Contemplan suicidio estudiantes del estado
La depresión de Shea Wiedemeyer fue avanzando lentamente.
Esta estudiante de primer año de high school tuvo problemas con un poco de ansiedad antes de que las escuelas cerraran abruptamente en el mes de marzo, aunque en el aislamiento de la pandemia, alejados de la interacción diaria con amigos y maestros en Mccallum High School de Austin, esos sentimientos se fueron agravando.
“Me siento atrapada en un momento en que tengo suficiente edad para ver los sucesos actuales y puedo entender su impacto y también tengo alguna opinión sobre ellos, pero realmente no puedo hacer nada acerca de eso”, comentó esta adolescente de 14 años. “Es una sensación muy desalentadora y me deja sintiéndome más desesperada acerca del futuro, tanto del mío como el del mundo”.
Wiedemeyer forma parte de un grupo de estudiantes de todo el país que están lidiando con problemas de salud mental provocados por la soledad, temores e incertidumbre debido a la pandemia de Covid-19. Las clínicas y hospitales terapéuticos de Texas reportan un gran incremento de estudiantes que buscan ayuda para su ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
Los estudiantes están luchando con la pérdida de su libertad, temores de contraer Covid-19 y la pena de haber perdido a sus seres queridos a consecuencia del virus, dicen los expertos, por lo que el estado necesita aumentar sus esfuerzos para ayudarlos.
Hay pocos números duros disponibles sobre los efectos en la salud mental por la pandemia en los adolescentes, sin embargo, la información que está surgiendo arroja luz sobre esas tendencias perturbadoras.
El mes pasado un análisis realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) detectó un incremento significativo en las visitas a las salas de emergencia relacionadas con la salud mental pediátrica, siendo usualmente el primer punto de atención para los niños que necesitan una atención médica mental.
A partir del mes de abril, las visitas relacionadas con la salud mental a salas de emergencia en 47 estados se incrementaron en un 24 por ciento entre niños cuyas edades oscilan entre los 5 y 11 años y el 31 por ciento de 12 a 17 años, comparado con el 2019.
Un estudio realizado en junio entre 3 mil 300 preparatorianos de Estados Unidos por la organización Promesa de Alianza de Estados Unidos, mostró que el 30 por ciento de los jóvenes dice que se sienten infelices o deprimidos más frecuentemente.
El surgimiento de una investigación efectuada por otros países, así como también información a largo plazo sobre el efecto que han tenido otros desastres comunitarios y epidemias anteriores, “sugiere que la factura de salud mental que ha cobrado el Covid-19 y sus cargas asociadas a los jóvenes será significativa y de larga duración”, comentó Sharon Hoover, profesora de Psiquiatría de niños adolescentes y co-directora del Centro Nacional de la Escuela de Salud Mental de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland.