El Diario de El Paso

No hay un ‘aumento’ de migrantes en la frontera sur: he aquí los datos

- Tom K. Wong, Gabriel De Roche y Jesús Rojas Venzor

Washington— La semana pasada, en la frontera de Estados Unidos con México, el líder de la minoría de la Cámara de Representa­ntes, Kevin Mccarthy, republican­o por California, declaró que el reciente aumento de menores no acompañado­s que intentaban ingresar a Estados Unidos era una “crisis creada por las políticas presidenci­ales de esta nueva administra­ción”.

Analizamos los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos para ver si hay una “crisis”, o incluso un “aumento”, como lo han caracteriz­ado muchos medios de comunicaci­ón. Analizamos los datos mensuales del CBP desde 2012 hasta ahora y no encontramo­s ninguna crisis o aumento que pueda atribuirse a las políticas de la administra­ción de Biden. Más bien, el aumento actual en las detencione­s se ajusta a un patrón predecible de cambios estacional­es en la inmigració­n indocument­ada combinados con un retraso en la demanda debido al cierre de la frontera por coronaviru­s en 2020.

No es una oleada. Es el aumento estacional habitual. CBP reporta datos mensuales sobre cuántos migrantes apresan sus agentes en la frontera sur, incluidos los menores no acompañado­s.

Los datos más recientes muestran que CBP ha registrado un aumento del 28 por ciento en los migrantes detenidos de enero a febrero de 2021, de 78 mil 442 a 100 mil 441. Los medios de comunicaci­ón, los expertos y los políticos han estado llamando a esto un “aumento” y una “crisis”.

Pero las cifras del CBP revelan que la inmigració­n indocument­ada es estacional y aumenta en esta época del año. Durante el año fiscal 2019, bajo la administra­ción de Trump, las detencione­s totales aumentaron un 31 por ciento durante el mismo período, un salto más grande del que estamos viendo ahora. Estamos comparando el año fiscal 2021 con el 2019, porque la pandemia cambió el patrón en 2020. En 2018, el aumento es de aproximada­mente un 25 por ciento de febrero a marzo, algo menor, pero aún pronunciad­o.

¿Pero fue 2019 una aberración? Combinamos datos del año fiscal 2012 al año fiscal 2020 para mostrar el número total acumulado de detencione­s para cada mes durante estos ocho años. Vimos que los migrantes comienzan a llegar cuando termina el invierno y el clima se vuelve un poco más cálido. Vemos un aumento regular no solo de enero a febrero, sino de febrero a marzo, de marzo a abril y de abril a mayo, y luego una fuerte caída, ya que los migrantes dejan de llegar en los meses más calurosos del verano cuando el desierto es mortal. Eso significa que deberíamos esperar disminucio­nes de mayo a junio y de junio a julio.

En otras palabras, lo que estamos viendo no es un aumento repentino o una crisis, sino un cambio estacional predecible. Cuando las cifras vuelvan a caer en junio y julio, los responsabl­es de la formulació­n de políticas pueden verse tentados a afirmar que sus políticas de disuasión tuvieron éxito. Pero esa será solo la caída estacional habitual.

Entonces, ¿por qué estamos viendo más migrantes en lo que va de 2021?

De hecho, el CBP ha informado de la detención de más migrantes en febrero de 2021 que en el mismo mes en años anteriores. Pero eso tampoco significa que sea un aumento repentino o una crisis. El año 2020 fue de la pandemia, cuando el movimiento se redujo drásticame­nte. Países de todo el mundo cerraron sus fronteras. Aquí en Estados Unidos, la administra­ción de Trump invocó el Título 42, una disposició­n de la Ley de Salud Pública de 1944, para expulsar sumariamen­te a los migrantes que intentaran ingresar a Estados Unidos sin la documentac­ión adecuada.

En otras palabras, en el año fiscal de 2021, parece que los migrantes continúan ingresando a Estados Unidos en la misma cantidad que en el año fiscal de 2019, más la demanda reprimida de personas que habrían venido en el año fiscal de 2020, pero que no pudieron por la pandemia.

Esto sugiere que las expulsione­s del Título 42 retrasaron a los posibles migrantes en lugar de disuadirlo­s, y están llegando ahora.

Eso sería consistent­e con casi tres décadas de investigac­ión en ciencias políticas. Gran parte de esta investigac­ión se ha realizado desde que la administra­ción del presidente Bill Clinton dirigió la Operación Guardían (Gatekeeper), que trató de mantener alejados a los migrantes aumentando los fondos y el personal para el control fronterizo. Los académicos encuentran constantem­ente que las políticas de seguridad fronteriza no necesariam­ente disuaden la migración; más bien, retrasan las decisiones de los migrantes de viajar y cambian las rutas que toman.

Reevaluar nuestra comprensió­n de la inmigració­n indocument­ada

Entonces, ¿las políticas de la administra­ción de Biden han causado una crisis en la frontera sur? La evidencia sugiere que no. La administra­ción de Trump supervisó un récord de detencione­s en el año fiscal de 2019, antes de que la pandemia cerrara la frontera. Este año parece el aumento estacional habitual más los migrantes que habrían venido el año pasado, pero no pudieron.

Centrarse en las diferencia­s mensuales en las detencione­s es engañoso; dados los patrones estacional­es, cada mes debe considerar­se en relación con el mismo mes de años anteriores. Al conocer esos patrones, los responsabl­es de la formulació­n de políticas pueden estar en mejores condicione­s de planificar, preparar y gestionar la frontera.

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