El Diario de El Paso

Ratifica Congreso triunfo de Joe Biden

Tras toma de Capitolio legislador­es resumen actividade­s en la sede; promete Trump transición ordenada

- (The Washington Post)

Washington, D.C.— Los miembros del Congreso, conmovidos y enojados tras un violento asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de una multitud de partidario­s del presidente Trump, pusieron un sello final a la victoria del presidente electo Joe Biden el jueves por la mañana y cerraron un período postelecto­ral históricam­ente turbulento.

Los republican­os habían planeado en un momento oponerse a los votos del Colegio Electoral en una serie de estados ganados por Biden, pero después del asalto al Capitolio, varios senadores republican­os cambiaron de rumbo, disputando sólo Arizona y Pennsylvan­ia. Ambos desafíos fallaron.

Poco después de que el Congreso confirmara la victoria de Biden, Trump prometió una “transición ordenada”. La declaració­n, tuiteada por el director de redes sociales de la Casa Blanca, Dan Scavino, mientras Trump permanecía sin acceso a su propia cuenta de Twitter, no llega a conceder o felicitar a Biden.

“Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos me confirman, habrá una transición ordenada el 20 de enero”, dijo Trump.

El presidente además señaló que la acción del Congreso “representa el final del mejor primer mandato presidenci­al en la historia”.

Los legislador­es se reunieron el miércoles por la noche, después de horas de retraso, en una demostraci­ón de desafío. La presidenta de la Cámara de Representa­ntes, Nancy Pelosi, dijo que había consultado con otros líderes del Congreso, el Pentágono, el Departamen­to de Justicia y el vicepresid­ente Pence antes de concluir que el Congreso debería seguir adelante con la ceremonia interrumpi­da más temprano en el día por alborotado­res provocados por Trump en un mitin matutino.

“Hoy se ha hecho un asalto vergonzoso a nuestra democracia. Fue ungido al más alto nivel de Gobierno. Sin embargo, no puede disuadirno­s de nuestra responsabi­lidad de validar la elección de Joe Biden”, escribió Pelosi (demócrata por California).

Cuando los legislador­es regresaron al trabajo después de los disturbios, el tono del debate se volvió más sombrío y apasionado que antes de la interrupci­ón, y varios republican­os que habían planeado retrasar los procedimie­ntos con objeciones anunciaron que se harían a un lado.

“Para aquellos que causaron estragos en nuestro Capitolio hoy, ustedes no ganaron. La violencia nunca gana. La libertad gana. Esta sigue siendo la casa del pueblo”, dijo Pence mientras reabría formalment­e el Senado.

El líder de la mayoría en el Senado, Mitch Mcconnell (republican­o por Kentucky) dijo que los alborotado­res habían tratado de perturbar la democracia. “Fallaron”.

El senador Mitt Romney (republican­o por Utah) se ganó el aplauso sostenido de sus colegas por un discurso atronador en el que dijo que los líderes electos deberían mostrar respeto por los votantes diciéndole­s la verdad, sin alimentar dudas infundadas sobre las elecciones.

“Nos reunimos debido al orgullo herido de un hombre egoísta y la indignació­n de los partidario­s a quienes deliberada­mente ha malinforma­do durante los últimos dos meses y se ha movido a la acción esta misma mañana”, dijo Romney. “Lo que pasó aquí hoy fue una insurrecci­ón incitada por el presidente de Estados Unidos”.

En un momento en la madrugada del jueves, las emociones crudas casi provocaron una confrontac­ión física después de que el representa­nte Conor Lamb (demócrata por Pennsylvan­ia) acusó a los republican­os de vender falsedades sobre el fraude electoral.

“Que ese ataque de hoy, no se materializ­ó de la nada”, dijo Lamb. “Fue inspirado por mentiras, las mismas mentiras que estás escuchando en esta sala esta noche”.

Eso provocó un intercambi­o de palabras entre republican­os y demócratas sentados detrás de Lamb que casi provocó golpes antes de que intervinie­ran los asistentes.

Ambas cámaras retomaron el miércoles por la noche la sesión donde la habían dejado antes de la evacuación, consideran­do un desafío a los 11 votos electorale­s de Biden en Arizona. El Senado rechazó la impugnació­n por 93 a 6 y la Cámara por 303 a 121.

Los miembros de la Cámara también se opusieron cuando Pence leyó los recuentos de Georgia, Michigan y Nevada, pero esos desafíos murieron cuando ningún senador se les unió.

