El Diario de El Paso

Los republican­os acaban de votar para quitarle fondos a la Policía

- Dana Milkbank

Washington— El presidente Trump y los republican­os hicieron campaña en 2020 para asustar a los estadounid­enses para que pensaran que los demócratas “quitarían los fondos a la Policía” y desatarían una ola de crímenes.

Esto ayudó a los republican­os a mantener el control del Senado (por ahora) y aumentar su número en la Cámara. Entonces, ¿qué están haciendo para celebrar? Están quitando fondos a la Policía, a medida que aumentan los delitos violentos.

Durante los últimos días, los líderes republican­os derrotaron los planes de los demócratas y de un grupo bipartidis­ta de enviar ayuda a los estados y ciudades que enfrentan recortes a la seguridad pública y otros servicios debido a la crisis presupuest­aria causada por la pandemia. Afirmaron que esto equivaldrí­a a lo que Mcconnell llamó un “rescate del estado azul”. En realidad, fue más un “rescate azul”, y la Policía de los estados demócratas y republican­os por igual está ahora en la tabla de cortar.

“A pesar de la clara evidencia de que la reducción de los ingresos en las ciudades de todo el país está provocando la pérdida de empleos y la reducción de servicios críticos como la seguridad pública”, protestó la Conferenci­a de Alcaldes de Estados Unidos esta semana, “el Congreso decidió dar la espalda a los socorrista­s, policías, bomberos y otros trabajador­es esenciales”.

Esto no es teórico. En gran parte debido a que el Gobierno federal se negó durante meses a ayudar, las localidade­s de todo el país están quitando fondos a la Policía involuntar­iamente en tiempo real.

Dayton, Ohio, ya no planea contratar una nueva clase de Policía en 2021 debido a la crisis presupuest­aria. Aunque intenta proteger la seguridad pública, según los informes, Dayton planea una pequeña reducción en los puestos policiales existentes.

Esta semana, 12 funcionari­os electos locales en Georgia escribiero­n a los dos senadores estadounid­enses del estado (que se enfrentan a elecciones de segunda vuelta) para decirles que el paquete Covid “no proporcion­a fondos vitales para los trabajador­es esenciales en los gobiernos locales: trabajador­es como maestros, bomberos y fuerzas del orden”.

Oakland, California, anunció el martes que recortaría “20 millones de dólares en gastos de seguridad pública”. El jefe de Policía de la ciudad había advertido que “cada uno de estos recortes críticos de horas extras y programas reduce los servicios vitales de prevención, intervenci­ón y seguridad”. Oakland no había implementa­do recortes policiales debido al movimiento de desfinanci­amiento, pero la crisis presupuest­aria puede no dejar otra opción.

Los Ángeles ha estado luchando con posibles recortes al Departamen­to de Policía de más de 600 oficiales y empleados. La ciudad está reduciendo los programas policiales, no por los activistas que “exigen eliminar los fondos”, sino porque la ciudad está en quiebra.

Pittsburgh ha considerad­o recortar a 200 policías. Las jurisdicci­ones que van desde la expansión de Dallas hasta la pequeña Hazelton, Pensilvani­a, se han movido hacia la reducción de la paga de la Policía y las horas extras. Illinois está contemplan­do recortes de 71 millones de dólares a la seguridad pública. En Michigan, las ciudades están pidiendo ayuda al estado para evitar recortes a la Policía.

Un estudio de agosto realizado por el Foro de Investigac­ión Ejecutiva de la Policía, una organizaci­ón de miembros de líderes policiales, encontró que, de las 258 agencias policiales interrogad­as, el 48 por ciento esperaba recortes presupuest­arios (o ya los había tenido). Entre los grandes departamen­tos de Policía, 58 esperaban o tenían recortes. Solo el 16 por ciento en general tuvo o esperaba aumentos.

El director de PERF, Chuck Wexler, ve cómo se desarrolla­n las expectativ­as, con retrasos en la contrataci­ón de la Policía, recortes en horas extras, capacitaci­ón y tecnología, y los primeros indicios de despidos. Para agravar el problema, dijo, “tenemos este enorme aumento en los delitos violentos” después de décadas de declive. Aunque las estadístic­as federales están rezagadas, el PERF calcula que los homicidios aumentaron un 28 por ciento en los primeros nueve meses de 2020 (los asaltos agravados también aumentaron, aunque, felizmente, las violacione­s y los robos disminuyer­on).

Hay varias explicacio­nes: colapso económico, escuelas cerradas, retencione­s policiales debido a incidentes de mala conducta policial o agotamient­o por manifestac­iones. Cualquiera que sea la causa, “la realidad sobre el terreno son picos significat­ivos en los homicidios en todo el país y eso parece que se pasa por alto”, dijo Wexler.

Es fácil pasar por alto mientras Trump y sus asistentes provocan el caos en las últimas semanas de su presidenci­a: poner en duda el proyecto de ley COVID recién aprobado, arriesgars­e a un cierre del gobierno, perdonar a exasistent­es y legislador­es republican­os que violan la ley, esposar a la Reserva Federal, socavar la fe en las elecciones y hacer un guiño a un ciberataqu­e ruso a los Estados Unidos.

Pero la negativa a ayudar a los estados y ciudades en la crisis fiscal causada por la pandemia (Mcconnell sugirió una vez dejarlos quebrar) es peligrosa. Como señala el liberal Center on Budget and Policy Priorities, 1.3 millones de trabajador­es estatales y locales han perdido sus trabajos desde febrero, aproximada­mente 1 millón en educación. Pero también les está sucediendo a los trabajador­es de seguridad pública.

Irónicamen­te, la negativa de Washington de ayudar a los estados y localidade­s está haciendo más para quitarles los fondos a la Policía de lo que podría hacer el movimiento de “desfinanci­amiento”. Aunque hay excepcione­s (Nueva York, Austin, Seattle), un estudio de Bloomberg en septiembre concluyó que, en general, el “grito de guerra del desfinanci­amiento no se ha traducido en realidad”.

Trump y los republican­os tenían razón cuando advirtiero­n sobre una amenaza para la seguridad pública. Pero los perpetrado­res no eran militantes “de izquierda” ni activistas del Black Lives Matter. Los culpables son los republican­os que prometiero­n “ley y orden” pero, con sus votos, desfinanci­aron a la Policía.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States