Trump, a segundo juicio político
Con apoyo republicano, mayoría demócrata en la Cámara le finca cargos por ‘incitar a la insurrección’
Así lo dijo el presidente:
La violencia de masas va en contra de todo lo que creo’
Washington– La Cámara de Representantes hizo historia el miércoles al llevar a juicio político –‘impeachment’– por segunda vez al presidente, acusando a Donald Trump, una semana antes de que abandone el cargo, de incitar a un motín con afirmaciones falsas de fraude electoral, las cuales tuvieron como consecuencia el asalto al Capitolio y cinco muertes.
A diferencia del primer juicio político de Trump, que se llevó a cabo sin casi ningún apoyo republicano, el esfuerzo del miércoles atrajo a diez miembros del partido del presidente, incluida la representante Liz Cheney, la tercera republicana en importancia en la Cámara. Ahora parece probable que el Senado celebre un juicio después de la salida de Trump, un escenario sin precedentes que podría terminar con los legisladores prohibiéndole volver a ocupar la Presidencia. La votación final fue 232-197. Uno de los dramas finales de una Presidencia tumultuosa, el juicio político se desarrolló en un contexto de casi caos en la Cámara y la incertidumbre sobre dónde deja al Partido Republicano la salida de Trump. Demócratas y republicanos intercambiaron acusaciones y apodos a lo largo del día, mientras que los leales a Trump estaban furiosos con sus compañeros republicanos que rompieron filas, especialmente Cheney, en un acto que sacudió la estructura partidista.
Pero a pesar de las emociones provocadas por el asalto al Capitolio, la gran mayoría de los republicanos apoyó al Ejecutivo, incluido el líder de la minoría Kevin Mccarthy, republicano por California.
Argumentó en la Cámara de Representantes que, si bien Trump es responsable del ataque al Capitolio, un juicio político rápido sólo “avivaría aun más las llamas de la división partidista”.
Mccarthy, por primera vez, apoyó públicamente una censura a Trump, pero la llamada llegó demasiado tarde para servir como una alternativa eficaz al juicio político.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California, y otros compañeros de bancada dejaron en claro el miércoles que la censura no sería suficiente dadas las circunstancias, y Trump enfureció a sus partidarios con afirmaciones falsas de fraude electoral, y luego los instó a marchar contra el Congreso mientras los legisladores certificaban el triunfo del presidente electo Joe Biden.
“Debe irse”, dijo Pelosi. “Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos”.
La Cámara tomó su votación final el miércoles por la tarde, una semana después del motín y solo dos días después de que se presentó la resolución de juicio político. Fue una respuesta sorprendentemente rápida de una Cámara que tardó casi tres meses en acusar a Trump en 2019 por cargos de abuso de poder y desacato al Congreso.
Pero con solo siete días restantes del mandato de Trump, el miércoles se hizo cada vez más seguro que Trump no sería destituido prematuramente de su cargo. Sin embargo, la resolución de juicio político por
“incitación a la insurrección” también busca la futura “descalificación de Trump para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o lucro bajo Estados Unidos”.
La atención se centrará ahora en cómo se desarrollará el juicio en el Senado, que nunca antes ha celebrado un juicio político para un ex presidente.
El líder de la mayoría del Senado,
Mitch Mcconnell, republicano por Kentucky, rechazó una solicitud del líder de la minoría Charles Schumer, demócrata por Nueva York, de volver a convocar al Senado a la brevedad para iniciar el juicio de Trump. Eso significa que puede comenzar los procedimientos no antes del 19 de enero, un día antes de la toma de posesión de Biden.
Mcconnell, quien señaló a través de asesores el martes que estaría abierto a una posible condena, dijo en un memorando publicado mientras la Cámara debatía que no había posibilidad de que un juicio pudiera concluir de manera justa antes de la toma de posesión, incluso si aceptaba la solicitud de Schumer. Los juicios políticos a presidentes tomaron 83, 37 y 21 días en el pasado.
Mcconnell deliberadamente dejó abierta la posibilidad de que vote para condenar a Trump.
“No he tomado una decisión final sobre cómo votaré y tengo la intención de escuchar los argumentos legales cuando se presenten al Senado”, dijo en la nota, enviada primero a sus compañeros senadores republicanos.
Schumer, por su parte, sugirió la determinación de celebrar el juicio incluso con Trump fuera de la Casa Blanca. “No se equivoquen, habrá un juicio político en el Senado de los Estados Unidos; habrá una votación para condenar al presidente por delitos graves y faltas, y si el presidente es condenado, habrá una votación para prohibirle postularse nuevamente”, dijo.
Mccarthy pidió en la Cámara de Representantes que Trump “apaciguara los disturbios que se estaban gestando”, y con los votos republicanos en la balanza, Trump rápidamente emitió una breve declaración escrita: “Insto a que NO debe haber violencia, NO transgresión de la ley y NO vandalismo de ningún tipo”, dijo. “Eso no es lo que yo represento, y no es lo que Estados Unidos representa. Pido a TODOS los estadounidenses que ayuden a aliviar las tensiones y calmar los ánimos”.
Más tarde el miércoles por la noche, Trump emitió un video de cinco minutos denunciando a los manifestantes: “La violencia urbana va en contra de todo en lo que creo y de todo lo que representa nuestro movimiento. Ningún verdadero partidario mío podría jamás respaldar la violencia política”.