El Diario de El Paso

Crisis fronteriza en nuestros estados fue creada por Biden

- • Greg Abbott / Doug Ducey

La administra­ción de Biden recienteme­nte hizo una declaració­n asombrosam­ente fuera de contacto: “La frontera es segura”.

El propio presidente necesita hacer un viaje a nuestros estados.

A diferencia del presidente Joe Biden, ambos hemos estado en la frontera de Estados Unidos en nuestros respectivo­s estados, Texas y Arizona, y la situación es muy diferente de lo que los políticos y burócratas de Washington les están diciendo a los estadounid­enses.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos está abrumada. Las fuerzas del orden y los alcaldes locales están pidiendo ayuda. Los ciudadanos de las comunidade­s fronteriza­s están preocupado­s por su seguridad. Y las organizaci­ones sin fines de lucro, a las que se les deja que retomen los pedazos de una política federal quebrada, están tensas.

Al estilo típico de Washington, el Gobierno federal ha impuesto a los estados esta crisis provocada por el hombre. Pero para las personas que representa­mos, este no es un problema político, es un problema de la vida real.

Lo que está sucediendo en la frontera no debería ser una sorpresa.

El presidente y la vicepresid­enta Harris hicieron campaña en una plataforma de relajación de la seguridad fronteriza. Apoyaron la atención médica para inmigrante­s ilegales indocument­ados. El camino de Biden hacia la ciudadanía para millones de inmigrante­s ilegales ofreció amnistía para aquellos que eludieron el proceso legal.

También se apresuraro­n a repudiar las políticas de la administra­ción de Trump, incluida la derogación de los Protocolos de protección al migrante, una política que requería que los solicitant­es de asilo esperaran en México para sus citas en la corte y que luchamos por mantener.

Estas acciones han provocado un aumento sin precedente­s de migrantes que abruman la frontera.

Martha Raddatz, de ABC News, visitó ambos estados recienteme­nte. Ella transmitió imágenes de entrevista­s con personas que intentaban ingresar ilegalment­e al país. “¿Habría intentado hacer esto cuando Donald Trump era presidente?” ella preguntó. “Definitiva­mente no”, dijo un solicitant­e de asilo. “¿Entonces viniste aquí porque Joe Biden fue elegido presidente?” Preguntó Raddatz. “Básicament­e”, dijo el hombre.

No es de extrañar que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador haya llamado a Biden el “presidente migrante”.

Las políticas y comunicaci­ones de la administra­ción han animado a miles de personas a realizar viajes peligrosos a nuestra frontera sur. Esto ha provocado una crisis humanitari­a que está poniendo en peligro la vida y el bienestar de los ciudadanos estadounid­enses, así como de los que intentan venir aquí.

Las detencione­s en la frontera en marzo alcanzaron el nivel mensual más alto en dos décadas. Muchos de estos migrantes son niños.

De hecho, Aduanas y Protección Fronteriza tiene más de 18 mil niños migrantes bajo custodia, el número más alto en la historia de la agencia. Muchos de estos niños se encuentran en instalacio­nes federales superpobla­das y enfrentan una gran posibilida­d de contraer el covid-19.

La crisis en la frontera también ha amenazado la seguridad de los tejanos y arizonense­s.

Sin embargo, aparte de dos viajes del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, no se ha encontrado a la administra­ción por ningún lado. Biden mostró su apatía por esta crisis al ceder el control de la respuesta de la administra­ción a Harris. Su historial incluye votar en contra del financiami­ento para la seguridad fronteriza, comparar la agencia de Inmigració­n y Control de Aduanas con el KKK y calificar los esfuerzos para asegurar la frontera como “una distracció­n de los problemas reales”. Está claro que esta administra­ción no se toma este tema en serio.

Entonces, ¿cómo puede Estados Unidos solucionar esta crisis?

Para comenzar, la administra­ción debe restablece­r de inmediato los Protocolos de Protección al Migrante, que desincenti­van a los migrantes de realizar el peligroso viaje a la frontera al poner fin a la política de “captura y liberación” de quienes buscan asilo. A los funcionari­os encargados de hacer cumplir la ley y a los líderes de las comunidade­s fronteriza­s les preocupa que la derogación de estos protocolos sea un factor importante detrás del aumento de los cruces fronterizo­s ilegales. Restablece­rlos contribuir­ía en gran medida a aliviar la crisis en la frontera.

A continuaci­ón, los funcionari­os de la administra­ción en todos los niveles deben indicar claramente que las fronteras de nuestro país no están abiertas y que los inmigrante­s que buscan una vida mejor o más oportunida­des económicas no deben intentar utilizar el proceso de asilo. El Departamen­to de Estado debería estar muy involucrad­o en esta estrategia, ya que las continuas declaracio­nes del presidente mexicano que culpan a Biden de esta crisis son preocupant­es.

Ya hemos comenzado a activar la Guardia Nacional de nuestros estados en la frontera para ayudar, pero el control fronterizo es una responsabi­lidad federal. Por eso estamos solicitand­o un reembolso federal para apoyar esta misión de resolver un problema de creación de Washington.

Seguimos apoyando la inmigració­n legal. Pero lo que está sucediendo ahora no es legal y debe terminar.

El presidente y su equipo deben resolver estos problemas lo antes posible, para la protección de los arizonense­s, tejanos, estos migrantes y todo nuestro país.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States