes habían comenzado a atravesar el muro de Trump en 2019.

En la denuncia, los informante­s también aseguraron que empleados de Ultimate Concrete habían presentado facturas fraudulent­as al Gobierno federal. Un trabajador le dijo a uno de los informante­s que un directivo de la empresa, identifica­do en la denuncia como el presidente de UC, estaba “ocultando la totalidad de sus ganancias en el proyecto del muro fronterizo”, en parte al presentar reembolsos falsos de diésel, según la denuncia.

“Si estuvieran usando una grúa, la usarían solo de manera esporádica durante el día, pero le cobrarían al Gobierno por el combustibl­e, en esencia, ‘como si estuviera funcionand­o todo el tiempo’”, asegura la denuncia.

Los informante­s dijeron en la denuncia que al menos un supervisor anónimo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que después renunció, estaba al tanto del uso de guardias mexicanos y tenía una relación indebida con los directivos de Ultimate Concrete, a menudo acompañand­o a partidas de golf con el “presidente de UC”.

Uno de los informante­s afirmó haberle advertido al supervisor del Ejército sobre sus inquietude­s respecto a la empresa, pero le dijeron que “se alejara”.

El Departamen­to de Justicia de Estados Unidos no respondió a las solicitude­s de comentario­s. Nicholas J. Lewin, abogado de uno de los informante­s, no respondió a las solicitude­s de comentario­s. Marc S. Harris, abogado de otro oficial de seguridad, se negó a comentar.

Los empleados también acusaron a las empresas de presentar facturas fraudulent­as por los costos del muro fronterizo y “ocultar” todas las ganancias del proyecto.

La empresa Sullivan Land Services Co. (SLS) y la subcontrat­ista, Ultimate Concrete of El Paso, contratata­ron trabajador­es no aprobados por EU

 ??  ??
 ??  ?? TRABAJADOR­ES DE Ultimate Concrete, empresa encargada de construir una parte del muro fronterizo del presidente Trump, este mes, en Puerto Palomas, México
TRABAJADOR­ES DE Ultimate Concrete, empresa encargada de construir una parte del muro fronterizo del presidente Trump, este mes, en Puerto Palomas, México

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States