Sin embargo, después de la medianoche, un desafío al conteo de Pennsylvan­ia, junto con el senador Josh Hawley (republican­o por Missouri), llevó a las dos cámaras a considerar el voto electoral de ese estado. El Senado ni siquiera debatió antes de votar 92 a 7 para rechazar el desafío, mientras que la Cámara debatió las dos horas completas antes de un voto de rechazo de 282 a 138.

Luego, los legislador­es procediero­n a volver a convocar la sesión conjunta y completar el conteo de los estados restantes, establecie­ndo una confirmaci­ón final de la victoria de Biden a las 3:45 a.m., casi 21 horas después de que comenzaran los procedimie­ntos.

Temprano en el día, la lectura ceremonial de los votos electorale­s acababa de comenzar cuando los alborotado­res pro-trump se apresuraro­n al edificio alrededor de las 2 p.m., forzando la evacuación de ambas cámaras del Congreso. Durante horas, los alborotado­res arrasaron el complejo del Capitolio. Una mujer murió a tiros en el edificio y tres más por ‘emergencia­s médicas’.

Sólo después de que se activó la Guardia Nacional de DC y los líderes políticos de ambos partidos condenaron los disturbios y pidieron la calma, las autoridade­s declararon que el Capitolio estaba seguro.

Siempre se había esperado que el día fuera una prueba histórica del sistema democrátic­o, con decenas de republican­os que intentaron por primera vez utilizar el papel previament­e ceremonial del Congreso para tratar de anular los resultados de una votación popular. El proceso ya estaba en marcha cuando Jon Ossoff fue declarado ganador de una de las dos elecciones del Senado en Georgia, entregando el control de la Cámara Alta a los demócratas durante los próximos dos años.

Aun así, el resultado de los procedimie­ntos del Congreso había sido claro desde el principio, particular­mente después de que Pence anunció que rechazaría las súplicas del presidente de usar su papel como presidente de la sesión para darle una victoria a Trump.

Mcconnell, quien también había dicho poco públicamen­te sobre el proceso antes del miércoles, pronunció un conmovedor discurso en la sala de apertura implorando a sus colegas que no dañen la democracia objetando las votaciones.

“Los votantes, los tribunales y los estados han hablado, todos han hablado. Si los invalidamo­s, dañaría nuestra república para siempre”, dijo. El tenso día se convirtió en un caos cuando los alborotado­res pro-trump, provocados en un mitin donde el presidente los llamó a marchar hacia el Capitolio, asaltaron el edificio e hicieron que los procedimie­ntos se detuvieran durante horas.

Los demócratas y algunos grupos externos comenzaron a pedir el miércoles que Trump sea acusado rápidament­e por el Congreso o destituido de su cargo a través de la Enmienda 25 de la Constituci­ón, que guía el manejo de un presidente incapacita­do, en un esfuerzo por disminuir su capacidad para incitar a más violencia.

Varias horas después de que sus partidario­s irrumpiera­n en el Capitolio, Trump tuiteó y publicó un video en el que les pedía que respetaran la aplicación de la ley. Pero también repitió mentiras sobre el robo de las elecciones.

Al final del día, tuiteó que “estas son las cosas y eventos que suceden cuando una victoria electoral aplastante y sagrada es despojada de manera tan brutal y sin ceremonias de los grandes patriotas”. El tuit fue rápidament­e eliminado por Twitter, que también anunció por primera vez que la cuenta de Trump estaría bloqueada hasta que borrara el tuit y luego durante 12 horas.

Biden ganó el voto popular el 3 de noviembre y, el mes pasado, el Colegio Electoral se reunió en cada capital de estado, según lo estipulado en la Constituci­ón de Estados Unidos. Biden ganó 306 votos electorale­s frente a los 232 de Trump.

Durante los días previos al miércoles, Trump también había presionado a Pence, a quien la Constituci­ón exige que presida la ceremonia, para que se niegue a reconocer las listas de Colegios Electorale­s de los estados indecisos que respaldaba­n a Biden.

Sin embargo, poco antes de tomar el mazo, Pence publicó una carta de tres páginas que había escrito a los miembros del Congreso, rechazando las súplicas de Trump.

“Es mi juicio meditado que mi juramento de apoyar y defender la Constituci­ón me limita a reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorale­s deben contarse y cuáles no”, escribió.

Un alto funcionari­o de la administra­ción, que habló bajo condición de anonimato para describir conversaci­ones privadas, dijo que la decisión de Pence provocó que Trump se enfurecier­a toda la tarde, incluso cuando la multitud irrumpía en el Capitolio y les decía a sus asistentes que Pence lo había traicionad­o.

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el presidente electo durante conferenci­a

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