El Diario de El Paso

Brutalidad policiaca

Libre bajo fianza, agente de Austin que mató a afrolatino

- Reese Oxner y Jolie Mccullough / The Texas Tribune

Austin— El oficial de la Policía de Austin que disparó y mató a Michael Ramos el año pasado fue acusado de asesinato en primer grado, anunció la oficina del fiscal de distrito del condado de Travis el jueves por la mañana. Es la primera acusación de asesinato conocida de un oficial de la Policía de Austin en un incidente de uso de la fuerza, dijo la oficina.

El miércoles se emitió una orden de arresto de Christophe­r Taylor con una fianza de 100 mil dólares, confirmó la portavoz de TCSO, Kristen Dark, al Texas Tribune. Taylor se entregó a la cárcel del condado de Travis y fue liberado bajo fianza en aproximada­mente media hora alrededor de la medianoche, dijo Dark el jueves. Su acusación establece que no puede tener un empleo con acceso a un arma de fuego y que no puede poseer armas de fuego personales. El Departamen­to de Policía de Austin dijo el jueves por la tarde que Taylor está en licencia administra­tiva sin goce de sueldo.

La orden de arresto fue reportada por primera vez por el periódico Austin American-statesman y la estación KVUE. El mismo día que se anunció la acusación, los legislador­es estatales demócratas presentaro­n una legislació­n a nombre de Ramos.

Ramos, un hombre afrodescen­diente e hispano de 42 años, estaba desarmado cuando la policía le disparó en abril pasado en un complejo de apartament­os en el sureste de Austin cuando salía de un estacionam­iento. Meses después de su muerte, que provocó protestas contra la brutalidad policial en la ciudad, el Departamen­to de Policía de Austin publicó imágenes del tiroteo.

Los videos muestran a los oficiales ordenando a Ramos que salga de su vehículo, levante las manos y se levante la camisa. Obedeció antes de retroceder poco a poco hacia la puerta de su coche, visiblemen­te angustiado. Gritó repetidame­nte, preguntand­o qué estaba pasando, diciendo a los oficiales que no tenía un arma y pidiéndole­s que no dispararan.

Segundos después, el oficial Mitchell Pieper disparó una bolsa de plomo llena de perdigones, conocida como munición de impacto, considerad­a “menos letal” por la policía. Luego, Ramos volvió a entrar en su automóvil y procedió a conducir. Taylor disparó tres rondas al vehículo en movimiento, matando a Ramos. El mismo gran jurado que escuchó el caso de Taylor optó por no acusar a Pieper por un cargo de agresión agravada.

La muerte se convirtió en un grito de guerra para los manifestan­tes contra la brutalidad policial en Texas. Y semanas después, la muerte de George Floyd en Minneapoli­s provocó meses de protestas en curso contra la injusticia racial en todo el país.

La exfiscal de distrito del condado de Travis, Margaret Moore, originalme­nte planeó presentar el caso de Ramos a un gran jurado especial en agosto, junto con el de Javier Ambler, un hombre que murió después de ser apresado por agentes del orden.

Pero decidió permitir que el fiscal de distrito recién electo José Garza, quien se postuló en una plataforma de responsabi­lidad policial, presentara los casos después de que él la derrotó en las primarias demócratas del año pasado.

“Hoy hemos dado un paso significat­ivo hacia la justicia para la familia Ramos y para nuestra comunidad”, dijo Garza en un comunicado el jueves por la mañana. “Mi corazón sigue rompiéndos­e por la familia Ramos y todavía tenemos mucho trabajo por delante, pero sabemos que responsabi­lizar a las fuerzas del orden cuando infringen la ley es fundamenta­l para restaurar la confianza de nuestra comunidad y garantizar su seguridad”.

Los abogados de Taylor, Ken Ervin & Doug O’connell, dijeron en un comunicado que estaban “decepciona­dos pero lamentable­mente no sorprendid­os” y acusaron a Garza de hacer una “promesa implícita” de una acusación mientras todavía estaba haciendo campaña por su puesto. La Asociación de Policía de Austin también emitió un comunicado el jueves, diciendo que respaldaba a Taylor y que había “pruebas abrumadora­s” para demostrar que la conducta de Taylor estaba dentro de la ley.

“Le recordamos al señor Garza que su deber jurado no es ser un defensor de una de las partes meses antes de conocer los hechos. Es ver que se haga justicia”, escribiero­n los abogados de Taylor. “La acusación de hoy no es justicia; es el cumplimien­to de un tema de conversaci­ón de la campaña y aún más evidencia de prejuicio contra la policía”.

Es raro que los agentes de policía enfrenten cargos de asesinato en tiroteos u otros encuentros fatales, pero varios casos de Texas en los últimos años han resultado en una condena por asesinato. En el condado de Dallas, el ex oficial de policía de Farmers Branch Ken Johnson recibió una sentencia de 10 años en 2018 por disparar fuera de servicio a José Cruz, de 16 años. Johnson persiguió a Cruz y le disparó después de que el adolescent­e irrumpió en su vehículo. El mismo año, el ex oficial Roy Oliver fue declarado culpable de asesinato y sentenciad­o a 15 años de prisión en 2018 después de matar a Jordan Edwards, de 15 años, un pasajero en un automóvil que se alejaba de la policía. En 2019, la ex oficial de policía de Dallas Amber Guyger fue condenada a 10 años de prisión después de disparar fatalmente a Botham Jean en su propio apartament­o. Dijo que lo confundió con el suyo.

 ??  ?? Protesta en contra de la brutalidad policiaca por el asesinato de Michael Ramos
Protesta en contra de la brutalidad policiaca por el asesinato de Michael Ramos

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States