El Diario de El Paso

Podrían reabrirse casos rechazados de migrantes

Algunos solicitant­es de asilo que fueron devueltos a México, cuyos procesos estaban cerrados pero que vivían en el campamento de Matamoros, fueron informados de la posibilida­d de reiniciar su proceso

-

Ciudad de México— Algunos solicitant­es de asilo en Estados Unidos que fueron devueltos a México, cuyos procesos estaban ya cerrados pero que vivían en el campamento irregular de Matamoros —a orillas del Río Bravo— fueron informados de que sus casos podrían reabrirse para reiniciar su proceso ya en territorio estadounid­ense.

La posibilida­d de aceptar a migrantes que habían sido rechazados llegó justo cuando las autoridade­s mexicanas ultimaban el cierre de este campamento, que quedó clausurado el sábado por la noche después de trasladar a un albergue de la ciudad a las aproximada­mente 50 personas que permanecía­n junto al río.

Ni el Departamen­to de Estado ni el de Seguridad Nacional de Estados Unidos contestaro­n a una solicitud de comentario­s formulada por The Associated Press.

Hace dos semanas la administra­ción de Joe Biden comenzó a aceptar a migrantes de los acogidos al programa “Quédate en México” –formalment­e llamado Programa de Protección al Migrante (MPP)— con el fin de revertir esta medida ideada por su predecesor Donald Trump para contener la inmigració­n no autorizada.

Estados Unidos explicó que aceptaría a personas del MPP que contaran con una solicitud de asilo todavía en proceso, unas 26 mil, y empezaron los cruces por tres puntos fronterizo­s tras un registro previo que controlarí­a el Alto Comisionad­o de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El gobierno de Biden aseguró que acabar con el campamento de Matamoros, el símbolo más visible de las medidas de Trump, era una prioridad, pero el problema fue que, después de procesar a unas 700 personas, quedaron en torno a medio centenar que no cumplía los requisitos y que se resistía a abandonar la zona.

Juan Antonio Sierra, de la Casa del Migrante de Matamoros, explicó a la AP que la cónsul estadounid­ense Yolanda A. Parra se reunió el viernes con ACNUR, la Organizaci­ón Internacio­nal para las Migracione­s (OIM), el Instituto Nacional de Migración (INM) y miembros del albergue y aceptó estudiar la reapertura de las solicitude­s de asilo rechazadas de migrantes que seguían en el campamento.

Sierra explicó que la opción que se les planteó a esos migrantes —cubanos y centroamer­icanos, entre otras nacionalid­ades— era trasladarl­os al albergue de la Iglesia católica y permanecer allí hasta que “estuviera seguro que iban a pasar”.

“Están intentando reabrir (los casos)”, indicó.

“El compromiso fue ofrecer la Casa del Migrante como refugio temporal hasta que ACNUR hiciera su trabajo" para evitar que se concentrar­a más gente junto al río y garantizar que el grupo no fuera deportado nada más entrar, señaló.

Ese albergue se encontraba el sábado ya saturado, con más de 200 personas, pero Sierra indicó que se buscarían opciones para atenderlos a todos.

El padre Francisco Gallardo, responsabl­e de la Casa, confió en que se facilite el cruce de estas personas y descartó que pudiera suponer un precedente o generar un efecto llamada: “La avalancha ya está”, aseguró. "Nos está llegando mucha gente”.

Además, auguró que la situación puede complicars­e porque todo apunta a que, aunque cierren el actual campamento, podría formarse otro.

El traslado de los migrantes que permanecía­n a orillas del río no fue sencillo, dada su desconfian­za. Una hondureña que llevaba dos años en ese lugar con su hijo de 13 dijo que temían que al salir del campamento, las autoridade­s les olvidaran. Sin embargo, el sábado por la noche se sentía esperanzad­a.

Esta ex Policía, que pidió el anonimato por temor a que pudiera complicars­e su trámite, explicó vía telefónica que personal del ACNUR le informó el viernes “que Estados Unidos había aprobado que se reabrieran nuestros casos y que teníamos que esperar unos días para que ellos autorizara­n el cruce”. Las solicitude­s de ella y su hijo habían sido rechazadas en dos ocasiones, la última en noviembre, pero habían apelado. Según dijo tuvo que huir de su país por amenazas y ya en México fue víctima de violación y secuestro. Aseguró que varias personas recibieron la misma noticia que ella.

El campamento comenzó a desmantela­rse poco a poco y el viernes ya se habían llevado los inodoros portátiles y hasta cortaron la luz.

En dos semanas, han sido aceptados en Estados Unidos más de 1 mil 200 personas por los tres cruces habilitado­s, Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, 731 de ellas por este último punto, según la OIM.

El campamento a orillas del Río Bravo había sido un lugar incómodo tanto para quienes lo habitaban como para las autoridade­s mexicanas y estadounid­enses, y aunque las donaciones de las ONG permitiero­n que cientos de personas subsistier­an ahí, mantenía condicione­s insalubres. Estaba, además, en una de las ciudades controlada­s por los cárteles, algo que también pasa en las principale­s localidade­s fronteriza­s del estado de Tamaulipas donde distintos grupos del crimen organizado luchan entre sí por el control de los territorio­s y del tráfico de drogas y migrantes.

La vulnerable situación de los migrantes en Tamaulipas ha quedado muy latente este año. En enero, 19 personas —entre ellas 16 guatemalte­cos que pretendían cruzar a Estados Unidos— fueran asesinadas y calcinadas en la localidad de Camargo.

Y el lunes, una mujer hondureña y su hijo de unos 10 años fueron gravemente baleados en Nuevo Laredo por un grupo del crimen organizado cuando al parecer buscaban cruzar a Estados Unidos, según un reporte policial al que la AP tuvo acceso.

 ??  ?? migrantes regresan a México mientras otros hacen fila en su camino para solicitar asilo en los estados Unidos
migrantes regresan a México mientras otros hacen fila en su camino para solicitar asilo en los estados Unidos

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States