El Diario de El Paso

Se avecinan viejos y nuevos retos en la dividida sociedad estadounid­ense

- • Maribel Hastings

Washington— Ahora que se aproxima el fin de uno de los años más difíciles que hemos experiment­ado a nivel colectivo y personal, me pregunto cómo superaremo­s como sociedad las profundas divisiones, los rencores y la falta de civilidad que han afectado a este país. Todo ello, impulsado desde la propia presidenci­a que también ha encabezado, con el aval del Partido Republican­o, un asalto a la democracia y a la voluntad de la mayoría de los votantes.

Este fin de semana seguidores del presidente Donald Trump, en Washington, D.C., y en el estado de Washington, se manifestar­on contra un inventado “fraude electoral” portando armas blancas, chalecos antibalas, armas de fuego, arrancando banderas del movimiento Black Lives Matter de iglesias. Hasta los supremacis­tas blancos Proud Boys se hicieron sentir, mostrando el trasero con un vulgar mensaje anti “Antifa”. Hubo varios heridos.

Pero a nadie sorprende que estas personas actúen de este modo, pues tienen el aval de un presidente que promueve la falsa idea del “fraude” únicamente para seguir sacándole dinero a esos mismos seguidores; y tienen el aval de un Partido Republican­o que en el Congreso le siguió el peligroso juego a Trump uniéndose a la ridícula demanda del estado de Texas, pidiendo que se desestimar­an los resultados de las elecciones en otros estados clave donde Biden ganó, demanda que el máximo tribunal de mayoría conservado­ra no quiso escuchar por carecer de base legal. La sed de mantener el poder a toda costa ha probado ser más poderosa para los republican­os que la Constituci­ón y la democracia.

Esto es, de hecho, una de las interrogan­tes del nuevo año que se aproxima: ¿qué será del Partido Republican­o? O más bien, qué harán los republican­os sensatos que han visto a esta colectivid­ad tocar fondo con Trump al mando, sin importar lo bajo que han caído porque la política de cloaca que ha impulsado Trump lamentable­mente les ha resultado rentable y efectiva entre un amplio sector del electorado.

Trump únicamente tiene que tronar los dedos para que sus 74 millones de fieles apoyen o deshagan las aspiracion­es políticas de otros republican­os. La pregunta es cuánto durará el culto a Trump una vez que arranque la administra­ción Biden y surjan nuevas batallas. O si Trump seguirá presente en una especie de Gobierno desde las sombras con sus lacayos republican­os entorpecie­ndo la agenda legislativ­a de Biden.

Lo más triste es que todo este espectácul­o republican­o se da en medio de una pandemia que ha matado a cerca de 300 mil almas en Estados Unidos y que sigue sumando víctimas. Una pandemia que Trump y esos republican­os han minimizado con consecuenc­ias catastrófi­cas.

Para enfrentar la pandemia, ya se ve una luz al final del túnel. Con la aprobación de la vacuna comienza su distribuci­ón a través del país y sus territorio­s, y aunque faltan meses para comenzar a ver resultados, al menos hay una esperanza.

Para el Covid 19 ya hay varias vacunas, pero para el otro virus de prejuicio, xenofobia, mentiras y falsedades que Trump y los republican­os han inoculado entre sus huestes, no la hay.

Ese será uno de los principale­s retos de la presidenci­a de Joe Biden, gobernar un país dividido con un Congreso dividido, pero también será un enorme reto para nosotros como sociedad. Año Nuevo, viejos y nuevos retos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States